Johana Fernández / Gert Moller
Por tercera vez en el último tiempo, los comerciantes de la “feria de las pulgas” de Coquimbo salieron a marchar por las calles de la comuna, para expresar su descontento por la reubicación desde calle Balmaceda, a un sector que colinda con el Parque urbano de la localidad.
Durante más de un año, el municipio, comerciantes y vecinos han realizado diversas coordinaciones para efectuar el cambio, hasta llegar a la solución de instalarla frente al Parque Urbano de Tierras Blancas, lo que según explican desde la administración municipal, fue aprobado por 9 de los 13 sindicatos presentes en el lugar.
En diversas publicaciones de El Día se ha planteado la situación que viven los vecinos de Tierras Blancas, quienes por más de 10 años han debido convivir con la feria que se ubica en Calle Balmaceda martes y jueves, pero que con el tiempo ha ido aumentando el radio, incorporando calles transversales. Situación que ha modificado su vida familiar, no pueden salir fines de semana, aumentó la delincuencia con alta presencia de ilegales, se cierran las calles para el ingreso y salida de vehículos y de sus viviendas e incluso ha causado la quiebra de diversos emprendimientos.
Los asistentes se concentraron la mañana de este viernes a un costado del edificio consistorial, y durante la actividad recalcaron que la reubicación no se corresponde con sus exigencias, además que existe preocupación por los adultos mayores que son feriantes, pues se dificulta su llegada a la nueva dirección.
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Juan Barraza, presidenta del sindicato número 9 de San Juan, recalcó a Radio Mistral la especial preocupación que existe por los adultos mayores que participan en la feria, porque ellos "no pueden llegar al lugar donde fuimos reubicados"
"Nosotros venimos a trabajar y no hacemos todo lo que se dice públicamente de nosotros (...) siento que estamos bastante descalaficados y denigrados, esto parte desde las autoridades y de algunas personas, no todas, se toman de eso para querernos sacar del lugar que por años hemos ocupado sin mayores problemas", apuntó.
Indicó que hay mujeres jefas de hogar, personas con discapacidad e incluso enfermos crónicos que son parte de la feria y "buscan el sustento para sus casas y familias"
Expresó que "ojalá las autoridades y concejales se pongan la mano en el corazón y realmente conozcan la necesidad de este pueblo, porque ahora sentirmos que nos dieron la espalda".
Por su parte, Fabiola Acevedo, feriante hace 5 años, señaló que los principales problemas han surgido por que existe mucho vendedor ilegal, que no estpá dentro de los sindicatos.
"El problema es que cuando nosotros comenzamos a asistir a la feria no había tanta gente, pero se sumó mucha gente ilegal, la gente que no está sindicalizada, que no paga permiso y la que deja sucio. Y nosotros los legales estamos pagando el precio.El municipio nunca se encargó de fiscalizar ni siquiera ordenar, de hecho, si hubiesen supervisado que la gente que trabaja en la feria lo hiciera en sus puestos y días correspondientes, la gente de Tierras Blancas no tendría problemas con nosotros", puntualizó.
Finalmente añadió que es lamentable el cambio de lugar, ya que esto afecta a muchas personas y además es inseguro.
"Nos es justo que nos cambien al Parque Urbano porque queda más lejos y nosotros nos trasladamos con carros de supermercados, de tire y con bolsos de mano. Además, ese lugar es demasiado peligroso y que es un foco de delincuencia. Por lo que el temor recae en que la gente vaya porque mucha gente dice que no irá por el temor de que les abran los vehículos y que los asalten", finalizó. 6401
REUNIÓN CON EL MUNICIPIO
En una reunión sostenida en la alcaldía de Coquimbo, las dirigentes representantes de cinco sindicatos de la feria de las pulgas de Tierras Blancas y los equipos municipales alcanzaron un preacuerdo que destrabaría el conflicto que mantenían los comerciantes con la casa edilicia, en cuanto al traslado que se debe realizar a raíz de un dictamen de Contraloría que ordena tomar medidas con respecto a la actual ubicación de la feria.
Si bien existió un ambiente álgido en sus primeros instantes, a medida que las partes fueron conociendo las posturas lograron establecer un diálogo, instancia donde las dirigentes le entregaron al municipio una propuesta que será analizada en por el equipo municipal, para determinar la factibilidad técnica y social de las opciones dadas, informe que será luego conocido y sancionado por el Alcalde Marcelo Pereira, quien tiene la última palabra.