Actualmente el terreno aparece bajo el dominio de la casa edilicia. Sin embargo, dirigentes del club señalan que existe apropiación indebida y estafa por parte de la casa edilicia

Rodrigo Solís A.

José Huerta R.

Repercusiones varias causó la noticia de que una familia permanecía instalada en la vereda de calle Pení con la Ruta 5 Norte. Esto, luego de que fueran desalojados de un terreno que por años perteneció al Club Deportivo Sokol, por lo que han habitado en estos días en una precaria vivienda, durante más de una semana permanecieron a la intemperie, con frío y preocupados por su porvenir. En primera instancia, el municipio les ofreció una ayuda de $100 mil y un camión para retirar las cosas del lugar, pero no lo aceptaron, ya que se demorarían una semana y media.

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Sin embargo, según publicó este jueves la página web de El Día, el municipio sostuvo por medio de su director de Desarrollo Comunitario, Julián Gómez, que la jefa de hogar, Carolina Díaz (47) estaba en una posición inflexible.  Sin embargo, hoy se le entregó el dinero y se dispuso del camión para que saliera de ahí.

Esto fue confirmado por su expareja, Ricardo, a quien les gusta que le digan Richard, quien nos contó que esta mujer ya fue sacada del lugar y trasladada hasta la casa de su mamá, en el sector de Las Compañías.

Sin embargo, tras esta solución hay un conflicto por terrenos que son propiedad del municipio, pero hay una tramitación legal que los confronta con el Club Deportivo Sokol, lo que terminó por complicar la existencia de una familia completa que habitaba en el lugar.

El conflicto

La historia se remonta al año 1968, donde a través de un decreto supremo, entregado por el Ministerio de Defensa Nacional – Dirección de Deportes del Estado - el terreno fue destinado al Club Sokol, para su uso a perpetuidad. Sin embargo, en el año 1988, el municipio serenense inscribió el terreno bajo su dominio en el Conservador de Bienes Raíces de La Serena.

En 1995, el municipio serenense a través de una minuta explicativa, procedió a subinscribir nuevos márgenes a la inscripción de terreno realizada en el año 1988, agregando como terreno municipal cerca de 6.283 m2, además de parte de la Plaza España. Tras ello, la casa edilicia recibió a través de un oficio por parte de Bienes Nacionales, el rechazo a la petición del terreno.

“Nosotros tenemos la claridad y los documentos que acreditan que el terreno corresponde a la administración de nuestro club. El municipio nunca ha sido dueño de esos terrenos, y desde Bienes Nacionales nos confirmaron que no se los han traspasado. En 1995, cuando el municipio le presentó los documentos de dominio a Bienes Nacionales eso fue rechazado, a través de un oficio que señalaba que esa inscripción estaba viciada. Acá todas las autoridades saben a quién pertenece legalmente el terreno, lo que pasa es que no están actuando de manera legal”, señaló Erasmo Alcayaga, presidente del Club Sokol.

Pero la situación no quedó ahí, ya que en el mes de abril de 2006, el municipio serenense vendió, cedió y transfirió en modalidad de “leaseback” al Banco de Chile el terreno que correspondía a Bienes Inmuebles Sokol, presentando la minuta explicativa agregada al final del Registro de Propiedad del año 1995 y del título de dominio anterior del año 1988.

“Es increíble como para saldar deudas municipales tengan que realizar trámites de manera ilegal, perjudicando a una gran cantidad de personas que estamos bajo el alero del Club. En el año 2010 el municipio incluso nos ofreció llegar a un acuerdo por este tema, al cual nosotros no accedimos. En el año 2011 presentamos un recurso de protección el cual salió a favor nuestro. Sin embargo, posteriormente al juicio, el dominio del terreno quedó bajo el municipio serenense, por falta de documentos. Por esta razón continuaremos con las acciones legales, y hemos solicitado un informe a la Contraloría y no dejaremos de seguir con los trámites para volver a tener la administración del terreno que legalmente nos corresponde”, agregó Alcayaga.

Finalmente el dirigente señaló que lo único que piden es que se haga justicia. “Queremos que se determine lo que corresponda, que el municipio reconozca su error, que nos devuelvan el terreno e indemnicen el perjuicio que la han hecho al club, llevamos 22 años peleando contra ellos. No dejaremos que nuestro club desaparezca, queremos volver a contar con un espacio abierto para la comunidad, para el deporte. Existen tan pocos espacios para el deporte y nos cierran de manera ilegal nuestro terreno, por esa razón continuaremos peleando por lo que es justo”, finalizó.

Al filo de la pobreza

Volviendo al caso puntual de esta familia que fue desalojada, no hay duda que las crisis, las deudas o simplemente las malas decisiones de la vida determinan que muchas veces las personas circulen al filo de la navaja. La situación puede volverse dramática si no hay un freno o una red familiar que ayude. Esto bien lo sabe Gonzalo Cortés, director ejecutivo de la Fundación Hogar de Cristo Atacama-Coquimbo, quien afirmó que “todos hemos tenido crisis, pero creo todos tenemos de donde sostenernos. El tema es que cuando se quiebran los vínculos sociales, sobrevienen los problemas. Cuando muchas veces se viene un desalojo, problemas familiares, no hay trabajo, esto puede terminar con una situación de calle, perfectamente”.

A su juicio, son un conjunto de situaciones las que se conjugan para que las cosas terminen mal. “En definitiva, el deterioro puede ser tan grande que termina, naturalmente, con un problemas social que puede acarrear otra serie de dificultades, como el alcohol, las drogas o la delincuencia”, señaló Cortés, aunque sostiene que afortunadamente, en el caso de esta familia, hay alguien que pudo tender una mano en el momento justo.

Posibilidades

Pero tras la vivencia de varios días prácticamente a la intemperie hay una triste realidad. Muchas veces, cuando las personas se ven despojadas de los pocos bienes que logran conseguir durante su vida, caer al borde de la situación de pobreza es algo posible. Según  cifras del Ministerio de Desarrollo Social, en 2011 había 423 personas en situación de calle en la Región de Coquimbo, según el catastro que se realiza precisamente cada cuatro años. Hoy, esta medición se ha cambiado por un modelo que desde el gobierno consideran mucho más concreto. Esto, porque desde el Mideso, estos datos son incorporados al Registro Social de Hogares.  De hecho, ya en 2016 se inició esta medición, la cual se realizó en primera instancia en La Serena, Coquimbo y Ovalle.

Al respecto, el seremi de Desarrollo Social, Herman Osses, afirmó que este instrumento “recoge información en diferentes dimensiones, como la de salud, educacional, habitacional y el por qué están en la calle, lo que les permite acceder a los beneficios que el Estado puede entregarles. Muchas veces se puede pensar que los están “sapeando”, pero no es así. Debemos tener fundamentos claros para elaborar políticas públicas”.  3801i, 5801i

 

 

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