Hace cuatro años la construcción de la doble vía entre La Serena y Vallenar dejó al descubierto uno de los hallazgos arqueológicos recientes más relevantes que se tenga registro a nivel local, nacional e incluso continental.
Así lo explicó la arqueóloga, Paola González, quien lideró los primeros trabajos de caracterización arqueológica del sitio mediante la excavación de 452 pozos de sondeo de 1 metro de largo por 50 m de ancho, dentro de un polígono de 380 metros de largo por 80 metros de ancho. Una superficie menor, considerando la extensión de El Olivar, que se estima en al menos 35 hectáreas.
“El sitio El Olivar es un asentamiento prehispánico habitacional y funerario, que da cuenta de la vida y procesos sociales de todas las culturas alfareras del Norte Chico. En el reciente rescate realizado nos centramos en dos áreas funerarias que fueron ocupadas intensamente durante un lapso de al menos 600 años”, explicó.
Fecha del hallazgo
El hallazgo se registró a 4 kilómetros al norte de la capital regional en julio de 2015 cuando los trabajadores de Sacyr, empresa española que se adjudicó la licitación, encontraron una serie de esqueletos mientras removían tierra, y que luego de ser sometidos a pruebas se comprobó que eran vestigios arqueológicos de larga data.
212 cuerpos humanos articulados fueron recobrados en la etapa de rescate en el sitio El Olivar.
Posterior a eso, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) ordenó a la compañía hacer una caracterización arqueológica mediante pozos de sondeo para luego realizar el rescate arqueológico del sitio. Fue en este contexto, que la empresa contrató a mediados de ese mismo año a un equipo de profesionales liderados por Paola González y Gabriel Cantarutti.
La profesional detalló que se recobraron 212 cuerpos humanos articulados, 46 entierros secundarios, 56 camélidos articulados y una gran cantidad de artefactos líticos (puntas de proyectil, cuchillos, adornos), cerámicos (vasijas), óseos (torteras para fabricación de textiles, instrumentos musicales de viento, espátulas para consumo de alucinógenos) y en menor cantidad artefactos metálicos (anzuelos, cinceles, aros).
Reconstruyendo una cultura
González calificó el hallazgo y el sitio como una oportunidad única para lograr una reconstrucción mucho más vívida de las culturas prehispánicas de la Región de Coquimbo y su continuidad en el presente.
Setenta profesionales de distintas disciplinas como arqueólogos, antropólogos físicos y conservadores trabajaron durante 14 campañas logrando obtener un registro arqueológico muy preciso que permitirá responder grandes interrogantes de la prehistoria regional. Tales como cronología, origen y desarrollo de la cultura diaguita a partir de los ancestros del complejo cultural Las Ánimas, calidad de vida, relaciones de género, estudios genéticos, infancia, naturaleza y características de la conquista Inca, alimentación, desarrollo del arte visual simétrico, entre otros.
Vasija antropomorfa. Gentileza: Paola González.
¿En qué está la investigación?
Paola González explicó que en la actualidad aquellos materiales arqueológicos recobrados durante la etapa de sondeos, es decir la excavación de los 452 pozos que permitieron descubrir 8 áreas de cementerios, 29 conchales arqueológicos (áreas habitacionales), rasgos como fogones, estructuras de piedra y pisos de habitación, fueron analizados y entregados al Museo Arqueológico de La Serena, lugar donde se quedará definitivamente la colección. Además, se elaboró y entregó un informe final al CMN.
Una vez finalizada esta etapa –dice González- se envió al consejo el informe ejecutivo de los sondeos arqueológicos, junto a una propuesta de rescate del área, esta fue aceptada por el órgano dando inicio así, en diciembre de 2015, al rescate del polígono.
“Cubrió una superficie de 332 m2. Se realizaron 14 campañas de rescate arqueológico, entre los años 2015 y 2017, recobrándose una enorme cantidad de materiales arqueológicos: 212 cuerpos humanos articulados, 56 camélidos articulados, más de un centenar de vasijas cerámicas en distintos grados de integridad y numerosos artefactos líticos, óseos, cerámicos, además de algunos artefactos metálicos”, aclaró la profesional. Estos se encuentran en Santiago a la espera que se inicie la etapa de análisis. Se prevé que esta comenzaría una vez que el CMN apruebe la adenda al informe ejecutivo de rescate.
En esta misma línea, González aclaró que los hallazgos que permanecen in situ no sufren peligro dado que una vez que finalizaron las excavaciones, los conservadores realizaron un cierre científico que asegura la preservación en el tiempo de aquellos materiales que no fueron levantados.
“Junto al arqueólogo Gabriel Cantarutti, en base a un conjunto de antecedentes contextuales revelados por nuestras excavaciones estamos planteando un cambio en la periodificación de la cultura diaguita y Ánimas en el valle de Elqui. En el sentido de que no serían dos grupos culturales distintos sino que el llamado Complejo Cultural Las Ánimas sería parte del período inicial de la cultura diaguita”, puntualizó.
Sitio de gran importancia
El sitio El Olivar es de gran importancia para el conocimiento de la prehistoria regional y sudamericana. La profesional comentó que la restauración de cerca de 100 vasijas cerámicas permitió reconocer tipos cerámicos totalmente desconocidos que aportan luces acerca del proceso de génesis de la cultura Diaguita.
González también confesó que está pronto a publicarse el libro "Alfarería del sitio arqueológico El Olivar: Memoria renacida a partir de sus fragmentos" trabajo realizado en coautoría con la conservadora Francisca Gili, quien también participó en el proceso de restauración.
“Esta obra da a conocer a la comunidad el valioso legado alfarero. Es un proyecto Fondart Regional fruto de una iniciativa conjunta con Asociación Indígena Cultural Diaguita Elke”, aseveró.
Libro "Alfarería del sitio arqueológico El Olivar: Memoria renacida a partir de sus fragmentos" será publicado prontamente. Gentileza: Paola González.
También contó que están desarrollando un proyecto Fondecyt de genética diaguita, en conjunto con los doctores Ricardo Verdugo y Mauricio Moraga que persigue caracterizar genéticamente a la población de El Olivar y establecer sus vínculos con poblaciones andinas, amazónicas y también con las comunidades diaguitas del presente.