Luego del derrumbe ocurrido en Valparaíso donde fallecieron seis personas y dos menores resultaros heridos, surgen preocupaciones por los daños que ha sufrido la zona típica de La Serena, especialmente con el último terremoto ocurrido el 19 de enero pasado.
También hay críticas al Consejo de Monumentos Nacionales indicando que sólo tras este último sismo flexibilizó en algo sus posturas para permitir recuperar la zona típica, pero que por años habría sido una traba para poder realizar reparaciones y reconstrucciones en el casco histórico de la ciudad.
Tema preocupante
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, reconoció que estaba latente el peligro de derrumbe en la ciudad y que pudiese pasar algo mayor de lo que ha ocurrido hasta ahora.
El edil indica que no se sabe cuándo ocurrirá un nuevo sismo o un temporal. Sin embargo, dijo que un tema preocupante eran las trabas que ponía el Consejo de Monumentos Nacionales para poder intervenir las casas dañadas. “No hay una autorización rápida o tan urgente y responden cuando quieren las viviendas se van deteriorando. Si me preguntan a mí quiénes son los grandes responsables del deterioro del casco histórico es Monumentos Nacionales, porque si las personas pudiesen acceder rápidamente a una respuesta, quizás la inversión sería mucho menor a la que tiene que hacer después que se sigue deteriorando ese patrimonio cultural que tenemos en la Zona Típica”.
Fundamentalismo
Roberto Jacob señala que el problema no es menor y “creo que ese fundamentalismo debe terminarse. Ojalá que la ley que ingresó al Congreso el Presidente Piñera tenga un resultado rápido, porque van a partir nuevamente los consejos de monumentos regionales, se le va a quitar poder al Consejo a nivel central, porque hoy día no le responden a nadie”, declara Roberto Jacob que es crítico de cómo funciona dicha entidad.
Por eso anticipa que pedirá a los parlamentarios que voten a favor la ley sin pensar en colores políticos.
También plantea que no se puede seguir actuando por reacción, después de un terremoto u otro efecto de la naturaleza, sino que se debe tener un plan de contingencia para el casco histórico con financiamiento del Estado y “con una entidad de Monumentos Nacionales que nos ayude y no que nos ponga trabas, porque ellos son los dueños de la verdad, ellos son los que hoy en día deciden y lo hacen tan bien que a veces construyen obras como el museo en pleno casco histórico que no tiene absolutamente nada que ver con nuestra arquitectura”.
Recuerda que cuando el municipio quiso instalar casetas de seguridad en el centro de la ciudad, “nos pararon como un año porque eran demasiado coloniales, entonces quién los entiende. Ellos seguramente se molestan cuando uno los critica, pero miren lo que pasó en Valparaíso.
Reparaciones en tierra
Solange Miranda Coletti, arquitecta, especializada en edificaciones en tierra, sostiene que las reparaciones de las casas dañadas en la Zona Típica, lo recomendable para las edificaciones de adobe, de quincha, de tapial, es siempre trabajar revestimientos en tierra, las reparaciones se deben hacer exclusivamente con tierra, ningún elemento cementicio porque son incompatibles a la morfología del material. Es muy importante respetar el material de la vivienda, porque si se repara con otro tipo de material es algo que a la larga no va a perdurar y va a volver a fallar, se tiene que entender que la tierra está viva, tiene elasticidad, textura un movimiento, la tierra funciona muy bien si uno la trabaja como debe trabajarla”, afirma la profesional.
“Lo recomendable para las edificaciones de adobe, de quincha, de tapial, es siempre trabajar revestimientos en tierra”. Solange Miranda Coletti, arquitecta.
Reconstrucción de sede
Un ejemplo de lo anterior es la reconstrucción de la sede del Colegio de Arquitectos en calle Almagro, donde la obra se realiza con materiales originales recuperados y tierra adecuada.
Johnny Alcayaga, arquitecto de la obra, indica que no tuvieron problemas con el Consejo de Monumentos Nacionales para hacer la intervención, porque tras el terremoto de este año se emitió una resolución que exime de permisos para todas las viviendas que están en el casco histórico. “En este caso lo ideal es recuperar lo máximo posible de la edificación original, ya sean piezas de madera o elemento tierra. Esta tierra hay que limpiarla, hacemos un proceso y la que no se puede limpiar la retiramos y traemos tierra nueva”.
“En este caso lo ideal es recuperar lo máximo posible de la edificación original, ya sean piezas de madera o elemento tierra". Johnny Alcayaga, arquitecto.
Afectadas
Juana de la Rivera, reside en calle Balmaceda 60 y su vivienda ha sufrido un serio deterioro con los sismos. De hecho, tiene habitaciones inutilizables e incluso muros se han hundido algunos centímetros y hay un serio peligro en un sector de la casa.
Dice que está a la espera de alguna solución de las anunciadas, pero que solo la han visitado muchas ocasiones, pero reparaciones hasta ahora nada. “Tengo 79 años y he vivido toda mi vida acá. Aquí se casaron mis padres y nacimos las dos con mi hermana, pero con el terremoto se dañó toda la estructura. Estamos esperando aún que nos ayuden”.
Carmen Vega atiende su almacén de nombre Rivera del Elqui, ubicado en calle Almagro. En su caso también se crió en el barrio que hoy es zona típica. “La casa ha sufrido daños, se agrietaron las paredes, una que está muy dañada y a punto de caer y también dos dormitorios que hemos tenido que dejar de utilizar, porque el muro que los divide se puede derrumbar y es muy peligroso. Hacer una reparación ahí costaba más de cuatro millones de pesos que no los tenemos”, señala.
Al igual que otros afectados está a la espera de una reparación mayor, aunque reconoce que ya se realizaron algunos arreglos, pero los temblores han dejado a maltraer la vivienda de adobe.