Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Hasta el momento hay 76 viviendas que presentan daños producto del terremoto y el deterioro. Autoridades apuntan a la lentitud en que opera el Consejo de Monumentos Nacionales por lo que piden cambios a la Ley.

El sismo de 6,7 grados Richter que afectó a la región durante la noche del sábado dejó como gran afectado el casco histórico de la ciudad de La Serena. La caída de una cornisa de la Catedral de la ciudad fue una imagen que circuló profusamente por los medios de comunicación dejando en evidencia que los daños producidos por anteriores sismos y lluvias tienen a mal traer a muchas de las viviendas que se encuentran dentro del perímetro con declaratoria de Zona Típica.

El hecho fue denunciado tanto por la intendenta de la región, Lucía Pinto, como por el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, luego de una visita al centro de la ciudad.

“Estamos centrados en la problemática que nos presenta el casco histórico, en donde, según la información que ha ido levantando la municipalidad, hay más de setenta edificios comprometidos con problemas producto del sismo. Algunos de ellos ya venían con daños desde el terremoto del 2015 y terminaron por destruirse con este nuevo movimiento; además de otros en que se generan nuevos problemas”, indicó la máxima autoridad regional.

El casco histórico de La Serena fue declarado Zona Típica el 12 de febrero de 1981 y es el más grande de Chile, según señala el alcalde Roberto Jacob, al contar con 100 manzanas en que predominan construcciones con estilo colonial y neoclásico.

La declaratoria es una gran traba al momento que los propietarios necesitan hacer mejoras en las viviendas, dice el alcalde. El gran problema, explica, es la demora que tiene el Consejo de Monumentos Nacionales para responder a las solicitudes.

El alcalde cuenta que el Arzobispado de La Serena hace un año había pedido autorización para reparar la cornisa que se cayó con el sismo.

“Si no hubiera pasado esto, lo más probable es que hubiera pasado dos años antes que le dieran la autorización al Arzobispado para reparar la cornisa que se cayó. Ese es un botón porque ha pasado con muchas casas  que hoy tenemos en el casco histórico que sufrieron el terremoto anterior, después que sufrieron con el temporal porque el agua reblandece el adobe y por eso hay muchas fachadas que se cayeron”, dijo.

“No culpo a la oficina de La Serena. Culpo a quienes deciden en Santiago y como no conocen la realidad y no vienen a ver, se dan todo el tiempo del mundo. Yo estoy de acuerdo en que se cuide el patrimonio pero no lo cuiden tanto porque cuando terminen de cuidarlo no va a quedar nada”.

Cambios a la ley de monumentos nacionales

La intendenta Lucía Pinto indicó que tras el sismo se tomó contacto con  la ministra de Cultura para que informara sobre cambios a la Ley de Monumento Nacional.

“Se comprometió a venir dentro de los próximos días para recorrer personalmente los lugares junto al alcalde (Roberto Jacob) y parlamentarios. El presidente Sebastián Piñera una vez que asumió el gobierno, sabiendo del problema y de la lentitud que genera la Ley de Monumentos y de Patrimonio solicitó que se actualizara esta ley y se está trabajando en ello de manera que vamos a conocer de la boca de la misma ministra cómo va ese trabajo y no seguir esperando que nuestro casco histórico se destruya para tomar acciones al respecto”, dijo Pinto.

“También tomamos contacto con el subsecretario de vivienda para analizar y comenzar la reparación de las casas y las viviendas que están siendo habitadas y que presentan serios problemas estructurales”, agregó.

Según se informó en su momento, el cambio en la normativa busca actualizar la normativa,  entre otros cambios incluye modificaciones para facilitar procedimientos y autorizaciones que se requieren para intervenir o conservar sitios patrimoniales.

El alcalde espera que el principal cambio sea que exista un consejo que funcione en La Serena.

Catastro

Hasta ahora de las 120 casas catastradas,  76 casas revelan daños de menor a medio. Se espera que en una semana el levantamiento de información que está realizando la Dirección de Obras Municipales de La Serena, la Oficina de la Vivienda y las delegaciones permita tener un catastro más claro de la situación del casco histórico de la ciudad, se determine las propiedades que presentan mayor nivel de daños y se entreguen certificados de inhabilidad.

La intendenta indicó que la mayor preocupación es hacer el levantamiento de los casos más urgentes en vivienda, para  luego poner énfasis y orden en infraestructura turística y comercial.

Subsidios

Parte del problema que existe en la ciudad es que las viviendas en muchos casos son sucesiones o herencias, “gente que no tiene los medios económicos y está obligada a vivir ahí porque se la dejaron en algún momento, por eso la ayuda tiene que venir del Estado como subsidio, por eso pedí la declaración  de Emergencia o de Excepción para apurar los medios económicos”, dijo.

Junto con indicar que es el Estado desde donde deben emanar recursos para la reparación de las viviendas afectadas, indicó que está solicitando ayuda para la creación de un subsidio para la reparación de sistemas eléctricos del casco histórico.

“Se quema una casa y se quema una cuadra entera. Tenemos dos grandes casas, la Casa Piñera y la Casa Findell, que están quemadas, qué estamos esperando. Llegó el momento de ponernos serios”, apuntó.

Sobre la posibilidad de otros fondos, la autoridad comunal indicó si bien existen algunos que permitiría abordar la problemática del centro de la ciudad, el Consejo de Monumentos Nacionales sigue siendo un obstáculo.

“Hay proyectos o subsidios de renovación urbana pero ningún arquitecto se quiere meter porque saben con las trabas que se va encontrar para hacer cualquier trabajo de la Zona Típica. Debe haber un instrumento que sea práctico y rápido  y que no tenga costo para la gente dueña de las casas antiguas”.

Derrumbe en calle Brasil

Durante la mañana de ayer el derrumbe de la fachada de una vivienda en calle Brasil, dejó en evidencia el deterioro que presentan los inmuebles en este sector de la ciudad.

Rodrigo González, que viajó desde Copiapó junto a su familia para visitar a una tía, vivió el desplome del muro.

“Estábamos durmiendo y esto se desploma, pensábamos que era una réplica. Estábamos asustados por todo lo que estaba sucediendo y la pared del vecino se vino abajo. Estamos en riesgo de que esto se desplome, entonces empezamos a sacar a las niños para que estén más seguros”

“Todo esto es de adobe y estamos muy nerviosos porque así como se cayó la pared puede derrumbarse adentro”, contó.

 

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