Debido a las preocupantes cifras que develó la Subsecretaría de Redes Asistenciales en relación al cumplimiento de las Garantías Explicitas en Salud, Ges, y de la lista quirúrgica No Ges, se realizó una auditoria al Hospital San Juan de Dios de La Serena y al Hospital San Pablo de Coquimbo.

Lucía Díaz G

El informe que salió a la luz pública en agosto, evidenció que a junio de 2015, existe un aumento de un 80 por ciento de pacientes que permanecen en la lista de espera Ges y un 14 por ciento en la No Ges. Teniendo en consideración estos datos, la Contraloría General de la República ordenó llevar a cabo una fiscalización.

La auditoría arrojó que en el recinto de salud de La Serena, al 31 de diciembre del 2015, se registraron 696 casos en espera desde el año 2012. Al mismo tiempo, las garantías exceptuadas y retrasadas alcanzaron un número de 3.137 y la lista quirúrgica de espera ascendió a un total de 2.464 pacientes.

Sumado a esto, se dieron a conocer diferencias notables en el ingreso a las listas mencionadas. Por esa razón, la entidad deberá iniciar un proceso disciplinario, puesto que la base de datos del año 2015 indica un número mayor de pacientes en comparación al año anterior, registrando 1.173 casos.

En paralelo, al 31 de diciembre del 2015, el Hospital San Pablo de Coquimbo contaba con 107 casos en espera desde el 2012. En tanto, las garantías exceptuadas y retrasadas ascienden a 871 casos, mientras la lista de espera No Ges a 3.393.

Pese al compromiso de gestión del Ministerio de Salud, que consignó que para la fecha mencionada, se debía egresar de la lista de espera a todas aquellas personas que hayan sido ingresadas con fecha igual o anterior al 31 de diciembre del 2012, los establecimientos de salud de la Región de Coquimbo no cumplieron con lo propuesto.

Medidas propuestas

Tal como se detalla en el documento, el Hospital San Juan de Dios de La Serena deberá tomar medidas para disminuir el tiempo de espera de las intervenciones quirúrgicas. Aunque éstas no se encuentran en la nómina de aquellas que deben realizarse dentro de un plazo fijo, resulta importante destacar que se debe resolver antes que la patología sea irreversible.

Además, deberá trabajar en miras a cumplir con el compromiso de gestión, que sí cuenta con plazos establecidos. En el caso del Hospital San Pablo de Coquimbo, se detectó la ausencia de fichas clínicas que justifiquen la excepción y retrasos de la garantía, como también registro de interconsultas, informe sobre procesos de diagnóstico e información paciente Ges.

Bajo este escenario, Ernesto Jorquera, director del servicio de salud de Coquimbo, señala que “el año pasado, las garantías de oportunidad otorgadas fueron alrededor de 140 mil, y de esas sólo se presentaron problemas entre el uno y dos por ciento. Sobre las garantías que no se han cumplido, agrega que “tenemos que estudiar la naturaleza de por qué sucede, hay una serie de temas para analizar”.

 

RECUADRO

 

Principales dificultades

En relación a los antecedentes entregados, Jorquera informa que “los mayores niveles de dificultad en cuanto a las garantías de oportunidad, es decir el derecho a que las atenciones de salud se realicen en los plazos establecidos, están en la línea de oftalmología, y en este sentido estamos trabajando para resolver el problema y llegar al 100 por ciento que exige la ley”.

Respecto a las medidas que han tomado para disminuir la espera, cuenta que “a partir del 2014 y con mayor fuerza este año, hemos cambiado el foco de análisis, ya no estamos mirando las listas de espera, sino que estamos enfocados en los tiempos de espera, con el fin de que vaya disminuyendo”.

Sobre los casos pendientes del año 2012, explica que muchas veces esto ocurre por diferentes factores como “dificultades del paciente o temas administrativos que los van dejando rezagados del sistema”. En este punto, señala que los esfuerzos estarán enfocados en “buscar a las personas, volver a evaluarlas y definir las condiciones para ubicarlas en lista prioritaria de atención e intervención”.

Sin embargo, aclara que “es un tema que es fácil decirlo, pero que muchas veces es complejo materializarlo porque en muchos casos, cuando intentamos tomar contacto con los pacientes, no se encuentran los domicilios registrados, ni tampoco los números actualizados, entonces tenemos que hacer un trabajo con la gente de atención primaria y volver a ingresarlos al sistema”.

Si bien muchas veces faltan recursos humanos para solventar las atenciones, comenta que “tenemos que acudir al mecanismo de compra de servicio para resolver el problema. Es ahí cuando recurrimos a otros programas de gobierno para poder aumentar el número de pabellones”.

Para finalizar, Ernesto Jorquera sostiene que existen medidas a largo y corto plazo para regularizar la situación. En el caso de éstas últimas, “derivamos a las personas a otros centros o compramos servicios. Para estos efectos, a nivel de región, hemos constituido un directorio de compra con los servicios de la región de Valparaíso y Fonasa, con los que nos reunimos una vez al mes en una mesa de trabajo para tratar estos temas y avanzar en la cooperación”.

 

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