“Antes aquí había un estero y teníamos una pequeña laguna donde vivían algunos patos silvestres y podíamos extraer agua para las plantas y nuestros animales. Ahora mire, está todo seco y cada día hay menos agua. Yo aún recuerdo que mis nietos pedían bañarse en este estero y ahora ya no tenemos nada”.
Con los brazos en la cintura, Juan Muñoz mira hacia algunos restos de árboles y un trozo de tierra que marca un estero, en el sector de Pan de Azúcar en Coquimbo. El sol da fuerte en su rostro y el paisaje que hace menos de cuatro años era muy verde, hoy está completamente seco.
“Acá usted puede ver como se sobreexplota el suelo con la plantación de hortalizas y otras verduras, los animales tienen cada vez menos alimentos y la gente parece que no entiende. Si ya no llueve no sé qué vamos a hacer y siguen sacando agua”, agrega Muñoz.
Es que la escasez hídrica es uno de los efectos del cambio climático y que más afecta a nuestro país. Una sequía que lleva varios años y que ya debemos considerar parte de las condiciones de la región, pero que se profundizará cada vez más. El cambio climático es un proceso que se refiere a cambios significativos del clima con variaciones importantes de la temperatura, lluvias torrenciales e incluso vientos que son resultado de situaciones naturales, pero que en el último tiempo se han visto incrementado por las actividades productivas contaminantes, que generan gases de efecto invernadero y con ello el calentamiento global.
Los efectos de este cambio climático dependerán de la zona geográfica, pero en su mayoría están relacionados con el aumento de la temperatura, deshielos, extinción de especies animales y vegetales, aumentan los mares provocando inundaciones en zonas costeras y aumentará la desertificación en los territorios.
Para el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, el cambio climático es un tema que todos los gobiernos deben tener como punto principal de sus agendas.
“Es una cuestión tremenda y probablemente es un desafío muy profundo para todos nosotros porque tenemos un escenario de cambio climático que vamos a tener que adaptarnos. Las sequias son cada vez más intensas y las temperaturas son altas, recientemente nos encontramos con una sequía, con incendios forestales y pasamos a lluvia. En el fondo tenemos que prepararnos y adaptarnos”, recalca.
SITUACIÓN EN LA REGIÓN
Nuestro país es uno de los más afectados por el cambio climático. Incluso según los informes de la ONU y organismo internacionales pasamos del puesto 62 al 10 en riesgo que considera muertes y costo económico de eventos meteorológicos por cambio climático. Esto tras las intensas lluvias de marzo de 2015 que provocaron aluviones desde la Región de Antofagasta hasta la Región de Coquimbo.
Para el seremi de Medio Ambiente, Eduardo Fuentealba, “el cambio climático es un tema mundial que día a día tiene mayor influencia. Nosotros tenemos efectos directos en la disponibilidad de recursos hídricos y procesos de desertificación. Como ministerio hay una línea de trabajo exclusivo para eso y lo trabajamos en varios temas, pero principalmente en base a la educación a través de los colegios y la comunidad en general”.
Uno de ellos fue la organización de tres seminarios, uno por cada provincia, para explicar qué es el cambio climático, sus efectos y cómo podemos aportar al cuidado del medio ambiente y la vida del planeta.
Una instancia financiada por el Gobierno Regional, pero a la que lamentablemente no tuvo gran participación de la ciudadanía, sino que más bien profesores, ecologistas, ambientalistas y algunos dirigentes sociales.
En la Región de Coquimbo, los efectos que se esperan por el cambio climático y calentamiento global es un aumento de 1,5 de la temperatura de aquí al 2030, efectos que ya podemos sentir en la zona. Además de una reducción del caudal de los ríos Elqui, Limarí y Choapa entre un 20 y un 40% al 2030.
Disminución de deshielos y la extinción de varias especies endógenas. Por otra parte, por el aumento de la temperatura del mar, muchas especies marinas no podrán reproducirse, aumentarán los incendios forestales y la sequía: la desertificación seguirá expandiéndose y se producirán eventos climáticos extraños, tal como los que vivimos en el año 2015, con lluvias intensas en los valles, marejadas y vientos.
Una de las más afectadas por este fenómeno es la agricultura, pero que a la vez también una de las actividades productivas que más aporta en la contaminación con gases de efecto invernadero tras la generación de energía eléctrica y el transporte. Así lo señala el seremi quien agrega que se debe trabajar con los agricultores que “reciben los efectos del cambio climático, pero ha sido un gran portador a través de insumos sintéticos que utilizan. Ahora la sequía los afecta y debemos buscar fórmulas para que no se acabe esta actividad”.
Asimismo piensa el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, para quien los agricultores deben estar más preparados “y hay todo un trabajo de embalse que está llevando el Gobierno. Hay una Ley de la reforma del Código de Agua, donde se dice claramente si es que la escasez de agua dicta que es necesario revisar algunos caudales ecológicos, hay que hacerlo. Estamos preparándonos justamente para evitar el cambio climático a través de las energías renovables no convencionales que están impulsándose y para resistir el cambio climático con las inversiones a embalses y el trabajo de derechos de agua que está impulsando el Ministerio de Obras Públicas”.
CÓMO PODEMOS APORTAR
Para el geólogo Marcelo Lagos, la sequía y las lluvias intentas localizadas que vivimos e año 2015, son fenómenos hidrometeorológicos producto del cambio climático y que se harán más intensos a futuro, incluyendo también marejadas..
“Con el cambio climático todo esto probablemente seguirá ocurriendo seguirán ocurriendo y los que vienen de aquí a futuro se transformarán en algo normal. La sequía, eventos extremos concentrados en poco tiempo y todos los efectos del cambio climático y tenemos que aprender a convivir en este escenario que nos acompañara por mucho tiempo”, agrega el experto.
Pero qué puede hacer la ciudadanía para disminuir el calentamiento global y con ello, dar nueva vida al planeta. Lo primero es generar conciencia en la ciudadanía que muchas de sus actividades pueden ayudar a disminuir la contaminación y la emisión de gases de efectos invernadero.
Según la encuesta de cambio climático realizada por el Ministerio de Medio Ambiente y La universidad de Chile a más de 2 mil personas, dio como resultado que el 84% de las personas cree que el cambio climático es un fenómeno que ya está presente y el 89% de los encuestados siente que es culpa de las actividades humanas, sin embargo no existe una disposición real y concreta de la comunidad para contribuir a eliminar este proceso de la tierra.
“La encuesta señala que la preocupación por el cambio climático es muy alta en Chile, más del 90% de la ciudadanía piensa que el cambio climático ya está llegando y piensan que tiene que ver con el ser humano y quieren que nosotros tomemos medidas. Hay una alta conciencia, lo que nos falta hacer es cómo aterrizar esto al ciudadano a pie, y que sepa que como se viste, como come, como se calefacciona y como se transporta tiene un efecto en el clima”.
Por ello hay medidas tan simples como el uso responsable del agua, reciclar y disminuir la eliminación de residuos residenciales. Utilizar nuevas formas de transporte no contaminantes y privilegiar energías no convencionales. Incluso en nuestra región, varias comunas han decidió eliminar el uso de bolsas plásticas.
Para el seremi de Medio Ambiente también las grandes empresas deben trabajar comprometidos con el ambiente y disminuir su emisión. “Las razones de este cambio climático o los componentes que han ayudado tienen relación productiva y económicas, si no es en el 100% es el 99% son efectos de actividades productivas y debemos consensuar para emitir menos contaminante “, agrega Fuentealba. La idea es consensuar ideas para así lograr cumplir con la disminución del 30% de emisión de gases efecto invernadero que Chile ha comprometido al 2030.
De esta forma, trabajando en conjunto y generando conciencia que el cambio climático y el calentamiento global son procesos que revertirse.