Conoce el programa de donación de placentas que el Hospital San Pablo de Coquimbo lidera en el país

Desde hace algunos años, la opción de dar a luz a un hijo, además de ser una felicidad inmensa para la madre y las familias, puede transformarse en una importante opción para ayudar a pacientes que lo necesitan. ¿La razón?, el importante trabajo que se desarrolla a partir de la placenta o tejido amniótico obtenido en cesáreas programadas.

El uso de este tejido con fines terapéuticos se encuentra documentado desde hace aproximadamente 3 mil años, si bien no salvan vidas, son una herramienta costo efectiva que mejoran considerablemente la calidad de vida de las personas que necesitan de la reposición de tejidos.

Actualmente los avances médicos y científicos han permitido generar tejido desde otras especies y humanos mediante procesos seguros y con calidad, para garantizar una atención óptima y resultados efectivos. Uno de estos casos es el uso del amnios humano como injerto, el cual sus beneficios y diversas aplicaciones se encuentran documentadas desde el año 1940, desde la oftalmología hasta los sustitutos cutáneos.

Cerca de década de los 70´s, con la aparición de enfermedades infecto-contagiosas como el virus del SIDA, a nivel nacional el uso de amnios se detuvo, pero con los descubrimientos de la crio conservación y la esterilización bajo radiación gamma nuevamente volvieron a procurarse desde el año 2000 en adelante.

Experiencia local

En este sentido la región de Coquimbo es pionera en esta labor, ya que el procuramiento de amnios es un programa que se planifica en el Hospital San Pablo de Coquimbo desde el año 2013 aproximadamente, implementándose de forma efectiva durante el año 2016, con procesos que se han ido perfeccionando constantemente para garantizar la bioseguridad y la trazabilidad de los injertos obtenidos y así brindar atención de excelencia a sus pacientes.

A un año de su implementación, este programa ha obtenido importantes cifras, posicionándolo como uno de los más importantes a nivel nacional, ejemplo que ya está siendo replicado en otras regiones.

“Este procuramiento de membranas nace como una alternativa real para el tratamiento de nuestros pacientes. Funciona desde el año 2016 de manera completa y somos el primer programa a nivel nacional que funciona en forma sostenida. Durante el 2016 logramos tener 9 donantes de amnios, lo que permitió obtener cerca de 127 parches de diferentes medidas que pueden ser usados en pacientes, este es un proceso beneficioso y económico, ya que los parches generalmente cuestan sobre los $200 mil pesos y a nosotros nos sale en un valor entre los 20 a 40 mil pesos”, indicó Lida Miranda, Enfermera a cargo de la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos del Hospital San Pablo de Coquimbo.

La profesional, además señaló la importancia de estas membranas en diversos tratamientos, ya que posee múltiples beneficios en pacientes que necesitan la reposición de tejidos por diversos motivos.

“Esta membrana disminuye el dolor, ayuda a la cicatrización, disminuye a la inflamación, por lo tanto, entrega beneficios reales a pacientes que sufren quemaduras, heridas del tipo diabético, heridas de úlceras venosas, entre otros. Estamos muy contentos con el trabajo desarrollado, posicionándonos a la vanguardia a nivel nacional, recibiendo a otros coordinadores a que se capaciten sobre este proceso en nuestras dependencias”, agregó Lida Miranda.

Durante esta semana, el equipo que trabaja en el Hospital San Pablo, recibió la segunda visita de pasantes a aprender este trabajo. Esta vez se trata de una profesional del Hospital de Chillán, quien se suma a la visita anterior de profesionales desde Osorno.

“Nuestra unidad lleva cerca de 7 años funcionando y nuestro equipo se ha ido potenciando logrando un importante trabajo en estos años. Hemos tenido importantes resultado y por esta razón creemos que el procuramiento de membranas amnióticas es un proceso que puede beneficiar de muy buena forma a nuestros usuarios, por eso me trasladé hasta Coquimbo para aprender en este Hospital como se realiza este proceso, experiencia que ha sido muy enriquecedora y estoy muy agradecida de mis colegas de acá”, señaló Gabriela Espinoza, Enfermera a cargo de la Unidad de Donación y Procuramiento de Órganos del Hospital de Chillán.

¿Quiénes pueden ser donantes?

Principalmente se busca a mujeres jóvenes y sanas, mayores de edad hasta los 45 años que vayan a tener un parto por cesárea electiva.

Deben existir algunos resguardos como que no exista alguna infección, que la donante no presente ninguna infección de transmisión, como el VIH o Hepatitis B o C y que en el momento del parto no haya presencia de meconio o excremento del bebé.