El concejal por Coquimbo, Alejandro Campusano, quien es precandidato a alcalde por esa comuna dentro de su partido, la Democracia Cristiana, dice que no descarta ser el candidato a alcalde para las próximas elecciones, ya que tiene un largo trabajo social y el suficiente respaldo de la comunidad para ganar una eventual primaria.
Pero si bien le interesa guiar a la comuna, en entrevista con diario El Día, contó cómo comenzó a trabajar desde muy joven por la comunidad y cuáles son las cosas que le hacen falta a Coquimbo.
Consultado si tenía pretensiones de ser alcalde, Campusano es claro y dice que “me inscribí como precandidato a alcalde y voy a disputar ese espacio que uno se lo ha ganado con la gente. Hay dos precandidatos más que es el alcalde Marcelo Pereira y la concejala Rosetta Paris, pero yo creo que tengo todas las condiciones para ser alcalde de Coquimbo, aunque no me voy a pronunciar más profundamente, porque ahora estamos enfocados totalmente en la pandemia y estamos viendo esta situación que está afectando tantos vecinos de la comuna".
Herencia familiar
Hijo del dirigente vecinal de Tierras Blancas, Alejandro Campusano, reconoce que tiene la herencia de su padre en lo social y recuerda que “desde chicos vimos cómo nuestro padre dedicaba mucho tiempo a ayudar a los demás y de ahí nació esta inquietud de ser dirigente social. Ahora adulto uno se da cuenta todo el agradecimiento que hay hacia mi padre por ser humilde, por trabajar por la gente, por solucionar muchos problemas sociales y ver desarrollarse una sociedad completa como es Tierras Blancas. El trabajo de él trascendió ante mucha gente”.
Inquietud joven
Por lo anterior indica que sus inquietudes sociales nacieron desde la adolescencia y comienza a trabajar en la casa de los jóvenes de Tierras Blancas, donde coordinaba acciones sociales.
Allí formó grupos juveniles, encabezó ayudas solidarias, actividades culturales y recreativas, todo de manera voluntaria.
Luego trabajó en el Centro de Salud Mental y Familia.
Como estudiante de la hoy Universidad Santo Tomás en la carrera de asistente social. Ahí fue dirigente estudiantil, desarrollando una serie de actividades. En esa época ya se había ligado a la Democracia Cristiana y postuló a la presidencia de la juventud de esa colectividad, asumiendo el cargo, lo que le valió ser valorado más aún su trabajo, ya que desplegó congresos ideológicos, trabajos sociales.
Recuerda que en la elección de la JDC le ganó la candidatura a una persona que traía un largo trabajo por delante, por lo que marcaron un hito.
Salto a concejal
Todo lo anterior, lo catapultó para que su partido lo nominara como candidato a concejal, siendo electo y cumpliendo quizás uno de los deseos de su padre, quien fue precandidato a concejal, pero “lamentablemente en esa oportunidad la estructura lo bajó teniendo todas las condiciones y el apoyo popular. No se le dio la posibilidad y a mí, siendo presidente de la juventud DC, fui electo como candidato. De hecho en ese congreso yo no voté por mí, voté por otro joven que reunía condiciones, pero esto nació de un trabajo arraigado desde que trabajaba en el COSAM de Tierras Blancas”.
En la primera elección como concejal salió sexto, para la segunda postulación, donde también fue electo, salió quinto, pero ganando en su lista de partido y la tercera vez obtiene una primera mayoría.
Ley de reelección
Ante su tercer período como concejal, le consultamos su postura frente a la norma que limita la reelección de parlamentario, de alcaldes y concejales, Alejandro Campusano dice que tiene dos lecturas. Por una parte que es necesario hacer un recambio de parlamentarios, ya que en una reelección un senador está 16 años en el Congreso, lo que no comparte. Cree que cada candidato debería vivir cinco años como mínimo en la región. Por otra parte creen que quienes ocupan un cargo como concejal o alcalde, pueda postularse a otro cargo como parlamentario y que no se cambien las reglas del juego tan encima a los ediles.
Proyectos emblemáticos
Sobre lo que falta en la comuna, indica que proyectos emblemáticos y complementar los que hay, como asimismo reposicionar turísticamente a Coquimbo y darle identidad a sectores importantes como Tongoy, Tierras Blancas y otros.
“Tenemos que avanzar en obras emblemáticas para el desarrollo. Qué pasa con el Túnel Agua negra, un proyecto que es emblemático para toda la región. El aeropuerto de Tongoy con un barrio industrial. Estamos al debe en la ampliación del puerto aunque el municipio no tiene mucho que decir. Potenciar el tema turístico con todas las obras que se han hecho potenciarlas, como el estadio, la Cruz del Tercer Milenio que se estancó, la mezquita, darle mayor seguridad al Barrio Inglés y recuperarlo, el Empalme, proyecto hermoso que hay que complementarlo, La pampilla que tenga uso todo el año y el Parque El Culebrón, entre muchos otros”.