En la Región de Coquimbo, se ha instalado una nueva sede del Instituto de Derechos Humanos, ceremonia que da un paso importante en cuanto a la expansión de esta entidad, clave para el desarrollo para la sociedad entera.
En ese contexto, llegó hasta la capital regional el director nacional de esta institución, Branislav Marelic, quien conversó sobre los tópicos que atañen principalmente a la Región de Coquimbo, y que no sólo pasan por los de lesa humanidad. Se trata de una institucionalidad creada en 2010 inicialmente sólo en Santiago, aunque desde el año pasado comenzó su expansión a nivel regional.
Hay otras instancias a tocar, como son las problemáticas medioambientales, habituales en la región de Coquimbo y que han enfrentado a la comunidad a diversas controversias, sobre todo en lo relativo a conflictos con importantes mineras, como Pelambres y Dominga, en Caimanes y el Pueblo de Los Choros, respectivamente. La dirección regional será encabezada por la exseremi del Trabajo, Tarcila Piña, la que tendrá lugar en el edificio María Elena, en Los Carrera 380, La Serena.
En conversación con Radio Mistral, la 95.1, Marelic se refirió a estas temáticas, donde existen desafíos nacionales que se pueden regionalizar, como es la migración, el medioambiente, la seguridad social o el derecho a la salud.
-¿A qué se refiere puntualmente con las materias medioambientales?
“Hay conflictos, donde dos partes están en pugna. Hay 102 conflictos en el país, y en la región tenemos nueve en nuestro registro, donde destaca lo asociado a Dominga, Pelambres y centrales hidroeléctricas, lo que es relevante. Queremos poner en el tapete que vivir en un medio ambiente sano, libre de contaminación, lo que también es un derecho humano”.
-Pero también hay dos caras: el desarrollo en materia laboral y la lucha de grupos ambientalistas, que una vez concluidos los conflictos, se trasladan hacia otras regiones. ¿Cuál es la posición del instituto?
“Nuestra posición es relevar los conflictos medioambientales. Nuestro desafío futuro es seguir viendo la evolución de estas instancias y conocer las malas prácticas que se vayan ocasionando. Creemos que no ha existido a nivel legislativo o de políticas públicas la conciliación del modelo económico con la preservación del medio ambiente. Algunos conflictos estallan justamente porque no existe una conciencia de preservación y eso se ha visto en la evolución de las disputas en los últimos años, pero creemos que se pueden hacer industrias sustentables que respeten los derechos humanos y lo está diciendo la ONU desde hace varias décadas. Sino, ¿qué estamos dejando para las futuras generaciones?”.
-¿Ustedes pueden tomar parteen un conflicto, defendiendo o entregando respaldo a una u otra posición frente al algún proyecto determinado, que pueda tener algún tipo de afectación al medioambiente?
“El instituto tiene dos grandes líneas de acción. Una de promoción, que tiene que ver con sensibilización y educación, y facultades acotadas de protección, que en la ley apuntan más a situaciones de lesa humanidad y de tortura. Dentro de este marco, podríamos tomar acciones para la protección del medioambiente, pero para que ello ocurra, deben existir estudios que ameriten aquella procedencia. Por ahora, es materia de Medio ambiente, pero en el marco de nuestro crecimiento lo estamos enfocando desde el punto de vista de la promoción de estos conflictos, los que incluso son dados a conocer en nuestra página web. Por esto, queremos no sólo invitar a la autoridad, sino que al empresariado a entender que los derechos humanos tienen que ser integrados en la generación de empleo y producción”.
-¿No se da un conflicto a lo David y Goliat, donde las grandes empresas tienen mucho poder para controlar estas situaciones en su favor?
“No solamente tenemos mapas de los conflictos, sino estudios de observación posteriores a las primeras etapas de estos choques. Por ejemplo, en esta región también nos importa el tema del acceso al agua, que en esta región y también en otras son relevantes. Hay mucho que explorar y el instituto tiene que tomar cartas en el asunto”. 3801i
CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD
Respecto de la evolución de esta materia, desde el retorno de la democracia y hasta nuestros días, a juicio de Marelic los estados tienen que avanzar en materia de justicia, de verdad, de reparación y de reformas. “Hay casos donde la justicia ha avanzado y en otros no, donde no hay suficientes personas condenadas por tortura. No se habla de exilio, por ejemplo, como una violación a los derechos humanos. Pero falta en verdad, en esclarecimiento de las graves violaciones ”, señaló. Respecto al proceso que se lleva en contra del excomandante en jefe del Ejército, general (R) Juan Emilio Cheyre, por eventuales torturas en el Regimiento “Arica” en 1973, destacó que “él aún se encuentra en condición de inculpado, pero la justicia tiene que perseguir a todas las personas, independiente de quien se trate o del cargo que haya ostentado. Al final del día, hay que ver lo que resuelva la Corte Suprema”.