• Guayacán espera que el Programa de Revitalización ponga en valor su patrimonio histórico y signifique un resurgir de la comunidad.
  • Los vecinos de Guayacán critican el lento avance del Programa BID -Subdere y la mala gestión de la oficina de barrio a cargo del Municipio de Coquimbo
  • Las Plazas Los Pescadores y Tesoritos de Guayacán fueron mejoradas y habilitadas comp parte de las obras de confianza. Hoy se encuentran sin mantención y desde la Oficina de barrio señalan que existe un plan de gestión de áreas verdes para la comunidad que se implementará tras la aprobación del plan maestro
  • Este es el terreno del astillero por el cual la Subdere inyectó $833 millones para su compra y que, debido a problemas de cambio de valor por impuestos el municipio no pudo adquirir.
  • Imagen del futuro centro de Expresiones Artísticas que se construirá en las dos viviendas ya adquiridas por el programa en calle Lira
  • Asi quedaría la plazoleta Maximiano Errázuriz tras los trabajos que se realizan
  • imagen de la futura Playa el Cóndor.
Crédito fotografía: 
Rebeca Luengo Pereira
Vecinos del sector critican la lenta gestión realizada en Guayacán en el marco del Programa de Revitalización por más de 40 mil millones de pesos y que incluye a cinco comunas del país. Señalan que aún no conocen el Plan Maestro que incluye los proyectos que se realizarán en el lugar, que no hay participación ni transparencia en el desarrollo del programa y temen quedar fuera de este importante plan que convertiría a Guayacán en un importante polo turístico y patrimonial.

Una luz de esperanza para el desarrollo económico, social y patrimonial veían los habitantes de Guayacán en la comuna de Coquimbo con la medida número 35 de los compromisos presidenciales de Michelle Bachelet  en el año 2014. La iniciativa establece el Programa de Revitalización de Barrios e Infraestructura Patrimonial Emblemática (PRBIPE), a través de un contrato de préstamo internacional entre el Estado de Chile y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que permitiría invertir en proyectos que propiciaran el resurgimiento de sectores emblemáticos de Chile.

Son 180 millones de dólares o 40 mil millones de pesos,  entregados a través del BID y la Subsecretaría de  Desarrollo Regional  que revitalizarían los barrios Portales, Matucana y Matta Oriente en Santiago; el Barrio Lota Alto en la comuna minera de la Región del Biobío; Barrio Borde Costero, Playa Chica y Grande en Cartagena; Barrio Centro histórico de Arica y Barrio Guayacán en Coquimbo.

“Somos una población de 2 mil habitantes  y 46 casas históricas que queremos rescatar y un plan de desarrollo inversión  que queremos hacer. Estamos decepcionados, frustrados y desencantados. Todos veíamos con optimismo el renacer un pueblo patrimonial, pero no tenemos nada”.Juan Valdivia, historiador y vecino de Guayacán.

Sin embargo, con el paso del tiempo los guayacaninos consideran que se ha hecho poco y nada en el lugar,  sienten impotencia y rabia respecto a la gestión realizada hasta el momento en el sector y temen que sólo alcanzarán a invertir mínimos recursos  o incluso quedar fuera de este importante programa.

LAS CRÍTICAS DE LOS VECINOS

Todo partió con la voz disidente de Juan Valdivia, destacado historiador y vecino de Guayacán, quien por años ha trabajado para convertir a su pueblo en un polo turístico y poner en valor a este puerto en la historia de Coquimbo y  Chile, que es zona típica y  que posee dos Monumentos nacionales, la Iglesia de Guayacán y la casa de  Administración.

Valdivia fue elegido por la propia junta de vecinos José Tomas Urmeneta como asesor cultural y lleva una detallada bitácora de cada evento que contempla este programa BID-Subdere. Ha recorrido medios de comunicación y pide explicaciones por el uso de recursos y lo que, a su juicio, ha sido una mala gestión. Asimismo,  reclama ante la escasa participación que tienen los vecinos en la definición de los proyectos, queja a la que suman dirigentes vecinales y agrupaciones culturales que exigen una respuesta.

Pero ¿cuál es la molestia de los habitantes de Guayacán frente a la gestión de la oficina barrial y el municipio de Coquimbo?

Carlos Cepeda, presidente de la Junta de Vecinos José Tomás Urmeneta señala que en primer lugar, este programa llegó a Coquimbo y especialmente a  este puerto histórico luego que la comunidad, junto al municipio, buscara fórmulas para revivir y poner en valor al sector. Así se postuló a Guayacán que fue seleccionado junto a los otros cuatro barrios para iniciar diversas acciones y se repartieran esos 40 mil millones de pesos en revitalización de su patrimonio.

Sin embargo, Cepeda señala que “ya van tres años y nada. No se avanza con nada. No se nos consulta y nos dicen que tenemos las puertas abiertas, pero no es así”.

“Queremos que Guayacán surja y el Estado de Chile le  devuelva la mano,porque la historia nos avala.  Vamos a llegar a última instancia a esta torta para cinco comunas y no tendremos ni veremos ningún proyecto  en nuestro pueblo”.Carlos Cepeda, presidente Junta de vecinos José Tomás Urmeneta

El programa establecía varias acciones como por ejemplo mejoramiento de fachadas, revitalización de la caleta y playa El Cóndor, mejorar avenidas y plazas, compra de inmuebles para desarrollar proyectos como museos de sitios, entre otras. Pero casi nada se ha hecho. En diciembre de 2014 se firmó el convenio de colaboración entre el gobierno y el municipio que daba inicio al programa y comenzaron algunas acciones. A pesar que el BID establece que es necesario que la oficina de barrio que lidera la revitalización y que está a cargo de la Secretaria de Planificación del Municipio de Coquimbo se establezca en el sector a intervenir, recién en mayo del 2017 los profesionales de esta oficina se instalaron en Guayacán, en uno de los dos inmuebles que se han comprado hasta el momento.

Y esto es algo que duele en este pueblo histórico. A pesar que los vecinos han realizado diversas gestiones para conseguir contactos y establecer una lista de viviendas y terrenos que pueden ser adquiridos por el municipio,  de gran valor patrimonial e ideales para desarrollar proyectos, sólo se han comprado estas dos casonas (Calle Lira 42 ex casa Floto y la de calle Lira 36) en las que se ejecutará un centro cultural.

Critican que hasta el momento se han desarrollado tres obras de confianza, que son los hitos de este plan y el comienzo de la relación de la comunidad. Estas obras son el mejoramiento y habilitación de tres plazas, “Tesoritos de Guayacán” y “Pescadores de Guayacán” que están ejecutadas y en obras se encuentra la “Plaza Maximiano Errázuriz”, pero que tienen áreas verdes descuidadas y que no son utilizadas por la comunidad.   

“Es raro también porque por ejemplo, las dos primeras plazas tenían en sus carteles de información de inicio de obras que tenían un costo de 59 millones, pero cuando solicitamos la información a transparencia, nos indica que la inversión es de 54 millones. Lo mismo que con la Plaza Maximiano Errázuriz, usted ve el cartel y dice 163 millones, pero en transparencia indica 98 millones. Estas son inconsistencias que no nos aclaran”, agrega el presidente de la Junta de vecinos.

Por otra parte,  se contrató por más de 160 millones de pesos a una consultora, para realizar el Plan Maestro, que debía ser entregado en enero de 2017. Luego se solicitó un tiempo para continuar trabajando y el plazo se extendió a junio de 2017. Los vecinos esperan conocer este plan, pero se enteraron que ya había sido entregado al BID, pero fue devuelto con observaciones. Así el 12 de enero de 2018 era el último plazo que otorgó el BID para ser entregado  y desde el municipio esperan que sea aprobado. Sin embargo, el Plan Maestro fue concluido por los profesionales de la oficina de barrio del Programa de Revitalización, luego que se percataran de la demora y poca expertise en el tema patrimonial por parte de la empresa contratada.

“Ni siquiera se hizo una matriz, no se sabe cuántas personas viven acá, cuales son las viviendas, cuantos restaurantes hay ni antecedentes para generar programas de inversión”, señala Valdivia

INMUEBLES SIN COMPRAR

También molesta a los vecinos lo sucedido con los terrenos del astillero de Guayacán.  En diciembre de 2015 el municipio de Coquimbo recibió los $833 millones de parte de la SUBDERE para la compra de este inmueble en el que se espera instalar un museo de sitio, un pueblo artesanal y unacafetería. Sin embargo, esta compra no se realizó en su momento y luego, con los cambios tributarios, aumentó el valor con los impuestos.

Este fue el argumento que les dio el municipio a los vecinos por esta fallida compra. Sin embargo, los integrantes de la junta de vecinos  José Tomás Urmeneta decidieron solicitar al servicio de Impuestos Internos antecedentes para presentar una solución. Así se les informó que los 9.800 metros que corresponden al terreno están divididos en dos dueños, 1792 m2 correspondían al giro de inmobiliaria y estaban afectas a impuestos y los 6.904 m2 restantes no, por lo cual se sienten engañados.

Para Pascual Aguilera, presidente  de los pescadores de Guayacán el tema principal no  es denunciar alguna irregularidad financiera o que los recursos son mal utilizados, pues “acá nos interesa que se avance en el programa, que se compren inmuebles, que se termine el Plan Maestro y conocerlo y que nos hagan parte y comencemos a invertir. Así como vamos, terminaremos sin nada, sin proyectos, al raspado de la olla y quizás hasta fuera de esto”.

Lidia Mánquez, pobladora e integrante de la agrupación “Guayacán Te Mueve” agrega que la molestia ocurre porque se han sentido fuera de los avances: “les dijimos que compraran una casona al lado de  la Iglesia de Guayacán, e incluso el dueño la saneó y todo para venderla, pero nada ha pasado. Sólo tenemos tres plazas y dos casas y más encima no podemos usarlas”.

“Claramente nosotros como Subdere queríamos que el programa tuviera mayor dinámica y hubiera fluido con mayor rapidez, pero hay que considerar el cambio de administración del municipio y el cambio de equipos de confianza (SEcplan) que son tiempos que nos hubiera gustado que fueran más rápido”.Claudia Bravo, Jefa regional Subdere

Los vecinos intentaron conversar y presentar sus reclamos al Banco Interamericano de Desarrollo, cuando sus representantes visitaron la región en el mes de diciembre, “pero fuimos atendidos en el banquillo de la plaza”, relata Juan Valdivia, quien agrega que solicitaron un espacio en el edificio de la Intendencia y pudieron intercambiar algunas ideas en escasos 15 minutos en la entrada principal del edificio.

“Esa es la molestia, la rabia e  impotencia  que sentimos como vecinos que hasta el día de hoy no tengamos absolutamente nada, excepto esas dos casa de la esquina y pago de sueldos y somos pasados a llevar. Acá queríamos surgir, tener emprendimientos, recibir al turista, pero no podemos hacer nada”, añade el dirigente.

VECINOS NO CONOCEN OBJETIVOS DEL PROGRAMA

Consultado por la situación, tanto la Subdere como el municipio a través de la Secplan y la oficina de Barrio, se defienden señalando que existe confusión en los vecinos al pensar que los 40 mil millones de pesos serán invertidos sólo en Guayacán y que el Bid ya transfirió los recursos. Por otra parte, señalan que los pobladores sienten que es un programa patrimonial  y que busca sólo la restauración de casas o edificios y a través de comunicados de prensa han manifestado que el historiador Juan Valdivia sólo busca protagonismo.

Claudia Bravo, jefa regional de Subdere, señala que es el municipio el ente ejecutor del programa y ellos entregan recursos frente a proyectos e iniciativas que se van entregando. Explica que hasta el momento, como no existe plan maestro no se han entregado recursos del BID, sino que solo desde la Subsecretaria de Desarrollo regional han permitido el asesoramiento a los profesionales, la contratación del plan maestro, las obras de confianza, la compra de las dos viviendas y los dineros de la compra de los terrenos del astillero, todo por un monto de $1.717 millones y fracción.

Admite que el programa ha ido avanzando más lento de lo que se pensaba en Guayacán, pero que al ser un programa piloto, esto ha sucedido en las cinco comunas del país y los territorios se han ido adaptando. Pero agrega que es distinto señalar que puede existir demora a atribuir una “mala  intencionalidad” como han señalado los vecinos en el proceso que se ejecuta en el sector, indicando que los recursos han sido mal utilizados.

 “Hay tiempos que debieron ser más rápido, pero hay que analizar las situaciones problemáticas que han provocado que esto no fuera tan rápido como hubiéramos querido, pero se está avanzando”, concluye Bravo.

“NO QUEDAREMOS FUERA DEL PROGRAMA”

Claudio Telias, secretario de Planificación Municipal señala que están en fase final  de aprobación del Plan maestro por parte de la Subdere y BID y que no existe un riesgo de ser excluidos del Programa. Se defiende de las críticas a la baja participación, señalando que como condición del plan se obligaba a la realización de talleres ciudadanos y que en Guayacán se desarrollaron más de 50 de estas actividades, que “lograron establecer la información necesaria para levantar este plan de revitalización. No pueden ser considerados todos los interesados, porque hay que ver lo que incluye el programa. Tampoco podemos mostrar el plan maestro, hasta que sea aprobado”.

Asegura que tras este paso, se irán financiando y ejecutando los proyectos en un plazo no superior a 3 años, que no sólo incluyen obras civiles, sino que también asesorías técnicas y planes comunicacionales.

“Estamos en un buen pie, con un trabajo con tiene plazos límites y una carta Gantt bien acotada que trabaja la Subdere, el BID y el municipio con su oficina territorial. Después de la aprobación del plan maestro será una etapa más visible”, aclara el Secplan.

Respecto a la compra de los terrenos del astillero, señala que los recursos están en las arcas municipales pero que tras el cambio de valorización de precios por la Reforma tributaria, el dueño desistió la oferta “y hoy se está realizando una retasación de eso para ver si se ajusta a los precios de mercado. Manejamos esos recursos y están disponibles, porque tenemos una cuenta independiente que es del programa”. Sin embargo, si el valor de los terrenos aumenta, deberían devolver esos recursos y presentar un nuevo proyecto a la Subdere para que apruebe otra partida.

Telias asegura que están tranquilos ante los reclamos de los vecinos, ya que incluso existe una auditoria de la Contraloría que no registró irregularidades, sólo algunas observaciones que " fueron más de forma que de fondo y en ningun momento dicen que los recursos son malgastados". Existe además una supervisión técnica permanente del BID y de la SUBDERE , porque "no tomamos decisiones autonomas, sino que es parte de un plan de trabajo" y muchos proyectos ya cuentan con reconmendaciones técnicas avanzadas.

El Secplan transmite tranquilidad a los habitantes de Guayacán  y asegura que todo está dentro de los tiempos del programa. "Deben mantener la confianza que el trabajo se está haciendo de buena manera y en el corto plazo se verán los resultados", agrega Telias.

Pero los vecinos refutan a la Subdere local y al Municipio indicando que entienden  claramente el objetivo de revitalizar el sector y aun así no han sido escuchados.

“Estamos claros que el programa de revitalización no es solo estas calles o casas,  sino que mucho más. En las asambleas que hemos tenido, la gente ha dicho esto queremos reparar y esto queremos hacer y cómo queremos dar sustentabilidad y poner en valor nuestro pueblo, pero hoy no tenemos ni una cafetería para atender a turistas y nuestros emprendedores no tienen nada para instalarse”, señala Valdivia.

Los vecinos exigen trabajar en conjunto y descartan cualquier interés personal en sus reclamos, señalando que sólo realizan las acciones de fiscalización que la ley faculta a los dirigentes vecinales, especialmente en un programa de gran envergadura y que significaba el renacer de su pueblo.

“En el Plan Maestro no se incorpora todo lo que se planteó en el plan de acción, sino que lo que tenemos factibilidad de ejecutar y son parte del espectro de acción del convenio que el BID y Subdere financian”.Claudio Telias, Secplan

QUÉ ES EL PROGRAMA DE REVITALIZACIÓN

El 21 de octubre de 2015 se aprobó el contrato de préstamo internacional entre el Estado de Chile y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que crea el Programa  de revitalización de Barrios e Infraestructura Patrimonial emblemática (PRBIPE).

El objetivo principal del programa es implementar nuevos modelos de gestión para la revitalización de barrios e infraestructura patrimonial emblemática con el propósito de:  Mejorar las condiciones de habitabilidad y del entorno de barrios de la población residente;  Poner en valor sus inmuebles patrimoniales; Incrementar su actividad comercial y cultural; Fomentar la participación de sus residentes en su revitalización.

Así por ejemplo en Santiago ya se han invertido en la compra del ex asilo de las Hermanitas de los pobres por más de $6 mil millones; en Arica se inició el proceso de restauración del centro y en Cartagena se compró la estación de trenes para centro cultural.

 

 

EL EJEMPLO DE CARTAGENA: LIDERA EL PROGRAMA DE REVITALIZACIÓN

Cartagena se integró en último lugar a este Programa de Revitalización, sin embargo son los que han avanzado más rápidamente. Ximena Flores es la coordinadora de Revita Cartagena y  explica a Diario El Día que el primer paso fue desarrollar el Plan Maestro que estuvo a cargo de una consultora experta en patrimonio y que definió claramente el área a intervenir, el valor del patrimonio local y qué partido se le puede sacar para potenciarlo y se convierta en el centro de actividades productivas y un polo turístico para la comuna.

La consultora demoró un año en la elaboración de este plan, proceso para el que Ximena Flores califica como “clave” la participación ciudadana, ya que son los propios vecinos “quienes van a activar esto. Se les puede dar un empuje al principio, pero la mantención de este lugar tiene que hacerlo la comunidad, entonces se tienen que empoderar”.

Cada cierto tiempo la consultora presentaba los avances a la comunidad y se iniciaban las discusiones frente a los proyectos, se sectorizaban y generaban las prioridades. Así se iban encontrando con diversos lugares que eran de gran atractivo, pero que estaban olvidados.

“La visión externa de Cartagena es que no  tiene ningún  atractivo, como que no hay ningún valor,  pero en sí  tiene muchos rincones que el externo no conoce. Eso se puede explotar y nos hemos dado cuenta que existen caletas escondidas, pocos accesibles pero sumamente atractivas”.

Señala que aun cuando es difícil establecer acuerdos con los vecinos, porque no existe autogestión en las organizaciones, se ha ido trabajando y reforzando este tema. Para ello ha sido fundamental la relación constante del equipo barrial y la municipalidad con las organizaciones y la formación de una mesa ciudadana comunal para discutir y generar consensos en el programa, lo que les ha permitido avanzar con una sola visión, clara y compartida. Por otra parte, se trabaja muy de la mano con el Consejo de Monumentos Nacionales debido a que todas las áreas de intervención están dentro de zona típica.

En la actualidad en Cartagena se han invertido más de dos mil millones de pesos en la compra de diferentes inmuebles como una casa para crear una escuela de artes y oficios, una casona tipo castillo, la estación de ferrocarriles y una vivienda frente al rompeolas para generar un centro de investigación gastronómica. Además se han ejecutado obras de confianza como recuperación de pasajes y escaleras tradicionales en el circuito peatonal del sector que incluye el programa BID

Respecto a las finanzas, Ximena Flores explica que los recursos que ingresan por este programa lo hacen a una cuenta distinta a la municipal, ya que “es mucha plata y en las cuentas municipales se pueden desordenar”, fondos que son constantemente monitoreados por la Subdere, control interno municipal y la Contraloría.

Por último, Flores señala que lo importante es que las autoridades estén en sintonía con el programa y que apoyen a los vecinos. ”Es importante que el municipio  muestre que quiere incorporarse a esto. Acá en Cartagena, han hecho un apalancamiento  con algunas compras por parte del municipio. Pero lo importante es la participación con el empoderamiento de la gente , escucharlos y orientarlos, hay que hacer un cambio de switch en ellos,   que no sea solo subsidiar sino que empoderar”, concluye la coordinadora.

 

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