Mayor tiempo en familia, lidiar con los quehaceres del hogar, los hijos, la teleeducación y el teletrabajo, la angustia económica o falta de empleo, han provocado una ruptura en la rutina que gran parte de las personas tenía antes de la pandemia, provocando situaciones de estrés y ansiedad que podrían significar un aumento en el consumo de ciertas sustancias.
Diversos estudios a nivel internacional han demostrado que en esta pandemia el consumo de alcohol y otras sustancias ha ido en aumento por todos esos factores, especialmente en quienes ya tenían antecedentes o problemas con adicciones anterior a la crisis.
En la región de Coquimbo, pese a que no existen datos sobre aquello aun, para los funcionarios del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) existe la percepción que esto ha crecido.
Una percepción que no solo existe a nivel regional, sino que en todo Chile, es por eso que desde la dirección nacional del servicio decidieron lanzar una encuesta nacional con el fin de conocer la realidad de cada una de las regiones y el comportamiento de sus habitantes en relación a consumo de alcohol y drogas.
Según explicó Andrés Pizarro, director regional de Senda, este instrumento busca “ver si realmente hay aumento del consumo de alcohol y drogas, si se ha mantenido, cual ha sido la droga que más aumentado en su consumo, cómo se consigue la droga hoy en día en tiempos de pandemia”.
Se trata de una encuesta que se realiza de forma online completamente confidencial y voluntaria, que pueden contestar todas las personas mayores de 18 años hasta el 26 de junio.
“De esta encuesta vamos a sacar los lineamientos de trabajo de las políticas públicas en relación al consumo de alcohol y drogas y también vamos a enfocarnos a cómo va a estar la población, si va a requerir más tratamiento, de más prevenciones, en qué edad hay mayor consumo, entonces queremos invitar a todas las personas a visitar la página y contestar esta encuesta”.
Rodrigo Maturana, encargado regional área de tratamiento de Senda, detalló que se trata de un instrumento que “nos permite tener insumos regionales en torno a cómo se está comportando la ciudadanía en relación al tema del alcohol y drogas”.
Los cambios en pandemia
Una de las principales preocupaciones de los expertos del área es que situaciones que se dan en esta pandemia, como encierro y hacinamiento, falta de empleo o de rutina, podrían influir en los cambios de hábitos de las personas.
“Si no hay información si no hay medidas preventivas lo más probable es que se pueda generar un aumento de sustancias en personas que quizás antes no tenían un consumo problemático, y por otro, los que ya tenían un consumo problemático lo más probable es que aumenten su consumo en relación a la situación de encierro y angustia” explicó Maturana.
Es por eso que recalcó que desde el comienzo de la crisis los 28 centros de tratamiento de Senda han mantenido sus programas en funcionamiento para quienes están cursando o requieren de algún tipo de intervención.
“Nosotros hemos mantenido los tratamientos de los programas que tenemos en la región con la diferencia que la mayoría de las intervenciones se han asociado a la tecnología evitando el contacto directo, no obstante los centros siguen abiertos y están trabajando con un sistema de turnos para atender ciertas urgencias, mantención de medicamentos para dar continuidad a los tratamientos”.
La situación de confinamiento en sí genera mucha angustia, indistintamente si hay o no un consumo problemático de sustancias o no (…)
Venta por delivery
Según indicó el director regional de Senda, Andrés Pizarro, existen varias denuncias sobre un nuevo sistema que ha ido tomando fuerza en el último tiempo, el reparto de alcohol y drogas a domicilio o sistema delivery.
“Se han convertido en un foco muy complicado para poder hacer una fiscalización de parte de las policías, sin embargo hay algunas denuncias que se están trabajando” explicó.
De acuerdo a lo que precisó, se trataría de un sistema complejo de detectar por las policías debido a que en muchos casos serían repartidores de comida que aprovechan la instancia para realizar otro tipo de transacciones, situación que estaría siendo investigada.
Edades de consumo
“Nosotros tenemos dos líneas de tratamiento en rango etario, hasta los 18 años que lo consideramos infanto-adolescente y desde los 18 años que consideramos población adulta” explicó Maturana.
Respecto a los más jóvenes, indicó que en el organismo estaban teniendo casos de niños 10 y 11 años con consumo problemático de sustancias, el que asoció a múltiples factores, sin embargo enfatizó en la percepción de riesgo que tenían los menores sobre algunas sustancias, lo que incidía en que las probaran e iniciaran consumo a tan temprana edad.
“Cuando colectivamente se habla que una sustancia no tiene ningún peligro, que no genera nada, como el caso de la marihuana donde sale la gente hablando de no es mala, se reduce la percepción del riesgo, lo que significa que la gente piensa que no es algo malo” aclaró.
Sobre los adultos, reconoció que la edad con mayor concentración de personas en tratamiento era entre los 30 y 40 años, sin embargo tenían usuarios de 50 y 55 años en tratamiento.
“La persona que tenga alguna problemática padre, niños, puede llamar al 1412, número confidencial que orienta a poder pedir ayuda sobre esta problemática, es gratuito y atiende 24/7” agregó Andrés Pizarro.