• Las apoderadas y sus hijos que son parte de la Escuela Especial KonaVarúa, quienes denunciaron el aprovechamiento de una profesional que sacaba bonos en Fonasa de manera inadecuada.
Crédito fotografía: 
Óscar Rosales
La profesional que no fue identificada prestaba sus servicios en escuela especial de Las Compañías donde atendía a menores y a la vez sacaba bonos con sus nombres para cobrarle al Fondo Nacional de salud sus prestaciones.

La administración de la escuela Especial KonaVarúa, ubicada en el sector de Las Compañías, puso término al contrato de una fonoaudióloga que habría utilizado de manera fraudulenta los números de RUT de los alumnos para estafar a Fonasa sacando bonos como si los atendiera de manera particular y no en el colegio, donde se le pagaba un sueldo por sus servicios.

Esta situación fue denunciada por los apoderados y confirmada por la directora del establecimiento Yasna Páez,  quien explicó que ellos se enteraron a través de una apoderada que se percató que a su hijo le habían sacado bonos en el sistema de salud Fonasa.

Frente a lo anterior, desde la escuela tomaron contacto con Fonasa y se les confirmó que una profesional que les prestaba servicios había estado sacando bonos. “Nosotros los contactamos porque ellos tenían que hacer la primera investigación para ver si estos bonos eran sacados en forma voluntaria o de forma fraudulenta por esta profesional. Cuando nos comunicamos con Fonasa enviamos la nómina de los chicos que se atendían en el establecimiento y verificamos que existían 15 alumnos que  estaban con obtención de bonos”.

"Sabemos que este es un delito que se hizo al sistema de salud, porque eran ellos los que reembolsaban estos bonos”. Yasna Páez, directora del establecimiento.

INFORME A LOS APODERADOS

Una vez comprobado lo que estaba ocurriendo, la dirección de la Escuela especial KonaVarúa se reunió con los apoderados y les informó de la situación, al tiempo que despedía a la profesional. También denunciaron lo ocurrido a la fiscalía, “porque  tenemos que resguardar también nuestra imagen. Sabemos que este es un delito que se hizo al sistema de salud, porque eran ellos los que reembolsaban estos bonos”, sostiene la directora Yasna Páez.

En el establecimiento suponen que la profesional acusada obtuvo los RUT de los menores en el recinto, ya que al prestar servicios allí tenía acceso a cierta información.

“La funcionaria tenía una contratación de 15 horas las cuales eran remuneradas por el establecimiento. Nosotros nunca necesitamos ni vamos a necesitar Fonasa para la atención de nuestros niños”, señala la directora de la escuela, quien agrega que cuando confrontaron a la profesional, ésta reconoció los hechos y fue desvinculada.

LOS APODERADOS

Una de las apoderadas, Marcela Carú, quien se dio cuenta de lo que ocurría cuando fue a sacar un bono a Fonasa y le dijeron que la capacidad estaba copada, así narra lo ocurrido.

“Fui a sacar bonos porque necesitaba atender a mi hijo con una fonoaudióloga particular y me encuentro con la sorpresa de que tengo copado el límite de bonos del año, porque ellos tienen un límite para estos profesionales. Les dije que había sacado un solo bono y me quedaba libre todo el resto del año y ahí me entregan un historial de los bonos y me da el nombre de la profesional y a qué hora se sacaron y fue en la consulta de la profesional”, que precisamente era la misma que atendía a su hijo en el colegio. 

Lo peor vendría después, ya que ubicó a la fonoaudióloga que trabajaba en el colegio y ésta le ofreció dinero y pagar el tratamiento particular del menor a cambio de que retire la denuncia que había hecho en Fonasa. “Le exigí que me explicara qué estaba pasando y me dijo ‘mamita yo lo sé, hay un niño que lo estoy tratando con el nombre de su hijo, trajo un papel médico con sus datos y yo no sé qué está pasando’. Esa fue toda la explicación que me dio, ‘pero le aseguro que su hijo no se va a quedar sin atención. Yo no quiero que su hijo se quede sin terapia, le ofrezco pagarle todas las terapias particular a cambio de que usted retire esa demanda’, lo que yo no acepté y le dije que llegaría hasta el último con la investigación”, narra Marcela Carú.

BONOS Y PROGRAMAS MÉDICOS

Otra apoderada, Valeria Delgado, señala que se vieron sorprendidas por lo ocurrido y que la fonoaudióloga que trabajaba en la escuela Especial KonaVarúa, “utilizó en su consulta particular los datos de nuestros niños haciendo mal uso de Fonasa, ocupando bonos y programas médicos que no fueron utilizados por nuestros niños, porque nadie se atendió con ella en forma particular, siempre ha sido en el colegio, donde estaba contratada con un sueldo, ella hizo un fraude al fisco con los datos de nuestros niños que son vulnerables”.

 

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