Con banderas y globos negros se encuentran los locales de comida y pescadería en el sector de Peñuelas, luego que se enteraran de forma sorpresiva que existe una orden de desalojo emanada desde el Municipio de Coquimbo. Los locales que se encuentran a un costado de la playa en la Avenida Costanera, frente a las tradicionales picadas, forman parte de la Cooperativa Peñuelas que busca una respuesta del municipio ante varios compromisos de las autoridades que no se cumplieron.
Carlos Morales, secretario de la Cooperativa Emprendedores de Peñuelas explica que están en el lugar desde el año 2013, un sector que es de concesión gratuita para la municipalidad por lo que entienden que no deberían trabajar ahí. “Sin embargo cuando el gremio de pescadores estaba a cargo de solicitar los permisos desde el año 2013 al 2015, sí los entregaban y con eso se sacaba la patente y se regularizaba la situación”. Después de ese año hubo un quiebre con el gremio y se formó la Cooperativa que cuando fue a presentar la solicitud de concesión precaria, fue negada y la agrupación comenzó a hacer gestiones para buscar una solución.
“Nosotros nos reunimos con Marcelo Pereira cuando era candidato. Se juntó en una de las casas de la Cooperativa y nos dijo que nos iba a apoyar y buscar una solución para una reubicación”.
Después de un tiempo se les indicó, desde el Municipio se iba a solicitar un terreno en comodato al Serviu para generar un proyecto de emprendimiento para la Cooperativa y pudieran trasladarse.
“Ellos (el municipio) se comprometieron a presentar el proyecto y en octubre del año 2016 se nos dice en una reunión que se están realizando trabajos topográficos en el terreno y están haciendo un proyecto conjunto con el Serviu”.
Tranquilos e ilusionados estaban los locatarios, pero este año intentando conocer el avance de esta iniciativa, especialmente para cumplir con el ordenamiento del borde costero que busca el municipio y trabajar en un nuevo lugar pidieron audiencias. “El interlocutor que tenemos ya no trabaja en el municipio y nunca nos han atendido”, explica Morales.
Isabel López presidenta de la Cooperativa señala que sufren de un amedrentamiento diario de la municipalidad, ya que constantemente les pasan partes. Como no fueron recibidos por el municipio, acudieron al diputado Sergio Gahona “y gracias a él pudimos enterarnos de la verdad dura y cruel , que el desalojo va y que no hay proyecto”.
La solicitud fue enviada por el Municipio de Coquimbo a la Gobernación de Elqui el 12 de julio, pidiendo apoyo de la Fuerza Pública para retirar a los comerciantes del sector de Peñuelas, que no tienen permisos, el día 30 de julio.
“Nosotros enviamos el 5 de julio una carta a Contraloría indicando que no éramos escuchados por el municipio y el 12 ya envía esta solicitud de desalojo. Eso quiere decir que el alcalde ni siquiera se quiso acercar a conversar con nosotros. Nosotros decimos ok, está en su derecho, es el alcalde, pero nos dejó en el aire porque estaba comprometido un proyecto y nunca ha existido”, señala Morales.
Isabel agrega que sí van a cumplir la ley y desalojar “pero nos duele mucho porque después de la tragedia del tsunami, nosotros estábamos al otro costado trabajando y nos reubicaron. Lo perdimos todo y no recibimos ningún tipo de ayuda y en octubre nos dieron un espacio y en enero del 2016 pudimos trabajar y en marzo se nos acabaron los permisos y desde ahí estamos en mesa de conversación y nos engañaron todo este tiempo”.
“Si el alcalde Marcelo Pereira se acerca y fríamente nos dice sabe que no tengo solución y deben irse de acá, por último uno sabe las condiciones, pero de un día para otro aparece este desalojo”.Carlos Morales, secretario Cooperativa Peñuelas
Según la Cooperativa son más de 400 personas las afectadas, porque hay muchas familias detrás. “No somos personas que no necesitemos trabajar, no tenemos tantos recursos y ni siquiera nos informan que nos van a sacar. Nos van a destruir nuestros locales. Marcelo Pereira nunca nos ha querido recibir”, señala Isabel.
BUSCAR UNA SOLUCIÓN
Al recibir la solicitud de apoyo de la Fuerza Pública por arte del Municipio porteño para el desalojo, desde la Gobernación de Elqui decidieron conocer la realizad del sector, ya que se mostraron sorprendidos porque muchas personas quedarían sin trabajo.
“Más que pedir desalojo y buscar a la Fuerza Pública para ello, como lo ha solicitado el municipio, creo que lo importante es dialogar, conversar y buscar una solución a las personas. Hay que considerar el bienestar social”. Sergio Gahona, diputado
La gobernadora de Elqui, Daniela Norambuena señala que los locatarios fueron instalados en esta concesión marítima otorgada a municipio y que por un tema de ordenamiento territorial, recibieron esta solicitud formal de desalojo. “Nosotros hemos iniciado acciones de conocimiento y diálogo para ver en qué situación están. El acercamiento está y nosotros somos un gobierno de diálogo y lo que buscamos y queremos es entregarle una solución”.
Norambuena agrega que sí van a entregar desalojo en materia de seguridad, como se hace en Baquedano “pero no vamos a proceder a ciertos desalojos que vengan en desmedro de la comunidad y de personas que necesitan trabajar. Sí vamos a buscar una solución concreta y en eso estamos trabajando de manera coordinada con el municipio. Sabemos que existe una alternativa de que se instalen en un terreno privado”
Además se trabajará junto a la seremi de salud para el cumplimiento de la normativa y también con el Servicio de Impuestos Internos. “Cuando uno procede a un desalojo, debe hacerlo de forma muy responsable. En casos sociales hay que buscar una alternativa”, añade Norambuena.
Quien también critica el desalojo es el diputado Sergio Gahona, quien ha estado apoyando a los locatarios en el último tiempo. El parlamentario rechaza la forma “intempestiva” de la acción y aunque entiende que es un legítimo derecho del municipio de Coquimbo “también hay que entender que se deben buscar alternativas para todas las personas que están allí. Antes de expulsarlos del lugar, hay que iniciar conversaciones para buscar alternativas para los comerciantes de Peñuelas”
Por su parte, el seremi de Vivienda y Urbanismo, Hernán Pizarro, señala que hasta el momento no existe solicitud de comodato, por parte del Municipio de Coquimbo, de algún terreno en el sector de Peñuelas. Se reunió con la Cooperativa y existe voluntad de apoyarlos en la búsqueda de una solución, “más si son emprendedores esforzados. Estuvimos analizando la problemática que serán desalojados del borde costero y quedarán sin trabajo. La nueva disposición tampoco está clara, porque el municipio no ha resuelto con ellos un nuevo lugar. Acá se trata de un lugar que tenga potencial comercial, porque está asociado al turismo y gastronomía”
Pizarro señala que hay un terreno en el exclub hípico para desarrollar un proyecto en el que quedarían retazos y se podrían instalar los locatarios con una buena iniciativa. “Yo me tengo que reunir con el seremi de Bienes Nacionales y después de eso juntarnos con la cooperativa para ver si es factible, porque ellos deben ver el potencial comercial del lugar y si se pueden instalar en la cantidad de terreno que queda. Si no, habría que buscar otra alternativa, pero no podemos quedarnos sin hacer gestiones para poder ayudarlos”, concluye Pizarro.5201i
RESPUESTA DEL ALCALDE
Consultado por esta situación, el alcalde Marcelo Pereira señala que en un comienzo eran 8 a 9 personas las que fueron reubicadas tras el terremoto y tsunami, pero “si ahora en verano te vas a dar una vuelta venden frutas, verduras y hay muchos locatarios”
Agrega que no está de acuerdo cuando los comerciantes señalan que no hay apoyo de la municipalidad, “porque quién limpia las playas cuando queda la suciedad tremenda que se han quejado los mismos restaurantes que están en el sector”.
Señala que cuando asumió como alcalde, la Capitanía de Puerto les exigía desalojar y respecto a los terrenos del Serviu, aclara que nunca se logró pasarlos a la municipalidad para poder ingresarlos. “Ese terreno no le pertenece a la municipalidad y no pudimos ingresar el proyecto”
Si su voluntad fuera el desalojarlos lo habría hecho al principio de su mandato, pero ha esperado un tiempo razonable, aún avalando cambios de fechas de desalojo cuando está cerca de temporadas importantes para el comercio.
Pereira señala que cuando son personas vulnerables que necesitan apoyo, él está dispuesto a ayudarlos y buscar las fórmulas para apoyar. “Pero cuando tú ves que, como en el verano, se convierte en una venta de verduras, frutas y otras cosas llegas a dudar si la mayoría, no estoy diciendo la totalidad, necesitan. Son personas que viven realmente en el sector de Peñuelas, son personas damnificadas del terremoto y tsunami. Ese es el catastro que he mandado a realizar”.
Por último Pereira esta dispuesto a iniciar una mesa de trabajo, pero “espera seriedad” de los locatarios y los llama a hacer un mea culpa de lo que está sucediendo en el lugar.