No hay persona, a la que alguna vez, le hayan pagado, o haya tenido en su poder, un billete que presentase algún tipo de deterioro, como que le falten las puntas, tenga cortes importantes u otro tipo de daño más grave. Como ocurrió con el caso de Carlos Huerta, quien, por medio de la sección Denuncia Ciudadana, volvió a poner el tema dentro de la opinión pública el pasado domingo. Huerta manifestó su molestia con un supermercado de La Serena, señalando que no le recibieron un billete de $10.000 que tenía un trozo pegado con cinta adhesiva, argumentando que tomaban esta decisión basados en un instructivo emitido por el Banco Central.
Si bien el sector comercio, sea establecido o ambulante, conoce muy bien los procedimientos que deben ejecutarse en este caso, son las personas quienes desconocen los casos en que un billete está en buen o mal estado. Desde las casas bancarias, aclaran que el papel moneda, a pesar del deterioro, sigue siendo teniendo valor y que los afectados pueden acercarse a sus sucursales para cambiarlos por otro papel moneda similar o por un depósito electrónico, decisión que queda en manos del mismo banco, quienes finalmente los juntarán con el objetivo de entregarlos al Banco Central, donde serán quemados o reciclados.
COMERCIANTES EN CONOCIMIENTO
Tras efectuada la denuncia, en el supermercado aclararon que los billetes dañados deben cumplir ciertos requisitos para ser recibidos y que éste no los cumplía, agregando que solamente rechazan, sin atenuantes, el papel moneda falso. “Nosotros los recibimos solamente si están rotos hasta la mitad. Si están unidos con cinta no los aceptamos. Siempre que una persona paga con un billete de este tipo, el cajero llama al supervisor, quien decide su retiro o no. Después, los juntamos todos y los mandamos al banco. Los únicos que no tomamos, por ningún motivo, son los billetes falsos. No tenemos la facultad para retenerlos. En caso de que se pase uno a la hora de efectuado un pago, se le descuenta al cajero”, concluyeron.
Posteriormente, se visitó diversos locales comerciales y todos coincidieron con el procedimiento, siendo este sector el que mejor conocimiento demuestra sobre el tema. No solamente funcionarios de las grandes empresas, sino que también los comerciantes minoristas.
En el clásico “Mercado Persa”, que lleva años en la ciudad, algunos locatarios coincidieron con lo señalado por los trabajadores del supermercado, sin embargo, uno de ellos aclaró que prefiere no recibir billetes en mal estado, para sí evitarse problemas, haciendo la excepción cuando tienen el número de serie a la vista.
“Yo recibo cuando le faltan las puntas o tienen poco deterioro. Siempre y cuando, tengan el número de serie claro y legible. Si me pagan con un billete malo que le falta la serie, prefiero que me pasen otro, para así evitarme problemas”, enfatizó el dueño del local, dedicado a la venta de juguetes. Misma opinión que tienen desde el comercio ambulante, quienes prefieren llegar a acuerdos de este tipo con los clientes. “Yo trato de evitar conflictos. Así que les pido a mis clientes que paguen de otra forma. Ya cuando no se puede, los recibo, los junto y los llevo al banco. Trato de hacerlo en situaciones excepcionales, puesto que no tengo mucho tiempo para ir a cambiarlos a cada rato”, enfatizó uno de ellos, que transita, día a día, por las calles centrales de la ciudad, ganando su sustento vendiendo dulces.
UNA OPCIÓN DESCONOCIDA
Tras consultar a los transeúntes de La Serena, se puede concluir que la mayoría desconoce la opción de poder cambiar los billetes dañados que tienen en su posesión. Estas personan declaran que, principalmente, los conservan sin saber qué hacer con este dinero. Uno de ellos es Gustavo Córdova, quien señala que tiene en su casa varios billetes en mal estado, desconociendo qué hacer con ellos.
“Cuando se me rompe alguno, termino por guardarlo porque no me los aceptaban en ninguna parte. No sabía que uno podía cambiarlos. No lo había visto en ninguna parte”. Distinta es la realidad de María Lorca, quien sabía de esta opción gracias al aviso de una amiga: “ella me dijo que uno podía ir al banco y los cambiaban. No todos eso sí, depende del daño que tengan y el número de serie, el que debe estar intacto”, comentó.
SOLUCIÓN DEPENDE DEL BANCO
Cuando llegan los billetes en deterioro a las casas bancarias, la solución para el cliente dependerá si el banco es de carácter estatal o privado. Desde Banco Estado, el único recinto bancario público del país, dijeron que están habilitados para devolver la divisa en físico a su cliente, siempre y cuando tenga solamente 50% de daño. “Nosotros podemos devolverle otro billete a la persona, del mismo valor. Cuando se trata de monedas, se cuentan en caja y se depositan en la cuenta del interesado”, señaló uno de sus funcionarios.
Distinto es el caso de la banca privada, donde no se ejecutan este tipo de cambios, como ocurre en el Banco de Chile. “La decisión de retener el billete queda en manos del cajero, quien debe estudiarlo para determinar la operación. Ya cuando los recibimos, nosotros depositamos su valor en la cuenta del cliente. No podemos cambiar billetes, como sí lo hace el Banco Estado. Los que no recibimos, por ningún motivo, son los billetes quemados”.
En lo que sí coincidieron en ambas entidades, es en el destino de este papel moneda, explicando que son reunidos y enviados al Banco Central, donde son quemados o reciclados, dependiendo del grado de daño que tengan.
RETIRO DEPENDE DEL GRADO DE DETERIORO
Desde el Banco Central, agregan que el proceso de canje de billetes deteriorados está normado por el artículo 32 de su Ley Orgánica Constitucional, el cual explica, en detalle, los casos en que este cambio puede darse por efectivo.
"El Banco retirará de la circulación los billetes o monedas en mal estado. Los billetes mutilados que conserven claramente más de la mitad de su texto original podrán ser canjeados en el Banco por su valor nominal; si conservaren un porcentaje menor, podrán ser canjeados por su valor nominal cuando, a juicio exclusivo del Banco, se pruebe que la porción faltante ha sido totalmente destruida. El Banco no estará obligado a canjear los billetes mutilados que no estén comprendidos en el inciso anterior", se dijo.
La institución admite que los billetes cambiados son evaluados, donde los que ya no están en condiciones de circular son dados de baja y destruidos, mientras que los que presentan deterioros menores se examinan, caso a caso, para determinar si pueden continuar en circulación. Puntualmente, en el caso expuesto en esta crónica, el billete es clasificado, según su daño, como "parchado", quedando no apto para circulación.
Finalmente, el Banco Central hace un llamado mantener el buen estado del papel moneda, cuidando su correcta manipulación."El cuidado de los billetes es esencial para evitar un rápido deterioro. Los billetes no se rompen por un problema de calidad, sino por problemas de manipulación. Corchetearlos, hacer paquetes con elástico o llevarlos arrugados en los bolsillos contribuyen al deterioro. Por lo mismo, la probabilidad de que se rompan será de los billetes con mayor frecuencia de uso”, consignó el organismo al sitio web Terra.
TIPOS DE DAÑOS EN BILLETES:
Según el Banco Central, existen cinco tipos de deterioros que inhabilitan un papel moneda para su circulación.
Parchado: Aquel que presenta uniones de partes del mismo con cinta adhesiva o de otro tipo. Es un billete no apto para circular.
Deformado: Estos billetes presentan encogimientos en su superficie. Es un billete no apto para circular.
Manchado: Estos billetes presentan manchas en su superficie. Es un billete no apto para circular.
Rayado: Son aquellos que presentan rayas, dibujos o escrituras manuales de distinto tipo en su superficie. Es un billete no apto para circular.
Mutilado: Correspon de a aquellos billetes a los que le falta una parte de su superficie y se ven cortados. Es un billete no apto para circular.