• El nuevo sistema de bombas de calor e intercambiador genera calefacción de forma más eficiente en las diversas áreas de la torre de hospitalización
  • Menor consumo de petróleo y con ello, disminuir la emisión de gases al ambiente son los objetivos del proyecto de eficiencia energética del Hospital San Pablo
  • En la zona de calderas se instaló el intercambiador de calor que aumenta la temperatura y disminuye el consumo de combustible.
  • “Los hospitales siempre estamos con recursos escasos  para atender todas las necesidades de la comunidad, por lo tanto todo el ahorro que hagamos en gasto fijo,  inmediatamente se traslada al área asistencial”. Claudio Arriagada, director Hospital san Pablo de Coquimbo
  • “Con esto tenemos ahorro energético y menos huella de CO2 y es un ahorro concreto para el hospital de Coquimbo”. Darío Valenzuela. Subdirector de Operaciones Hospital
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
Disminuir el consumo de petróleo, de emisión de gases contaminantes y el uso de energía eléctrica son algunos de los efectos de dos importantes iniciativas que realiza el centro de salud porteño, ahorrando recursos que pueden ser utilizados en otras necesidades.

Dos proyectos  que reducen el consumo de petróleo para suministro de agua potable y calefacción y la  reducción de consumo eléctrico buscan concretar el objetivo del hospital San Pablo de Coquimbo de convertirse en un recinto menos contaminante y con menor gasto energético.

Así lo explica  Darío Valenzuela Van Treek, Subdirector de Operaciones del hospital porteño, quien señala que durante este año ya se puso en marcha el “Desarrollo  de proyectos de Eficiencia Energética”, con el apoyo de Abasterm y la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (ACEE). Con una inversión de $200 millones, la iniciativa se encuentra en ejecución en un período demostrativo de ahorro que  comprende un año, extendiéndose hasta marzo de 2019.

Son tres calderas que suministran agua caliente y calefacción a la torre de hospitalización (construida en el 2009), cubriendo los 4 pisos. Para mejorar la eficiencia se instalaron cuatro bombas de calor para abastecer el sistema de calefacción del edificio nuevo y las necesidades del antiguo, un sistema de control que permiten conectar las equipos según la demanda, un intercambiador de calor para las calderas de la  torre de hospitalización que genera temperatura en el agua, la cual  sube a través de cañerías que pasan por los radieres  y murallas, entregando calefacción y agua caliente al edificio en sus diversas unidades.

“Si el nivel de servicio que teníamos acá  en el agua era de 22° antes, ahora aumentó a 40° sólo con el aporte del intercambiador y junto con ser más eficiente, estamos reduciendo el uso de petróleo para el funcionamiento de las calderas”, agrega Valenzuela.

Así por ejemplo, si en el año 2016 la central térmica de la torre de hospitalización consumía,mensualmente cerca de 7000 litros promedio en verano y en invierno superaban los 15 mil litros, mientras que la sala de calderas del edificio antiguo gastaba cerca de 8 mil litros promedio mensuales, este consumo se ha reducido a menos de la mitad  en los primeros meses de ejecución del proyecto. “Se proyecta ahorrar 130 mil litros al año, que si lo multiplicas por el valor de diesel son más de $65 millones que te ahorras y que son recursos importantes para el hospital, pero además nos da un paso importante para el compromiso con leyes ambientales vigentes”, señala Valenzuela.

OTRAS INICIATIVAS. El director del Hospital San Pablo, Claudio Arriagada, explica que como política a nivel centra del Ministerio de Salud, se encuentra tener esta mirada verde y que el Hospital coquimbano ya está adoptando.

154 mil litros de petroleo al año gastaba en 2016 en calefaccion y agua el hospital porteño en su torre de hospitalización, gasto que espera reducir a menos de la mitad con este proyecto.

“Las organizaciones hospitalarias son complejas y grandes y con alto uso de equipamiento industrial necesario para calefacción, iluminación y mantención de ciertas áreas. Dentro de esta mirada verde está el hacer proyectos en conjunto con otras instituciones que permitan lograr un ahorro energético  y también dar un sello de sustentabilidad al medio ambiente, como el de agua y calefacción”.

Pero además ya están avanzando en un 30% en el cambio de luminarias para disminuir el consumo de electricidad. Son 6000 focos que pasarán de tener ampolletas de ahorro energético a led, que disminuyen el consumo hasta en un 90% y además significan disminuir costo de mantención y de cambio, ya que las ampolletas led tienen una vida útil de más de 50 mil.

Por otra parte, anuncia el director, ya se formó un Comité de Medio Ambiente con funcionarios de distintas unidades, el cual ya está trabajando para comenzar en mayo el reciclaje interno de plástico y papel.5201i

 

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