Se resaltó el impacto de esta iniciativa en la búsqueda de mayor igualdad en los campos, sentando los precedentes para seguir trabajando en el desarrollo de la agricultura

Uno de cada cinco habitantes  de la región de Coquimbo pertenece al mundo rural,  es por esto que el proceso de la Reforma Agraria  generó una gran influencia en sus vidas, directa o indirectamente, y esta importancia quedó de manifiesto al conmemorar ayer sus 50 años desde su implementación.

La Reforma Agraria permitió a Chile cambiar su estructura productiva y social distribuyendo amplios terrenos, los llamados latifundios, a quienes la trabajaban, otorgándoles dignidad y capacidad productiva.

Al respecto, el Intendente Claudio Ibáñez  resaltó esta iniciativa como un hito transformador dentro de nuestra historia, y enfatizó que “todos estos procesos partieron en la Comuna de Salamanca, en nuestra Región de Coquimbo, por lo que es muy simbólico iniciar los procesos de conmemoración que sentaron las bases de la lucha contra la desigualdad y la justicia social hacia los agricultores, y que hoy recordamos con alegría como uno de los grandes cambios sociales de Chile”.

“El Gobierno de la Presidenta Bachelet tiene un fuerte compromiso con nuestros agricultores, por eso, lo que estamos haciendo es generar la auto capacidad de abastecimiento económico y promover el emprendimiento de los agricultores”, agregó el jefe regional.

 

PROTAGONISTA DE LA HISTORIA. Uno de los propulsores  de esta reforma fue Jacques Chonchol, quien se desempeñó como Vicepresidente Ejecutivo de INDAP durante el Gobierno del ex Presidente Eduardo Frei Montalva y como Ministro de Agricultura, durante el período del ex Presidente Salvador Allende.

Sobre este hito, el ex Secretario de Estado recordó que “este fue un proceso social muy importante para el futuro de Chile, que terminó con un viejo sistema latifundista que explotaba a los campesinos, los liberó en gran parte, además de generar las condiciones para un desarrollo agrícola mucho más positivo a la posteridad”.

Pese a lo positivo y necesario de este proceso, puntualizó que “entre los Gobiernos del Presidente Frei y el Presidente Allende se expropiaron unos 10 millones de hectáreas, pero cuando llegó la dictadura militar por lo menos más de la mitad se devolvió a sus antiguos propietarios o se sacó a remate, además de que el Estado les quitó el apoyo a los campesinos y muchos se vieron obligados a vender por lo mismo”. Con lo anterior, hoy hay una agricultura moderna, destacó, pero aún quedan muchos desafíos en materia social, a lo que se suman procesos necesarios para democratizar el acceso al agua.

Tras la reforma agraria, la agricultura en Chile y en la Región de Coquimbo cuenta hoy con un alto potencial productivo y de desarrollo para los próximos años.

 

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