Contar con una cámara hiperbárica que permita atender de manera oportuna los accidentes por descompresión en la zona es una idea que se ha estado trabajando por más de una década en la Región de Coquimbo, pero por diversas circunstancias esta iniciativa no se ha podido concretar. Esta situación estaría a punto de revertirse con la instalación de la ansiada unidad en el hospital San Pablo de Coquimbo.
Así lo informó Osvaldo Iribarren, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, quien detalló que el proyecto que llevan adelante en conjunto con la Armada registra importantes avances, pues ya está culminando el proceso de capacitación de los profesionales que estarán a cargo de operar el sistema.
“La extraordinaria noticia es que ya el curso de formación está prácticamente por concluir”, precisó y agregó que solo resta la última etapa que consiste en un periodo de práctica intensiva en el Hospital Naval de Viña del Mar, proceso que ya está en curso. “Con ello podemos decirle a la Región de Coquimbo que tenemos profesionales altamente calificados y a punto de poder dar inicio al trabajo de la unidad de medicina hiperbárica del Hospital de Coquimbo”, enfatizó.
Entre los profesionales que se encuentran en preparación se cuentan 4 médicos del hospital de Coquimbo, uno del Hospital de La Serena y 2 de la UCN, además de enfermeras, técnicos paramédicos, bioquímicos y kinesiólogos.
Asimismo, Iribarren confirma que de forma paralela se está avanzando en la construcción del recinto que albergará la infraestructura. “Tuve una conversación con los directivos del Servicio de Salud Coquimbo y la buena noticia es que ya las obras civiles en las cuáles se tiene que instalar la cámara hiperbárica están terminadas, las pruebas de funcionamiento también han sido superadas, por lo que nos resta solamente las autorizaciones sanitarias de la Secretaria Regional Ministerial y con ellas esa unidad finalmente va a estar en condiciones de ser utilizada”, indicó.
Respecto de cuándo podría estar en funcionamiento, indicó que aún no se ha definido una fecha específica, pero que podría ser en el corto plazo. “Esta es una especulación, pero no debiera ser más allá de marzo de 2021. O sea, estamos ad portas, después de mucho trabajo, de mucho esfuerzo, de una gran inversión, de poder decir que la Región de Coquimbo finalmente sí va a tener una unidad de medicina hiperbárica digna, en condiciones”, recalcó.
Un sueño de años
El proyecto para instalar una cámara hiperbárica en el Hospital San Pablo de Coquimbo tiene larga data y ha estado lleno de dificultades. En 2012 llegó al recinto de salud porteño una unidad que fue construida en Perú y que significó una inversión cercana a 1 millón de dólares, entre su compra e instalación. Sin embargo, nunca funcionó y no se pudo atender a ningún paciente, por lo que finalmente fue dada de baja. Una de las razones fue la falta de profesionales preparados que pudieran operarla.
“Una situación tan poco feliz como aquella nos dejó muy marcados e insistimos en la necesidad de poder efectuar un programa, pero ya con una mirada distinta, porque en ese minuto se pensó en la cámara, pero no se pensó en los recursos humanos que se necesitaban para implementarla”, señala Iribarren.
Por esta razón, la Facultad de Medicina de la UCN el 2018 presentó un proyecto al Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), del Gobierno Regional. “Es una asociación inédita para la región. Se estableció una comunión extraordinariamente virtuosa entre la UCN que decidió que formaba recursos humanos, profesionales especialistas en medicina hiperbárica; el Gore que estableció el financiamiento, además del Servicio de Salud de Coquimbo y el Hospital de Coquimbo que compraron una nueva cámara hiperbárica para reemplazar la que fue dada de baja y, por último, la Armada de Chile, que aportó con los conocimientos”, indicó.
¿Por qué es tan importante que la zona cuente con una cámara hiperbárica?
Según cifras de Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, de la Armada de Chile (DIRECTEMAR), en la zona a trabajan 1.091 buzos inscritos, de los cuales 979 se encuentran clasificados como “Buzo Básico” de tipo mariscador, por lo que presentan sólo el mínimo de entrenamiento recomendado.
En los últimos 14 años la región ha sido la zona de Chile con la mayor tasa de accidentes por descompresión del país e históricamente ha sido la que ha presentado el mayor número de accidentes fatales por esta causa. Actualmente, los afectados deben ser derivados al Hospital Naval Almirante Nef de Viña del Mar para su tratamiento hiperbárico, previa estabilización en Hospital San Pablo de Coquimbo. En los últimos 4 años se han derivado en promedio 18 pacientes. Esto es una situación extremadamente grave, pues significa un rezago en el tratamiento de entre 8 a 12 horas, lo que ha significado secuelas neurológicas irreversibles y en algunos de los casos ha causado la muerte.