• “Dios me dejó con vida por algo, no para hacer farándula de esta situación”
    “Dios me dejó con vida por algo, no para hacer farándula de esta situación”
Uno de los líderes del grupo de mineros rescatados de la mina San José habla de su nueva vida, entregando charlas en materia de seguridad. Dice que su experiencia quiere darla a conocer para que nunca más vuelvan a ocurrir hechos como estos

Estar 70 días bajo tierra debe ser una de las experiencias más fuertes que un hombre puede vivir. Por ello, cuando ocurrió el accidente de los 33 mineros en la mina San José todo el mundo puso sus ojos en lo que estaba sucediendo y, por supuesto, celebró el histórico rescate.
Tanto revuelo generó que a 5 años del acontecimiento ya se ha hecho una película y un libro. Sin embargo, para Luis Urzúa, el ex jefe de turno de ese tesonero grupo, eso es sólo “farándula”. Lo importante, dice, es dar a conocer esta experiencia para que nunca más vuelva a ocurrir y esa es la tarea que ha emprendido.
Por esa razón se integró al equipo de Sernageomín, donde trabaja ahora efectuando charlas a las empresas mineras, contándoles lo que vivió y de qué forma lograron resistir. Está convencido de que esa es su misión. “Para mí lo importante era entregar esta historia, tengo 31 años en la minería hasta el día que ocurrió el accidente y siempre dije que lo que aprendí y viví lo iba a entregar, Dios me dejó con vida por algo, no para hacer farándula de esta situación. Para mí lo importante es que los trabajadores entiendan lo que nosotros pasamos”, enfatiza.
El minero cuenta también sobre su experiencia al visitar al Papa y del que denomina su otro calvario, la lucha que mantienen con los abogados, de lo cual pronto tendremos noticias, afirma.
-¿A qué se dedica ahora?
“Hoy estoy trabajando en la regional Atacama y a nivel nacional estamos entregando las 20 reglas de oro en la minería, que se hicieron con respecto a los accidentes que han tenido más connotación. Eso hoy hay que difundirlo, son más de 9 mil empresas que están recibiendo este apoyo. En eso estamos, contando un poco lo que pasó con los 33 y que es lo que no debe hacerse en algunas situaciones”.
-Lo sucedido con los 33 ha servido como experiencia en materia de seguridad…
“Creo que hay una experiencia muy positiva, donde nosotros tenemos que observarcon altura de miras lo que ocurrió y que esto que nos pasó hace 5 años atrás no vuelva a suceder en ninguna minera en Chile ni a ningún trabajador en general. Creemos que ya a cinco años de nuestro rescate es bueno ir desclasificando algunas cosas que a nosotros nos ocurrieron”.
-¿Cuáles son estas cosas?
“Por lo general dentro de lo que no se ha contado son situaciones netamente de lo que es la minería, cómo manejar situaciones críticas, cómo saber valorar lo que tenemos. Hay que capacitar al trabajador, a los estudiantes. Nosotros tenemos un antes, un durante y un después, como rescatados tenemos muchas cosas que aportar en la parte psicológica, de salud, laboral”.
-¿Qué es lo que no se debió hacer o qué se debió hacer en la San José para que se evitara ese accidente?
“Esas son cosas que hay que sacar en limpio, hoy se ha hablado muy poco de lo que sucedió o no sucedió en la mina San José, hay muchas cosas que nosotros tenemos que entregar, muchos estudios que tienen que hacerse, ver por qué sucedió, cómo sucedió, tratar de desclasificar estas cosas con el tiempo para que los estudiantes del mañana entiendan que esos son aspectos que tienen que mejorar en la minería”.
-Hay que aprender de esos errores…
“Yo creo que sí, nosotros aprendimos hace muchos años con el problema que tuvo la mina El Teniente, con la muerte de tantas personas en la tragedia del humo, donde ahí se empezó también a trabajar en las leyes de la minería en Chile. El año 2010 también se empezó a trabajar en leyes que en el día de mañana tienen que ser mejor perfeccionadas”.
-¿Qué pasa con la responsabilidad de la empresa, con los dueños? ¿Por ahí pasó el descuido, de que no se tomaron las medidas de seguridad?
“Esas son cosas que hoy no sé si están netamente en la investigación en sí. Hay un fiscal que estaba haciendo este tipo de investigación, lamentablemente acá no hubo culpables porque no hubo muertos, o sea, la legislación en Chile dice que tiene que haber un muerto para poder culpar a alguien, por lo tanto, lo que nos pasó a nosotros pasa como un mero accidente y eso es lo malo que tiene la ley y es lo que nosotros tenemos que cambiar”.
-Claro, porque acá hubo un perjucio para ustedes, sus familias, la salud, el tema psicológico…
“En un principio hubo un perjuicio psicológico, para la familia, un perjuicio para el país, porque imagínese si nosotros hubiéramos muerto los 33, hoy toda esta situación sería distinta, con un país con más problemas de los que tenemos en este momento, pero la gente hoy cree en lo que se puede hacer y eso es lo que hay que rescatar”.
-¿Hay otros de los 33 que estén trabajando en lo mismo?
“No, yo soy el único que está en este momento trabajando en Sernageomín, pero yo no hago farándula. Para mí lo importante era entregar esta historia, tengo 31 años en la minería hasta el día que ocurrió el accidente y siempre dije que lo que aprendí y viví lo iba a entregar, Dios me dejó con vida por algo, no para hacer farándula de esta situación. Para mí lo importante es que los trabajadores entiendan lo que nosotros pasamos. Mucha gente lloró por nosotros, mucha gente rezó por nosotros, entonces creo que tengo que entregar un granito de lo que puedo aportar y este es un legado que nosotros tenemos que dejar”.
-¿Usted cree que se farandulizó mucho el accidente, con lo de la película además?
“Hay farándula y farándula. Nosotros queríamos una película que contara la historia de lo que realmente nos ocurrió, queríamos hacer un libro de lo que nos pasó, buscamos para poder hacer esto, hoy hay una película, hay un libro, a lo mejor no es lo que queríamos, pero hay.
“Lo importante es que esto es una historia chilena, tampoco Chile tiene grandes películas de Hollywood y también sirve para mostrar a Chile en la parte internacional, como ese equipo que se formó hace 5 años para poder rescatarnos y eso también hay que tratar de aprovecharlo. Es una película que a lo mejor no representa todo el sentir de los mineros, pero encarna algo de lo que nos sucedió y en el día de mañana nosotros mismos este legado tenemos que irlo manejando de acuerdo a cómo se vayan desarrollando nuestras vidas”.
-Lo que todos nos preguntamos es ¿la película efectivamente se ajusta a la realidad?
“Es una película de grandes dimensiones, de Hollywood, donde hay millones de dólares invertidos, que se trató de hacer lo mejor posible, la directora de la película a lo mejor vio eso. Yo soy parte de esta historia, a mí me hubiera gustado hacer otra, pero es lo que se vio y la gente me pregunta lo mismo, yo les digo que vean la película y después conversamos, porque a lo mejor dentro de la película se sacan experiencias, pero nosotros estamos vivos para contar si las cosas son tan así o no”.
-¿Tienen algo más planeado después de la película y el libro con los 33?
“Lo último que hicimos en grupo es que fuimos 30 mineros a ver al Papa. Estuvimos con él, esto fue poco publicado. Lo importante es que hoy cada uno puede hacer lo que crea conveniente, hasta cierta forma, porque también tenemos contratos que a veces nos inhabilitan para hacer algunas cosas, a lo mejor el día de mañana van a tener alguna noticia de los 33 contra los abogados, que es una cosa que es bastante complicada”.
-¿Están aún con los temas legales?
“Yo personalmente estoy peleando por mis derechos, que fueron vulnerados. Es muy distinto a lo que estamos conversando, pero lo hacemos para que el día de mañana también podamos hacer cosas más de lo que nosotros queremos”.
-¿Se refiere al tema de la venta de los derechos?
“Sí, es por la venta de los derechos, acá hay estafa, uno ya no puede esconder lo que no es y yo hoy lo digo, no tengo problemas”.
-¿Por dónde pasó?
“Es toda una historia que el día de mañana podemos hacer hasta un libro o una película (ríe). Yo creo que los 70 días que he pasado bajo tierra no han sido tan peliagudos como lo que hoy día yo he pasado peleando por lo que yo creo que es parte de nosotros. Muchos de mis compañeros a lo mejor no tienen la capacidad de pelear, o muchos no tienen la capacidad para ver lo que realmente nos pasó, pero también es un legado que uno tiene que dejar, o sea, si yo no peleo, si yo no lucho, no tengo ventanas o puertas que se me abran”.
-¿Eso cuándo se va a saber?
“Ya luego. Es una realidad, todo el mundo sabe que nosotros no hemos sido tratados como corresponde y llegar a estas instancias también ha sido un largo recorrido”.
-¿Va a seguir trabajando en seguridad?
“Sí, para mí sería importante que todo Chile conociera nuestra historia y por la boca de nosotros, no por una película o un libro. Dentro de esto se ha dicho que nosotros somos millonarios, pero si fuera así no estaríamos peleando con los abogados”. -
-¿Cómo fue la experiencia con el Papa?
“Fue muy buena, para nosotros era importante a 5 años de nuestro renacer, era una manera de darle gracias a todas las personas del mundo. Le pedimos que siguiera rezando por nosotros, no solamente los católicos, porque nosotros cuando estábamos bajo tierra éramos un conjunto de personas que estaban pidiendo para que a nosotros nos rescataran, que es lo más importante y pedíamos que las personas que estaban afuera no se olvidaran de nosotros, que estábamos con las manos atadas y que no teníamos ninguna posibilidad de ser rescatados, esas son las gracias que uno tiene que dar, a las personas anónimas que trabajaron por nosotros. También lo invitamos a Copiapó a la mina San José si es que viene alguna vez a Chile”. 3701i 

 

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