El exmilitante y expresidente del Partido Regionalista Independiente (PRI), Eduardo Salas, visitó la región con el objetivo de coordinar el trabajo que se realizará en las comunas de Los Vilos, Coquimbo y La Serena donde espera reunir 800 firmas para constituir el movimiento político Nueva Clase Media (NCM).
Salas, que fue expulsado por la tienda oficialista en abril del año pasado, apuesta por su nueva colectividad y asegura que su sello es de centro aunque no se cierra a la posibilidad de conversar con distintos actores “democráticos”.
-El PRI, su antiguo partido, dice ser de centro ¿Está más hacia la izquierda o la derecha?
“En el PRI ocurrió algo y fue el motivo por el cual yo fui marginado y es que sobre derechizó. Nosotros teníamos la idea que éramos un partido de centro y que tenía que entenderse con determinados actores y por eso fuimos parte y colaboramos en la campaña del presidente Sebastián Piñera, porque representaba al centro”.
-¿Cree que el PRI fue usado por la derecha?
“Esto lo quiero decir con mucha honestidad porque es clave para que la gente pueda entender. En algún momento creímos que había un sector de la derecha que podía hegemonizar con ideas democráticas pero al poco tiempo nos dimos cuenta que no ocurría y no ocurrió. Para nosotros siempre fue importante el tema de los derechos humamos, siempre fue nuestro sello. Yo trabajé en la Vicaría de la Solidaridad, estuve a cargo del archivo de detenidos desaparecidos y cuando vimos que se generó el estallido social y junto con ello se dicta un Estado de Emergencia y toque de queda que inevitablemente implicaría violaciones a los derechos humanos nos desilusionamos y fue muy fuerte y marcamos distancia. Junto con Alejandra Bravo habíamos comenzado con este nuevo proyecto en junio y desde esa fecha lo fortalecimos aún más”.
-Cuando Adolfo Zaldívar impulsó el proyecto del PRI ¿Fue ingenuo al tratar de aliarse con la derecha?
“En esa oportunidad nosotros dimos libertad de acción pero muchos estábamos respaldando a Piñera por esa condición de centro que tenía. Yo no sé si decir que fuimos ingenuos, pero al menos creímos en un proyecto común que hoy vemos que es impracticable”.
-¿Por qué?
“La derecha hoy está cada vez más arrinconada y con una posición reaccionaria y que no quiere cambios de ningún tipo. Incluso lo detectamos en aquellas personas que en algún momento creímos que podían mirar al país con ojos distintos como Andrés Allamand (RN), que siempre marcó una línea más democrática, pero se sobre derechizó y hoy está liderando la campaña por el Rechazo”.
De la DC al PRI, ahora un NCM
-Ahora está con un nuevo proyecto político llamado Nueva Clase Media (NCM) ¿La ciudadanía volverá a creer si ya lo vio en una posición y luego en otra?
“Yo creo que la gente termina midiéndonos por los actos permanentes. Yo soy un abogado con 57 años, estudié en la época de la dictadura, fui dirigente estudiantes y estuve 13 veces detenido, incluso detenido por la Central Nacional de Informaciones (CNI) porque ya había cambiado de la DINA a la CNI. En esa época nosotros luchamos por recuperar la democracia y terminar con la dictadura. La lucha era doble porque había que hacerlo contra Pinochet y además hacerlo pacíficamente y ahí teníamos un problema con el Partido Comunista que tenía una estrategia por la vía armada y esa lucha doble la hicimos con tanto esfuerzo pero lo logramos, se recuperó la democracia pero, sin embargo, no pudimos recuperarla toda y el estallido social se justifica en esto que digo”.
-¿Y por qué no se recuperó completamente?
“Yo estuve en ese proceso y luego fui parte y apoyé a la Concertación, pero en un momento determinado la coalición se ‘achanchó’, y hay que decirlo, porque llegó un punto donde no se movió más y como no se movió más, Adolfo (Zaldívar) y yo fuimos muy críticos y nos salimos pensando que con un sector de la derecha podíamos construir un proyecto, uno democrático con un rol social significativo, sobre todo para la clase media. En ese tiempo nuestro gran discurso era la clase media y lo sigue siendo…las cosas no se dieron. Frente a todo eso nosotros mantenemos la posición y los derechos humanos, la democracia y el rol solidario del Estado son aspectos irrenunciables, es verdad que estuvimos en distintos momentos y con distintos instrumentos”.
-Usted dice que fue detenido en época de dictadura ¿No se arrepiente de haber convivido con la derecha?
“Yo creía en la reconciliación. Y la reconciliación uno la cree con todos los actores, yo sigo creyendo y a veces siento esperanza ver como Mario Desbordes, Manuel José Ossandón o el mismo Lavín (Joaquín) destiñen dentro de la misma derecha y son como una especie de reserva ética y democrática, son minorías. Yo conocí bien a la derecha y puedo decir que son una mínima minoría porque la gran mayoría está por el Rechazo, no quieren cambios y viven hablando de la violencia como si todos los días fuera esa la excusa para no cambiar Chile. Hoy día vemos a una derecha reaccionaria pero hay un sector que son como una luz y con el que seguimos teniendo contacto”.
-¿Y con la izquierda?
“Lo mismo con la gente de centro y la izquierda democrática, hay expectativas incluso en el Frente Amplio”.
Proyecciones políticas
-¿Cuál cree que será el futuro de su nuevo partido? ¿La clase media se sentirá identificada? Porque al parecer nunca llegaron los tiempos mejores para ella…
“Cuando creamos este movimiento nosotros diagnosticamos que Chile tuvo un cambio en los últimos 40 años, yo cuando ingresé a la universidad, el año 1981, ingresaban 150 mil estudiantes a la educación superior y hoy entra 1 millón 300 mil. Y en esos 40 años surgió una nueva clase media que se distingue de la antigua, gente que debe la casa, la educación de sus hijos y están llenos de deudas y fue ahí cuando dijimos que teníamos que construir algo que representara a la clase media, no para encabezarla más bien para acompañarla.
Porque los partidos políticos no están para encabezar o liderar con grandes discursos sino para acompañar procesos e ir detrás. La desigualdad motivó a la gente a salir a protestar pero también se dio una situación donde los sectores más ultra radicales de izquierda junto con otros aprovecharon para establecer mecanismos violentos, en NCM no creemos que la violencia sea una mecanismo político eficaz, no lo fue en el pasado y tampoco ahora, vamos a tener un 26 de abril y ese día la gente podrá ir a votar y a pesar de uno u otro movimiento tengo esperanza que lo hará”.
-¿Cuál es el domicilio político de NCM? ¿Podría acercarse al FA o regresar a Chile Vamos?
“Nosotros estamos en el centro político, somos de centro. Chile Vamos dejó de existir, ese proyecto se terminó hace tiempo, se terminó. La coalición tuvo un objeto y una razón de ser”.
-¿Por qué dejó de existir?
“Cuando fui secretario general del PRI me tocó constituir Chile Vamos y firmamos 21 acuerdos donde estaban los derechos humanos, la democracia, el rol solidario del Estado y una serie de temas y nada de eso se respetó, y hoy está diseminado. Creo que Chile Vamos fue una experiencia y un intento interesante que logró alcanzar el Gobierno pero no logro mantenerse o sostenerse. Para mí es un proyecto terminado”.
-NCM tiene un sello regionalista ¿Se podría acercar a la federación de Jaime Mulet?
“Nosotros no negamos nada. En la derecha hay actores interesantes y en el caso de la izquierda está Gabriel Boric (CS), en la DC, Fuad Chahín dentro de todo lo ha hecho bastante bien…él (Jaime Mulet) es independiente y apoyó al diputado Pedro Velásquez hay varios actores y uno tiene que construir democracia”.
-¿Estaría dispuesto a apoyar una eventual candidatura a alcalde del hijo de Pedro Velásquez?
“Yo creo que es una carta que Coquimbo debe observar y si se dan esas circunstancias es muy probable que exista ese respaldo ¿Por qué no? También nos importa lo que pueda suceder en La Serena”.
Plebiscito nacional
-¿Le complica que la mayoría de la derecha vote por el Rechazo?
“Yo creo que ellos tienen un techo muy bajo hoy día, incluso más bajo que el año 1988 te recuerdo que sacaron el 43% en el Sí y gano el No con el 56 %. Yo creo que varias encuesta lo señalan que la opción del Apruebo tiene muchas posibilidades”.
-¿No funcionará la campaña del Rechazo?
“Yo creo que la campaña del rechazo no va a funcionar porque los argumentos son demasiados pedestres y la gente ya no les cree. En los videos de la campaña se puede ver que le piden no cambiar la casa y dice que se puede arreglar siendo que esa casa tiene los cimientos malos o cuando dicen que hagamos los cambios ahora con leyes y que para eso no es necesario esperar dos años y lo encuentro muy absurdo porque se puede ir haciendo estos cambios y por otro lado construir una nueva Constitución. Los que dicen esto son los sectores que jamás hecho leyes o promovido cambios.
Hay una tremenda posibilidad porque sería una tremenda oportunidad y la primera nacida en democracia. El Rechazo no tiene ninguna posibilidad, aunque no hay que descuidarse ahora también hay temas relevantes, por ejemplo, cómo va a funcionar la convención constitucional”.
Respuestas sin espera
-Ayer el secretario regional del PRI, Kenneth Olave, salió a desmentir sus dichos y dijo que el partido no se ‘sobre derechizó’ ¿Qué le respondería al dirigente?
“De sus propias declaraciones se desprende la ambigüedad en la que se encuentra ese partido que ha caído en la insignificancia y en la irrelevancia política. En el PRI asumieron actitudes como partido de derecha, yo puedo entender que en RN o en Evópoli den libertad de acción para el plebiscito pero no lo entiendo en el PRI que dice ser de centro, no lo entiendo.
El partido siempre mantuvo elementos centrales como los derechos humanos, la democracia y el regionalismo ¿Y qué le pasó hoy? Los pocos que quedan en ese partido lo olvidaron todo, yo jamás he visto un pronunciamiento sobre lo que ha pasado en los últimos meses en el país y el tema de las violaciones a los derechos humanos”.