Un verdadero drama es el que vive una familia de Coquimbo, del sector El Olivar, luego de estar cesantes , tener cuatro hijos y estar a punto de que los desalojen de unas piezas que se les han llovido y les filtra agua a los dormitorios.
La situación y las condiciones en que están viviendo son apremiantes y ya no saben a quién acudir, porque dicen han golpeado todas las puertas y nadie les ha dado una solución.
Raquel Villavicencio es una mujer de trabajo y esfuerzo, sin embargo, cuenta que la vida y las circunstancias no han tenido piedad con ella y se encuentra en un estado de desesperación por las condiciones en que está viviendo.
Narra que toda su situación cambió cuando su empleador la despidió y ella lo demandó porque no le mantuvo contrato por los dos años en que prestó sus funciones como panadera, no le pagó imposiciones ni mucho menos indemnización tras ser desvinculada.
Lamentablemente para ella, las dos piezas que arrienda junto a su esposo se las había conseguido el empleador por medio de su madre, así que al momento de la demanda optaron por desalojarlos del lugar.
Pero ese no es todo el problema, puesto que sus hijos se están enfermando, ya que las piezas se llovieron y desde hace un tiempo atrás sufren filtraciones de agua que les mantienen las camas prácticamente mojadas y debe cubrirlas con un cholguán o madera para evitar tanta humedad.
El relato
Raquel Villavicencio cuenta que está desesperada, “porque las piezas en que vivimos nos están desalojando y están todas mojadas, he pedido ayuda a la municipalidad, vinieron el viernes pasado y me dijeron que traerían una estufa para secar las camas, pero nunca más volvieron. Ellos vinieron porque yo desesperada llamé al diario para contar cómo vivo. El propio alcalde se comprometió a ayudarme, pero del municipio vinieron cuando estaba el periodista, una vez que se fue ellos se retiraron hasta el día de hoy”.
La mujer explica que “he ido muchas veces a la municipalidad, la primera vez dijeron que me iban a ayudar con una caja de mercadería, pero yo no fui a pedir esa ayuda, fui a decirles que las piezas están todas húmedas, las camas mojadas. Como me puse a llorar, al final mandaron un gásfiter, pero este señor dijo que el problema no era de gasfitería y que las piezas, que son de segundo piso se podían caer”.
Los hijos
Cuenta que tiene cuatro hijos y que “a los dos mayores tuve que enviarlos con mi mamá, porque ya no podemos seguir viviendo todos en estas dos piezas todas mojadas, es terrible esta situación, ya no sabemos qué hacer”, señala.
La única luz de solución que está vislumbrando “es irnos a vivir a un campamento a Las Compañías, en La Serena, porque allá un conocido nos está ofreciendo un espacio donde vive, pero no tenemos ni siquiera una mediagua para instalar, por eso es que estamos pidiendo ayuda”.
Dice que el problema por el cual los están sacando de donde viven es por la demanda laboral.
“Me han dicho que la retire y nos podemos quedar y arreglar, pero yo no la voy a retirar, porque estuve mucho tiempo, un poco más de dos años trabajando sin contrato. Yo soy panadera y creo que esa platita que me deben me va a servir más adelante y me corresponde”.
Insiste en que el municipio solo le ha ofrecido apoyo, pero en la práctica ha sido poco, “me dijeron que me iban a mandar una estufa para sacar, no mandaron nada. Después me dijeron que tuviera todas mis cosas en bolsas listas, porque iban a venir a arreglar, porque mis hijos están durmiendo aquí en la humedad. El alcalde hasta me llamó por teléfono para decirme que me iban a ayudar”.
"Tengo cuatro hijos y estamos en las peores condiciones en que puede estar una persona, durmiendo en camas mojadas y nos están sacando de acá por demandar a mi empleador”. Raquel Villavicencio, dueña de casa.
Municipio conoce el caso
En la municipalidad no hubo respuesta oficial a estos hechos, pero funcionarios reconocieron que conocen la situación en que vive esta familia y que se estaban realizando todas las gestiones posibles por orden del alcalde, pero que no era un tema que se podía resolver de un día para otro, aunque se estaría buscando la mejor forma de apoyo posible, que no los han abandonado.