La solución que más de 300 familias estaban esperando se comunicó en el Salón O´Higgins de la Intendencia. Lo que parecía una crisis que parecía nunca terminar, ayer llegó a su fin gracias a que los socios del establecimiento llegaron a un acuerdo para que Trinity School pase a ser corporación y sea sin fines de lucro.
Contentos y satisfechos se encontraban las autoridades que dieron a conocer la noticia. La intendenta de la Región de Coquimbo, Lucía Pinto, y el seremi de Educación Luis Tello, consignaron que se ha logrado llegar a una respuesta para las más de 300 familias involucradas “que lo han estado pasando mal pensando en la educación de sus hijos”.
La intendenta manifestó que se pudo llegar a una solución en la cual el Ministerio de Educación mantendrá la subvención al colegio y contará en lo que resta del año con los recursos del Programa de Integración Escolar (PIE).
Agregó que se le entregó a Trinity School todas las herramientas para que sigan funcionando este año y los posteriores, sin embargo, dependerá del mismo establecimiento si le dan continuidad después del 2018.
“Lo que les podemos decir a los apoderados, es que este es un proyecto educativo que contará todas las facilidades, herramientas y soluciones para que los niños puedan mantenerse estudiando tal como lo eligieron en el momento de inscribir a sus hijos”, sentenció Pinto.
UN SATISFACTORIO ACUERDO
Por una parte, Luis Tello agradeció la disponibilidad de los socios porque fueron capaces de presentar la corporación en la fecha límite de plazo (30 de junio) para poder velar por la educación de los niños. Corporación por cierto, conformada por los apoderados y firmada por el representante legal, Luis Ulloa.
Señaló que el colegio pasó de ser con fines de lucro a sin estos fines y que la subvención especial del PIE se mantendrá vigente hasta diciembre de este año, por lo que “esto nos deja tranquilos y satisfechos porque están dentro de la normativa vigente que la Ley de Inclusión establece”.
Enfatizó que esta respuesta es una solución a la angustia de muchas familias porque es un problema que se viene arrastrando de años anteriores pero hasta la fecha no se había llegado a ningún acuerdo.
Por otro lado, el Centro de Padres de Trinity School, señaló que gracias al coraje y confianza de los alumnos, padres y apoderados “hoy podemos decir que nuestro objetivo se ha logrado, que nuestro colegio continuará y permanecerá en el tiempo y que nuestros niños podrán sentirse orgullosos de pertenecer a una generación donde lo imposible no existe”.
"Nuestro colegio continuará y permanecerá en el tiempo y nuestros niños podrán sentirse orgullosos de pertenecer a una generación donde lo imposible no existe”. -Centro de Padres Trinity School.
El representante legal de Trinity School, Luis Ulloa, también se mostró contento por haber solucionado la problemática, manifestando que ahora los padres podrán estar tranquilos porque el proyecto educativo seguirá “más fuerte que antes”.
Consultado sobre los terrenos y acciones que se consideraban vender, señaló que “eso no está en discusión en este momento”, debido a que los terrenos no pueden venderse mientras esté funcionando el colegio y que las acciones son parte un tema privado.
LA RENOVACIÓN COMO FACTOR DE PERMANENCIA
Tello señaló que Trinity School cumplió 29 años y que dicha permanencia en el tiempo se ha dado porque los socios y directores han sido responsables de ir renovando la subvención cada año, “así que el futuro esta corporación depende exclusivamente de que sus administradores vayan presentando la documentación correspondiente”.
"El futuro de esta corporación depende exclusivamente de que sus administradores vayan presentando la documentación correspondiente" -Luis Tello, seremi de Educación.
Los niños van a poderse mantener en sus clases de manera tranquila hasta fin de año, sin embargo, “hay que tener claro que cada establecimiento -independiente de su modalidad- hace su renovación año a año de subvención, así que Trinity School tendrá que hacer dicho trámite” para permitir que todos los estudiantes reciban las clases por la que sus apoderados apostaron.
Los apoderados están pendientes que la renovación de los documentos que debe presentar la corporación son importantes y estarán pendientes de este asunto, porque “el camino para alcanzar este propósito no ha sido fácil”. El Centro de Padres añadió que dicha dificultad en la comunidad educativa se generó por la angustia e incertidumbre que se produjo por la falta de información, provocando incluso el éxodo de varios alumnos por el miedo de sus padres a que sus hijos quedaran sin colegio.
ESTUDIANTES REUBICADOS
Una de las medidas contingentes que se adoptaron para darles una solución a los estudiantes y apoderados del colegio, fue la reubicación de los niños en establecimientos educacionales que fueran compatibles con el proyecto educativo de Trinity School. Algunos de los que recibieron alumnos fueron el liceo Gregorio Cordovez y los colegios Cordillera y Francisco Palau.
El seremi recordó que dicho plan de contingencia se activó en conjunto con la intendenta para velar por la angustia y preocupación de las familias por no saber qué pasaría con la educación de sus hijos.
Y por último, señaló que los alumnos que fueron reubicados en otro establecimiento que se complemente con el proyecto educativo de Trinity School, “sus familias pueden regresarlos al colegio o quedarse en el que están actualmente”.
ESTALLIDO DE LA CRISIS
En marzo se conoció por medio de la Sociedad Educacional Trinity School, que el establecimiento cerraría “por los cambios en la legislación escolar y caducidad en el plazo de vigencia de la sociedad”. Por lo que a finales del 2018 el colegio que ofrece, según los apoderados, un “programa prometedor”, habría cerrado sus puertas.
Esta situación provocó que varios padres retiraran a sus hijos del establecimiento y que el seremi de Educación elaborara un plan de contingencia para reubicar a los alumnos que se quedarían sin colegio.
Incertidumbre y preocupación fue lo que sentían docentes y apoderados del recinto, ya que al no contar con una información clara, le hacía esperar cualquier resolución a la crisis.