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Un grupo de pobladores se tomaron los accesos al balneario para pedir que se esclarezca el atropello del joven ocurrido hace unas semanas

Un taco de proporciones se generó en Tongoy luego que un grupo de personas impidiera el paso de los vehículos que intentaban ingresar o salir del balneario la tarde de este viernes. 

La Marcha denominada “Justicia para Lázaro” fue organizada por los padres, familiares, amigos y vecinos del joven de 19 años, Lázaro Torrejón Díaz quien falleciera atropellado la madrugada del 6 de enero de 2018 en el kilómetro 10 de la Ruta D-440 (acceso sur a Tongoy), en el sector Las Tórtolas.

Desde las 18:30 horas este grupo de personas realizó una marcha pacífica que comenzó frente a la Biblioteca David León Tapia de Tongoy para luego desplazarse  hacia ambos puentes de ingreso.

La acción fue tomada por allegados para visibilizar el caso de Lázaro y dar con el responsable del atropello. Los vecinos agregan que tampoco se han tomado medidas para mejorar la seguridad de la ruta con iluminación y la instalación de elementos para la reducción de la velocidad de los vehículos.

“(...) No nos quedaremos de manos cruzadas. Ya basta de que nos cierren las puertas y se burlen de nuestro dolor, no solo el dolor de su familia si no también de un pueblo entero quien exige justicia para nuestro Lázaro”, expresaron los conocidos del joven en un mensaje a través de redes sociales.

Este era el joven Lázaro Torrejón. Foto: Cedida

MUERTE EN EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS

El fallecimiento de este joven aún mantiene consternada a la comunidad de Las Tórtolas ya que Lázaro era conocido por participar en múltiples actividades. Según contaron vecinos, él llegó a ser campeón regional de cueca, era parte de la banda de guerra de Tongoy y practicaba deportes. Estaba terminando la educación media y a la par trabajaba en un cultivo de ostiones de la zona.

De acuerdo al relato de personas allegadas, el 5 de enero Lázaro estaba compartiendo con unos amigos en la playa, y por causas que se desconocen en la madrugada del 6 de enero su cuerpo fue encontrado tendido en la vía que une a Tongoy con la Ruta 5. La tesis que se maneja es que presuntamente fue atropellado, pero el conductor se habría dado a la fuga. 

Las circunstancias de su muerte parecen extrañas para la familia y amigos, pues según indicaron, no cuentan con el informe del Servicio Médico Legal, ni tampoco se le realizó autopsia. Adicionalmente, piden más presencia policial en Tongoy. 

Así lo señala su amigo de la infancia José Fernández. 

"(...) Solo le pido a Dios que el responsable se entregue y le pido a las autoridades que hagan su pega, que nos apoyen como pueblo porque no quiero que pase más, quiero que todos sepan lo que pasó con mi amigo. Me duele el alma no saber ninguna informacion de los ocurrido (...)", expresó el joven. 

 

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