Hace ya casi un año, el doctor Álvaro Castillo convive diariamente con el Coronavirus y ha visto con sus propios ojos las durísimas consecuencias que ha tenido la pandemia en la salud de las personas. Y es que tiene la admirable misión de luchar por la vida de los pacientes que se encuentran más graves en el Hospital de La Serena.
Después de largos meses de esfuerzo, sacrificio y dedicación, este especialista de la primera línea de la salud recibió con gran emoción la esperada segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 junto a más de 1.540 trabajadores del recinto asistencial serenense y en la oportunidad, destacó lo vital que resulta inmunizarse.
“Las vacunas pueden producir reacciones adversas mínimas, y serias, sólo en aquellos pacientes que tienen anafilaxis (reacción severa a la exposición de ciertas sustancias). Los efectos son dolor de cabeza, molestia en el brazo, fiebre, entre otros que duran entre 24 y 48 horas, menos que un resfrío común. No se compara en absoluto con estar 20 o 30 días conectado a un ventilador mecánico en una UCI, claramente es mucho mejor vacunarse que exponerse”, expresó el médico de la Unidad de Paciente Crítico del recinto asistencial serenense.
Durante su carrera, ha enfrentado otros momentos difíciles para la salud pública mundial, como la epidemia de la gripe H1N1, donde atendió y vio morir a muchas personas jóvenes sin patologías previas. Sin embargo, hoy confiesa que ninguna experiencia se ha comparado con la que ha debido vivir desde el año pasado producto del Coronavirus.
Desde joven, Álvaro siguió los pasos de su padre, quien también fue facultativo del Hospital de La Serena e incluso, llegó a ser director del establecimiento en los años 80. Hoy, el doctor Castillo hijo es médico nefrólogo, internista e intensivita y lleva 28 años trabajando en la Unidad de Paciente Crítico (UPC) del recinto de la capital regional.
Desde marzo de 2020, ha dado la pelea en la emergencia junto a su equipo para recuperar la salud de la población y hacer frente a la peor crisis sanitaria del siglo, tanto en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) como en la Unidad de Tratamiento Intermedio (UTI) y pese a la pandemia, también ha seguido liderando el programa de peritoneo diálisis del hospital y atendiendo a sus pacientes crónicos del policlínico de nefrología.
“En la UPC de La Serena el 100% de los trabajadores decidimos vacunarnos porque hemos visto directamente el efecto que produce la enfermedad. Estoy contento y esperanzado de que la sociedad y nuestro país tenga la posibilidad de volver a tomar un cause más normal, con todos los aprendizajes que nos ha traído la pandemia. La verdad es que la enfermera no sólo te inyecta la vacuna, sino que también esperanza, estos son días históricos e inolvidables”, manifestó.
En Chile, la vacunación es un acto completamente voluntario y en esa libertad de elegir resulta sumamente importante contar con toda la información necesaria para poder tomar una decisión final.
Es por eso, que el doctor Castillo explicó que “estas vacunas son muy seguras y efectivas y ya se ha visto su efectividad en otros países, como Israel y en Estados Unidos, donde los ingresos hospitalarios han disminuido, las personas que llegan a las UCI están siendo menos y por lo tanto, la efectividad de la vacuna está siendo demostrada y probablemente, en nuestro país también vamos a empezar a ver una disminución de los casos en las unidades de paciente crítico de aquí a unos meses, que es lo que más preocupa y produce la mortalidad”.
En tanto, la doctora Celia Moreno, Directora del Hospital de La Serena, sostuvo que “está demostrado que la vacuna es eficiente para evitar llegar a una Unidad de Cuidados Intensivos, por lo tanto, yo también llamo a todas las personas a que se vacunen y no tengan dudas porque es lo más recomendable en esta pandemia”.
EL DESPLIEGUE DETRÁS DE LA “INYECCIÓN DE ESPERANZA”
El primer y segundo proceso de vacunación del Hospital de La Serena fue posible gracias a un gran despliegue que llevaron a cabo más de 50 funcionarios del mismo establecimiento y que en toda la Región de Coquimbo, busca inmunizar a más de 8.300 trabajadores de la salud.
“Estamos muy orgullosos del éxito que ha tenido la vacunación, la verdad es que para el personal esta fue una inyección de energía, de tranquilidad y de seguridad para poder seguir desarrollando sus labores”, destacó la doctora Celia Moreno.
Por su parte, Edgardo González, Director (S) del Servicio de Salud Coquimbo, señaló que “con mucha esperanza, estamos viviendo la inoculación de la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 para funcionarios de salud de nuestros hospitales, SAMU y atención primaria, que desde hace once meses, han estado en la primera línea de exposición frente al virus. Quisiera destacar que ha sido un proceso que se ha llevado a cabo de manera impecable, gracias a la gran organización, compromiso y voluntad que han tenido nuestros trabajadores frente a esta importante tarea”.
A NO BAJAR LA GUARDIA TRAS LA VACUNACIÓN
Al vacunarse, las personas protegen su salud y la de su entorno, ya que evitan o restringen la diseminación del virus, resguardando las vidas de sus seres queridos. Sin embargo, resulta fundamental que una vez vacunada, la población siga implementando todas las medidas de prevención que se han utilizado a lo largo de toda la pandemia, tales como usar la mascarilla, lavarse las manos, evitar tocarse el rostro, toser o estornudar en el antebrazo y mantener la distancia social.