Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Según indicó Camilo Rapu, presidente de la Comunidad Indígena Polinésica Ma'u Henua se espera que entre el 10 o 15 de julio el moái esté en Rapa Nui para que su espíritu vuelva a proteger a su comunidad. Rapu además señaló que espera que se desarrolle un vínculo en turismo, patrimonio y cultura tras la firma de un convenio con la ciudad de La Serena.

Desde un tiempo a esta parte la Comunidad Indígena Polinésica Ma'u Henua de Rapa Nui ha sostenido una lucha por repatriar lo que para la mayor parte de la comunidad son piezas arqueológicas, pero para los isleños son parte de sus ancestros: los moáis.

Una labor que empezó por solicitar la repatriación del moái  Hoa Hakananai’a  que está en el Museo de Londres y a la que se sumó la petición del retorno de aquellos que se encontraban en el país.

La comuna de La Serena fue la primera en atender a su solicitud y así, el moái Mau Matari será el primero que regrese a la Isla. A su retorno le espera una ceremonia espiritual en que se le hará un llamado para que vuelva a cumplir su función ligada a la agricultura.

Pareciera que ha sido difícil entender que los moái cumplen una función, que su retorno para la cultura rapanui es el regreso de sus ancestros y que está ligado a un acto de respeto, más allá de la obtención del pago de una entrada por su exhibición, explican.

Camilo Rapu, líder de la comunidad, es parte de esa lucha y  en conversación con diario El Día pone en el tapete la importancia de resguardar los restos de las culturas indígenas encontradas en el sitio arqueológico El Olivar, para que no ocurra lo mismo que les sucedió a ellos en Rapa Nui.

¿Cuál es su impresión por la decisión de devolver a Rapa Nui el moái que estaba en La Serena?

“Estamos muy contentos con el pueblo de La Serena por ser los pioneros y que hayan entendido la importancia que tiene los moáis para nuestra cultura y nuestra cosmovisión como pueblo rapanui. Esta semana entregamos el moái Rani Tea a La Serena, que es el que nosotros nos comprometimos a entregar a cambio de Mau Matari, que es el moái que está en el Museo de La Serena y que nosotros estamos pensando retornar a Rapa Nui”.

“También es importante lo que ha sido en este proceso el entender un poco el pensamiento del pueblo rapanui y es lo que agradecemos al alcalde de La Serena y a los concejales, el habernos escuchado y entendido que para nosotros no es una pieza de exhibición o una pieza arqueológica, sino que representa a un abuelo, a una familia, a una parte de nuestros ancestros. Gracias a ellos por haber entendido el significado espiritual para el pueblo rapanui y habernos apoyado con esta iniciativa, creo que es un ejemplo tanto para los otros lugares, museos y pueblos en que están nuestros moáis en el mundo”.

Hay un trabajo que se está haciendo para recuperar los moái y piezas arqueológicas, ¿por qué se hace ahora?

“Porque hoy la organización que yo presido, la Comunidad Indígena Ma’u Henua, tiene los recursos para poder cuidar a estos moáis, tenemos profesionales como arqueólogos y conservadores para poder preservarlos y tenemos la tecnología, cosa que antes no había. Además, nosotros administramos el 43% de la Isla, el 100% del Parque Nacional Rapa Nui, lo que nos da a nosotros las facultades para poder transportar los moáis a dónde pertenecen, para  que cumplan la función para la cual fueron creados”.

Rapu explica que cada moái, junto con representar a un ancestro, representa una función que está vinculada a la espiritualidad del pueblo rapanui. Por ejemplo, señala, si un ancestro fue un buen pescador y al hacer un moái, darle alma y  tener el espíritu de él, que se adquiere cuando abre los ojos, se crea también su función y así cuando el pueblo rapanui necesite de más peces podrá pedirle a él que apoye a las nuevas generaciones.

“El que se encuentra en Inglaterra es el moái de la paz. Ese ancestro trajo la paz al pueblo rapanui en tiempos de guerra y tiene la función de mantener el equilibrio en la Isla y mantener la paz. Cada moái tiene su función en el pueblo rapanui”, explica Rapu.

 En el caso del que está en La Serena ¿cuál es su función particular?

“En el caso de La Serena es un moái que viene de Mau Matari, qué es un lugar que queda en el centro de la Isla,  donde antiguamente estaba  vinculado con la agricultura, porque representa a un ancestro que se dedicaba a la agricultura por eso es la función que tenía era el mejorar, tener buenos frutos y tener una buena agricultura”

Retorno en Julio

¿Cómo van las conversaciones para la repatriación del moái?

“Muy bien, hemos tomado contacto con el alcalde, también con el Consejo de Monumentos Nacionales, nos hemos reunido con la ministra de las Culturas y  hemos fijado fecha para el traslado del moái. La fecha está oscilando entre el 10 y el 15 de julio. Dependerá de la forma en que lo vamos a transportar, si es por barco o por avión, si es por avión es el día 10 si es por barco es el 15”.

 ¿Esto va a ir acompañado de alguna ceremonia?

“Al llegar a Rapa Nui vamos a hacer una ceremonia ancestral qué va a comenzar con un llamado al  espíritu del ancestro para que vuelva al lugar donde pertenece, ahí vamos a hacer una serie de ceremonias para hacer el recibimiento de nuestro abuelo”.

 En el caso de  La Serena, existe algún lazo que ustedes pretenden fortalecer entendiendo que hay un vínculo relacionado al primer vuelo que se hizo desde el continente hacia la Isla (por el avión Manutara).

“Nosotros ya tenemos un lazo histórico que se creó el año 1952, cuando se realizó el primer viaje en avión a Rapa Nui. En ese momento se conectó a ambos continentes, tanto Sudamérica como Oceanía, y ahí comenzó una historia. Pero nosotros en agradecimiento al pueblo de La Serena, y en acuerdo con los concejales, no queremos que la historia terminé ahora, por el contrario hemos firmado un convenio de crear una unión y una hermandad para poder trabajar juntos como pueblos en distintas áreas, por ejemplo turismo y temas culturales y patrimoniales en los que recorramos juntos un camino mejor para ambos pueblos”.

“También algo que tengo que mencionar, y que es importante, es que nos dimos cuenta en nuestra primera visita de que en La Serena también existen pueblos originarios, como por ejemplo la cultura diaguita que es una cultura ancestral, muy linda, y también nos enteramos sobre el cementerio que se encontró en El Olivar. Yo hablé con los concejales y el alcalde de que protejan ese lugar, protejan su patrimonio, sobre todo de los arqueólogos extranjeros que vienen y que según ellos se lleva las piezas para investigar y después nunca vuelven. Si no lo protegen ahora que lo tienen ahí, después van a estar igual que yo buscando por todo el mundo sus vestigios arqueológicos”.

La falta de respeto hacia los ancestros

¿Ustedes consideran que hay falta de empatía en esta lucha por repatriar los moáis en el resto de los casos?

“Sí, por ejemplo en Viña del Mar ha sido muy complejo. Ellos nos han comunicado que están dispuestos a tomar acciones legales para quedarse con el moái.  El Museo Fonck no lo quiere entregar por ningún motivo aunque el Consejo de Monumentos Nacionales estuvo de acuerdo con que lo entregaran, aun así  no están dispuesto a entregarlo. Yo creo porque ellos no  logran ver el significado que tiene para nosotros como cultura viva y no han entendido nuestra cosmovisión y el significado espiritual que tiene para nosotros como pueblo rapanui.

“Ellos lo ven como una pieza de exhibición y no sólo eso, hay otro problema en el Museo Fonck en Viña del Mar que nosotros lo hemos mencionado mucho a los directores, y es que ellos no han entendido que la exhibición de los cráneos de nuestros ancestros, es la exhibición de los cráneos de nuestros abuelos, de nuestra familia, a nosotros nos molesta que se esté mostrando como una pieza de exhibición y aunque hemos reclamado y yo mismo, personalmente, fui y hablé con el director lo siguen exhibiendo, entonces se nota que no hay conciencia. Ellos muestran una cultura pero al mismo tiempo no la respetan”.

¿Cree que es una falta de respeto hacia las culturas originarias?

“Nosotros siempre hemos tratado de que la repatriación sea en forma amistosa y de hacer entender a las personas que tienen a nuestra familia en sus manos sobre la importancia que tiene para nosotros el que vuelvan juntos a sus descendientes, que somos nosotros. En el caso del Museo Fonck, por ninguna motivo han querido tomar conciencia de ello y no han entendido o quizás han entendido pero no les interesa, porque según ellos muchos turistas van al museo por ese Moái y para nosotros no es un tema económico, es un tema espiritual. Para nosotros es una falta de respeto la actitud que han tenido y si hay que tomar acciones legales para poder retornar el moái a donde pertenece lo vamos a hacer, pero la idea no era llegar a eso”.

 

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