En diferentes puntos de la conurbación La Serena-Coquimbo se realizó, durante la jornada del martes, la colecta pública de Fortezza, Corporación para la rehabilitación y educación del discapacitado. Lugares como las plazas de Armas de ambas ciudades, la Ruta 5 Norte, los distintos malls y diversos centros comerciales y supermercados fueron los lugares donde integrantes de la propia entidad se acercaron a la comunidad para solicitarle su respaldo.
El apoyo fue significativo, y llegó a una cifra que dejó satisfacción. Pues gracias al apoyo de las personas comunes y corrientes, Fortezza llegó a reunir $3.501.500, los que este miércoles fueron depositados en la cuenta de la entidad, para que venga a soslayar las necesidades más inmediatas de esta obra. El lema de esta colecta fue “Yo no vivo en otro mundo, vivo en el tuyo”, que es la segunda campaña de este tipo que se realiza.
Adicionalmente, ellos efectúan los denominados “Bingos Fortezza” y las “Cenas Fortezza”, que también generan recursos.
Mauricio Cerda, director de finanzas de esta corporación, en diálogo con “Agenda Mistral” de la 95.1, nos adentró en las principales actividades que ellos desarrollan y en su historia, además de referirse a su propia vida, pues su hijo Agustín, de 8 años, forma parte de Fortezza.
“Partimos hace 15 años, con siete niños y la fuerza y voluntad de siete padres. Hoy atendemos a 32 niños, con fonoaudiólogo, kinesiólogo, asistentes de la educación y diferentes tipos de terapia para que los niños se sientan incluidos en nuestro mundo y nosotros incluirnos en ese mundo. Sus patologías incluyen autismo, síndrome de down, parálisis cerebral, entre otras. Por ende, el espectro es amplio”, destacó.
Fortezza es una Organización no gubernamental (ONG) que se financia sólo a través de los recursos propios, más la ayuda de empresas y de los colaboradores que dejaron los pies en la calle buscando recursos en el marco de esta exitosa colecta.
El centro donde su ubican todas las actividades de Fortezza se ubica en las parcelas San Ramón, casi llegando a Huachalalume. En este lugar, cuentan con una sala de estimulación, comedores y un taller donde los menores se van desarrollando.
Además, cuentan con una lavandería que es atendida por los mismos chicos que son denominados “seniors”.
UNA HISTORIA DE VIDA
Mauricio Cerda no habla sólo desde lo organizativo, también a partir de su propia experiencia. Porque él es padre de Agustín, de ocho años de edad, que pese a las enormes dificultades ha logrado salir adelante con tesón y el trabajo de los profesionales de Fortezza.
“Al igual que cada uno de los chiquillos, Agustín es pura magia. En la vida, siempre nos preocupamos de la pega, de las cuentas que hay que pagar, pero estas vivencias te cambian por completo. Al nacer, sufrió un infarto cerebral, lo que le provocó una parálisis. Él sufre de una epilepsia refractaria, que es conocida como el síndrome de West. Como familia, nos cambió el mundo: a Andrea, mi señora, y a mí. Hoy, él es nuestro gran proyecto de vida, situación que también ocurre con los demás integrantes, que consideramos son parte de la gran familia de Fortezza”, añadió.
En un día malo, Agustín tenía 50 crisis epilépticas, pero hoy, crece día a día con diversos tratamientos, los que han sido posibles gracias a la gestión de los diversos estamentos que forman parte de una institución que tiene origen en la región y que busca el bienestar de los niños que requieren de la rehabilitación, todos los días y para siempre. 3801i
APUNTANDO A NUEVOS RESPALDOS
Respecto de las posibilidades de acceder a recursos públicos, Cerda comentó que “estamos revisando los aspectos legales, presentando algún tipo de proyecto, para que el Gobierno pueda apoyarnos. Nos estamos abriendo a esa posibilidad, pero en la actualidad nos encontramos en el plano de las buenas intenciones, pero en todos nuestros años no hemos contado con subvenciones”, recalcó el director de finanzas de la Corporación Fortezza.