El concejal Alejandro Pino Uribe expuso la preocupación que tienen vecinos del sector Cisternas, a la altura de Huanhualí, debido a que en una de las viviendas del barrio se realizan permanentemente fiestas y actos que alteran la tranquilidad.
De acuerdo a lo manifestado en el seno del concejo comunal, en dicha casa “se inician actividades de tipo musical, con algunas expresiones de gritos y otras circunstancias, como a las siete de la tarde y terminan como a las nueve de la mañana, con parlantes a todo volumen hacia calle Cisternas. Ha existido lanzamiento de botellas a casas de vecinos, agresiones y por lo menos un apuñalamiento dentro de ese hogar y, además, se descubrió después que había algunas plantas de marihuana”, señaló la autoridad comunal.
Recordó que junto al concejal Ramón González, se reunieron con el comisariode Carabineros, Juan Carlos Pérez, para buscar una solución. Indicó que los problemas comenzaron en el año 2015 y se ha ido tornando cada vez más escandaloso, lo que ha significado que un vecino quiera vender su casa y no encuentra comprador porque se enteran de lo que allí ocurre.
“Me llama la atención que la persona que siempre ha sido infraccionada por Carabineros, en lo que va de los últimos dos meses del año pasado y lo que va ahora en el mes de abril, tiene ya más de siete partes registrados y no ha pagado ninguno y lo otro que me llama la atención es que siempre le aplican una Unidad Tributaria Mensual, en consecuencia que cuando es reincidente de un parte, el segundo va subiendo, sin embargo, tienen el mínimo”, expuso.
Pino añadió que los partes corresponden al Primer Juzgado de Policía Local y que es probable que existan otras denuncias en el Segundo Juzgado, por lo que solicitó que se pidan antecedentes a ese tribunal.
Mencionó que la paciencia de los vecinos se ha agotado y han denunciado los hechos, porque han dañado incluso el portón del condominio y han lanzado botellas a un residente.
El concejal dijo que muchas veces ni siquiera les pueden pasar partes, porque al llamar a la policía, bajan la música y no sale nadie y ha trascendido que se trata de gente peligrosa.