Por su parte, desde restaurantes establecidos manifiestan su preocupación porque señalan que debe existir mayor preocupación por parte de la autoridad con quienes entregan un servicio durante todo el año

A comienzos de 2017, en el sector de la calle Las Higueras a la altura de la avenida del Mar en La Serena, se definió debido a la organización municipal y de asociaciones de food-trucks la instalación de estos carros de comida al aire libre en un espacio delimitado y denominado por parte de la autoridad como un “bulevard”, al estilo de otras ciudades del mundo.

Esto, tras la experiencia vivida en 2016, cuando tras el terremoto y tsunami del 16 de febrero del año antepasado, se definió que diversos carros de comida se ubicaran en la avenida del Mar, de tal forma de potenciar la actividad gastronómica que se vio mermada luego de que muchos restaurantes y locales no pudieron funcionar en la temporada estival luego de la tragedia.

Sin embargo, pese a la favorable medida ideada desde la autoridad comunal serenense, esto trajo consigo la presencia de gran cantidad de venta de alimentos ilegales y que no contaron con los permisos municipales respectivos. Esto, si bien generó la comodidad de los clientes que buscaban alimentos sabrosos pero a bajo precio, causó la molestia de parte de los dirigentes vecinales y de los propios habitantes, ya que fomentó la suciedad en el sector y la llegada de muchos ambulantes.

La instalación de los “food-truck” resultó ser finalmente una piedra en el zapato para la administración municipal. Si bien a fines del año pasado el alcalde Roberto Jacob se mostró contrario a repetir esta idea, finalmente se decidió instalarlos en Las Higueras, para así establecer un punto fijo de acción de estos comerciantes, que si bien en un principio se mostraron reacios a esta ubicación, por estar algo más a trasmano de la avenida del Mar, hoy sacan sus cuentas tras casi dos meses de temporada estival.

Cristián Sepúlveda, administrador de ‘Tacos y Tacones’, que también tuvo presencia con su carro en la avenida del Mar durante 2016, en conversación con El Día afirmó que “para mí no ha sido como esperaba pero tampoco me he ido a pérdida. Ha sido un buen lugar, hemos tratado de fomentar esta actividad, pero en lo personal me siento algo en deuda”, afirmó.

Sin embargo, se siente conforme por haber fomentado la actividad comercial, reconociendo que quizás faltó mayor difusión. “Sin embargo, considero que debió haberse difundido con mayor antelación, para haber tenido más ventas y que la gente supiera que estábamos acá. Creo que salimos un poco tarde en los medios y se notó el impacto cuando esto ocurrió”.

Es inevitable para Sepúlveda hacer una comparación con el año pasado, y evidentemente tiene su propio análisis. “El año pasado a mi juicio fue mucho mejor, ya que como ocurrió el tsunami no había muchos restaurantes que pudieran abastecer la cantidad de veraneantes. Además, el año pasado estaba la facilidad de que la gente pasaba y se instalaba. En 2017 fue necesario que las personas supieran que estábamos ahí.  Pienso que por ahí surgió un problema importante, y nos gustaría seguir trabajando”, señaló.

Satisfacción

Miguel Cortés, del carro MCT, es primera vez que se instala en Las Higueras. Diario El Día conversó con él a comienzos de enero, y manifestó ciertas aprehensiones en un comienzo. Sin embargo, sus expectativas económicas no eran muy altas, pero tras el desarrollo  de la temporada estival, su balance es muy positivo. “Tengo una buena rentabilidad con lo que yo pretendía. Claro, quizás la avenida del Mar tiene una mayor circulación de gente, aquí la gente puede sentarse en una mesa, puede compartir con la familia, y en cerca de la playa sólo podía hacerlo caminando”.

A juicio de Cortés, “sería importante que esto se siga desarrollando durante el próximo año. Conversé con muchas familias, y con 17 o 20 mil pesos aquí podía comer toda una familia. A diferencia de un restaurant, donde los precios se elevan en forma superlativa. Creo que instalarse aquí fue un beneficio para los turistas y para nosotros, recalcó.

Jorge Romo es el responsable de “El Carrito de Pancho”, otros de los locales de comida que se instalaron en Las Higueras. “Si yo hago una raya para la suma toda la evaluación es positiva.  El lugar es bueno, ideal para el paseo familiar, tranquilo y seguro”.

Este emprendedor coincidió en las aprehensiones iniciales, ya que existía total incertidumbre sobre las posibilidades de esta iniciativa. “La evaluación es buena, porque entrega un espacio diferente y adicional. No todo se concentra en Cuatro Esquinas, lo que es positiva. Pero considero que con una mayor coordinación con los otros dueños y la municipalidad los resultados en una próxima ocasión podrían ser muy distintos. Quizás una feria artesanal, música en vivo y mejor iluminación podrían ser la clave. La difusión también es un tema a discutir. Lo bueno es que no hubo problemas con la comunidad y los vecinos también”, recalcó.

Los usuarios,contentos

Joaquín Cabrera, quien vive junto a su familia en La Serena desde hace cinco años, proveniente de Santiago, llegó hasta este bulevar de calle Las Higueras con la avenida del Mar para disfrutar de una sabrosa comida nocturna luego de una tarde de playa.

“Hoy vinimos con mi familia y dos matrimonios amigos”, nos confesó. Y en ese andar de la vida, el año pasado también disfrutaron de los “food truck” cuando estaban instalados en la avenida del Mar. Y hace sus propias comparaciones. “En general, todo súper bien, está mucho más agradable que el año pasado, pues uno se puede instalar, tiene mesitas.  Igual a mi juicio se extraña un poco, porque uno puede ir paseando por la calle mientras come. Pero creo que si uno viene directamente a comer, resulta bastante más cómodo”, indicó.

Y por supuesto, puso en la balanza el hecho de que, si se comparan los precios con los restaurantes tradicionales, las diferencias son grandes. “Creo que es bueno aprovechar los buenos precios que aquí se ofrecen. Si uno va a un restaurant, puedes llegar a gastar casi el triple. Por esto resulta muy conveniente”, concluyó.

La otra cara

Marcelo Ortiz, dueño de “La Mia Pizza” ubicado a pocos pasos del bulevar de los “food trucks” de la avenida del Mar tiene una mirada diferente respecto a esta iniciativa.

Asume que si bien no se trata de su público, cree que no se trata de una competencia leal. “Vienen durante 40 días, pagan una patente y no están todo el año con personal, pagando contribuciones e impuestos. Creo que todos tenemos el derecho de hacer nuestros negocios, pero si yo creo que el municipio debe velar por los locatarios que están todo el año. Yo mantengo 50 personas, por ende son 50 familias”, afirmó.

A juicio de Ortiz, que lleva 30 años trabajando en la avenida del Mar, los locatarios tienen que contar con un espacio y no estar esparcidos en cualquier parte. “Lo que queremos es que ellos paguen el equivalente, a lo que cancelamos nosotros anualmente, en esos dos meses. Encuentro que paguen un permiso mucho más barato no corresponde, y pagamos patentes y contribuciones muy altas. Por eso me parece que es un tema a revisar”.

La mirada vecinal

Elizabeth Quinteros, presidenta de la Junta de Vecinos de la Avenida del Mar, en conversación con “Agenda Mistral”, de la 95.1, se mostró muy conforme con la determinación edilicia de ubicar a los carros en un solo lugar.

“Fue bueno de que sucediera algo malo, como lo que sucedió en el año 2016, para que se tomaran las medidas adecuadas. Esto porque tú no puedes llegar y permitirle a la gente que haga lo que quiera. Este grupo de personas que tienen food-truck finalmente se organizaron con las autoridades y hubo un compromiso. Y los resultados están a la vista”.

Desde el punto de vista vecinal, Quinteros señaló que no han recibido quejas por parte de los vecinos cercanos a estos carros, ya sea por ruidos, molestos, basura u otros problemas. “En marzo, deberíamos citar a una reunión a todos los vecinos para hacer un balance de lo que fue este verano, lo que sugieren que debemos mejorar. Pero para mí, el balance es bueno. Y si los fodd trucks están funcionando adecuadamente, es algo que debemos mantener”.

En lo netamente económico, sostuvo que tras conversar con los comerciantes “esto ha permitido atraer a las familias para llegar en gran cantidad. En la avenida del Mar, en mi apreciación, no han aparecido otros carros, pero sí ha habido presencia de comercio ambulante, lo que parece ser un tema de nunca acabar”, concluyó Elizabeth Quinteros. 

 

 

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