Reconocidos investigadores provenientes de Estados Unidos y Europa visitaron la región de Coquimbo en calidad de ponentes del Congreso del Futuro 2018, actividad que se desarrolla simultáneamente en 11 ciudades del país para acercar a la ciudadanía al trabajo que se realiza en beneficio de la ciencia.
Las ponencias de la jornada central se llevaron a cabo en el Salón de Eventos del Casino Enjoy Coquimbo a donde llegó un nutrido grupo de personas, en su mayoría estudiantes universitarios, atraídos por un programa que incluía charlas sobre avances en astronomía, medicina, educación, migración y democratización de datos.
Pasadas las 10:00 horas, el Intendente Claudio Ibáñez fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes. Recalcó que el lema de esta versión del congreso es “toma conciencia hoy”, una frase que llama a construir desde el presente la “civilización del futuro”.
Ibáñez además manifestó que el “país ha sido líder en la visión de futuro”, pues es una preocupación que convoca a todos los actores de la sociedad, y bajo la instancia del congreso se han dado a conocer investigaciones muy importantes alrededor del mundo.
1. La “astronomía zombie” que da vida a los datos muertos
Bajo la premisa de impulsar la ciencia ciudadana y democratizar el acceso a la información que se tiene del universo, la investigadora estadounidense Alyssa Goodman lideró la ponencia “Astroinformática: democratización de datos”, con la que presentó varios proyectos que adelanta en su país, así como los software gratuitos que se utilizan para mostrar datos astronómicos a la población e investigadores.
La experta comentó que hace una década la revista Wired se aventuró a publicar una nota en portada que predecía el fin de la ciencia teórica ante la masiva irrupción de los computadores, sin embargo, esto no fue así, ya que ahora “los humanos y computadores enseñan sobre el universo”.
Goodman detalló lo que se puede hacer con el software Word Wide Telecoscope, el cual tiene un buscador con el que se puede obtener información de cientos de años atrás e incluso hacer entradas en plataformas colaborativas como Wikipedia.
La académica resaltó que con este tipo de programas con los que también se pueden obtener modelos bidimensionales y tridimensionales, se puede llegar a la “astronomía zombie”, lo que quiere decir que “se están trayendo datos muertos a la vida”.
En entrevista con Radio Mistral, Goodman manifestó sentirse gratamente sorprendida del interés que vió en los estudiantes de la región. “Hay mucho interés en ciencia y en particular en astronomía, así que estoy muy contenta de lo que pueda surgir a partir de ahora con estos jóvenes”, acotó.
2. Búsqueda de exoplanetas que puedan albergar vida
Con la ponencia “Telescopio Espacial: el espectro electromagnético de la luz de los exoplanetas”, el académico de la Universidad de Princenton Jeremy Kasdin, explicó los avances en la tecnología que se pretende aplicar en una década aproximadamente a los instrumentos de visualización del espacio, lo que les permitirá captar imágenes directas de exoplanetas y de otros sistemas solares.
Estos avances radican en el uso de un dispositivo llamado coronógrafo y de la construcción de una pantalla solar, inspirada en lo que ocurre durante un eclipse, que genera una sombra sobre un cuerpo celeste.
“La posibilidad de que otros planetas fuera de nuestro sistema solar sean habitables es una de las interrogantes que desde el inicio de las ciencias como la astronomía y la física nos hemos hecho”, indicó el investigador, quien detalló que hasta el momento se han descubierto más de 35.000 sistemas solares, pero ninguno parecido al nuestro.
También se sabe que hay miles de exoplanetas, sin embargo, por la lejanía y por la reflexión a causa de la luz de la estrella que los acompaña, aún no se han podido determinar los colores, la masa o el tamaño de éstos, o si alguno podría tener un aspecto similar a la tierra.
“La única manera en que podemos ver si pueden albergar vida es sacando la luz que se puede ver desde ese planeta, y para lograrlo debemos tomar la imagen de dicho planeta y de su espectro”, precisó.
Se estima que los nuevos sistemas tecnológicos comenzarán a implementarse en telescopios espaciales que serán lanzados a partir del año 2025, mientras que para el 2040, la NASA tiene previsto enviar cámaras a sistemas solares cercanos.
“Esto será transformador para la humanidad y para la ciencia porque se trata de responder estas preguntas fundamentales sobre quiénes somos y de dónde venimos, incluso si hay vida más allá de nuestro planeta. Mi sensación personal es que va a ser algo de mucha humildad si es que encontramos vida en otros lados, eso nos hará pensar sobre nosotros mismos”, exclamó Kasdin.
3. Las políticas migratorias deben ser globales para que funcionen
La investigadora danesa Ninna Nyberg fue la tercera ponente de la jornada con el tema “Migraciones: La movilidad humana en tiempos de crisis y los escenarios para el futuro”.
Durante su intervención, insistió en que las personas siempre han migrado, por ser un proceso fundamental para la supervivencia y el desarrollo de las sociedades.
Para Nyberg es de suma importancia entender que los migrantes son personas que “se cansaron de esperar el desarrollo de los lugares donde nacieron y por eso buscan la posibilidad de invertir en mejores futuros para ellos y sus familias”.
Además, alegó que mientras varios estudios a nivel mundial demuestran que la migración contemporánea tiene que ver con esa promesa de desarrollo económico, social y político, “las restrictivas medidas de control migratorio han afectado el desarrollo humano”.
“El problema está en que se ve a la migración como una medida de crisis y en términos de pérdida de control, pero hay que estudiar otros puntos de esta materia”, indicó.
Apoyada en cifras, la especialista indicó que en los últimos años los flujos globales de la migración se han mantenido entre 2,3% y 3,4%. Sin embargo, resaltó que se debe prestar atención a cuestiones como la capacidad económica o territorial de cada país para albergar migrantes.
“Según Acnur hay más de 66 millones de personas han sido desplazadas de su país de origen, pero si estudiamos bien la historia no es la primera vez que esto sucede. Además, el 84% de los refugiados se encuentran en países desarrollados”, apuntó.
Por último, la académica sostuvo que para canalizar el tema de la migración debe existir un cambio estructural, que contemple acciones regionales, nacionales y globales.
“La creciente desigualdad global impulsa el crecimiento de la migración, la prevención de conflictos es fundamental para disminuir la migración y este tipo de cosas se resuelven a nivel global (…) un Estado solo no puede hacer gran cosa si otros Estados ejecutan políticas sin incorporar a los demás, porque resultarán afectados por estas políticas tarde o temprano”, explicó.
4. La importancia de prestar atención a la infancia temprana
Con una ponencia basada en la Medicina Social, la especialista en pediatría estadounidense Judith Palfrey expuso sobre el desarrollo de la infancia temprana y su impacto global, además de presentar a Chile como ejemplo en el área, al tener un programa especializado que se aplica en todo el territorio nacional.
Afirmó que cuando un bebé nace se requiere más que alimentación, pues también es importante la estimulación, así como el apoyo de sus padres y familias. “Diversos estudios registran los efectos negativos de no contar con la necesaria estimulación en animales y en niños. Además, todos los modelos reafirman que tener a sus padres es una necesidad absoluta”, precisó.
Insistió en que el foco de un buen desarrollo debe centrarse en los bebés más pequeños, pese a que en la actualidad se le da más peso a los adultos. “Si no entendemos que esto comienza antes, estamos perdiendo el punto”, dijo.
Para demostrar su hipótesis, mostró varios estudios realizados en Estados Unidos con los que se determinó la brecha existente entre los niños pobres y los niños con más recursos, en base a su coeficiente intelectual. Aunque cuando comenzaron el estudio tenían el mismo CI, en los niños más pobres cayó este indicador al no recibir la debida estimulación.
“Los bebes solo pueden aprender si experimentan (…) los niños exploran, tocan, ven y físicamente están experimentando”, acotó.
Luego de realizar un resumen de los distintos programas aplicados en Estados Unidos como Head Start y BEEP, Palfrey se refirió al programa Crece Contigo que se implementa el Chile y que este año cumple una década.
5. Educar mejor a los estudiantes pasa por interactuar más en las aulas
Con una entretenida ponencia sobre Tecnología Educativa, el PhD en física Eric Mazur, quien es profesor titular de la Universidad de Harvard, se refirió a los nuevos métodos que pueden implementarse en las aulas de clases de todos los niveles para captar la atención de los alumnos y de esta manera contribuir con un aprendizaje real.
Primero comentó que el modelo de enseñanza que se repite en todo el mundo es el de acudir a la información que ya está en libros, en internet o en videos para luego evaluar a los estudiantes por lo que replicaron en sus exámenes. Mazur reconoció que eso era lo que él también hacía desde que comenzó a impartir clases en los años 90.
“Creí que lo hacía bastante bien, porque además le enseñaba a personas de medicina o ingeniería a quienes no les interesaba la física. Todo eso era una ilusión. Me di cuenta tras una reflexión que la educación es mucho más que transferir información, eso es importante pero no es suficiente”, relató.
Aseguró además que en el proceso de aprendizaje es fundamental hacer algo con la información y para ello se debe crear un modelo mental que le de sentido a esos datos. “No se trata solo de memorizar, sino de aplicar”.
Entonces ¿qué es lo que se debe hacer en clases? Mazur señaló que es mucho más efectivo enseñar por medio de preguntas en vez de dar toda información en el aula.
“Eso lo dijo Sócrates hace mucho tiempo. Por eso en mi clase no digo nada. Los estudiantes pueden leer el material, pero en mi clase enseño preguntando para que ellos piensen y le pregunten a sus otros compañeros si tienen una respuesta similar o diferente a la de ellos. Luego sí doy la explicación de la interrogante y de esta manera el ciclo acaba”, detalló.
Para Eric Mazur, todos los humanos “nacemos como científicos, ya que si nos fijamos en los niños, ellos no paran de preguntar porque quieren entender el mundo”. Sin embargo, cuando los jóvenes llegan a las universidades ya no preguntan y “es por el tipo de educación que se imparte”.
“El cerebro no recuerda hechos sino modelos ¿Cuál es la manera de construir un mejor futuro para enfrentar las diferentes problemáticas futuras como salud, u otros conflictos?
Necesitamos educar mejor a las personas y una forma de hacerlo es interactuar activamente con los estudiantes en el aula de clase”, culminó.