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El Día
Desde que se transformó en el actor clave en el rechazo al proyecto minero Dominga la autoridad regional estuvo en el centro de la discusión, sumado a la debacle electoral que terminó con la derecha ganando la presidencial en la zona.

No  fue un año fácil para  el intendente Claudio Ibáñez. Hubo dos episodios que marcaron su  tenso 2017 y lo instalaron en el centro de la discusión. Su voto de rechazo con el que se le puso la lápida al  proyecto minero Dominga en  la votación del mes de marzo, terminó por complicar su imagen entre quienes lo veían como el salvador del tema económico en la zona. Quedó prácticamente sólo. 

Aunque no  salió  a la luz pública, la molestia del mundo empresarial  regional con Ibáñez  fue que a los pocos meses  de arribar a la intendencia  se habría mostrado proclive a la iniciativa de Dominga y dispuesto a apoyarla en las instancias claves. Sin embargo, la decepción fue  total  cuando  corroboraron que terminó cediendo a las presiones  de La Moneda y rechazando la propuesta.  

De hecho, nadie se olvida de la frase del diputado  DC Matías Walker, cuando  denunció que operó el telefonazo a última hora desde el Ministerio del Interior para cambiar la votación. Incluso, en  una comida  de dirigentes empresariales en la noche  anterior a la votación donde asistió  diario El Día, se filtró la forma cómo votarían los  seremis para que el intendente decidiera y lo hiciera  en contra.  A pesar que  en cada  ceremonia, la autoridad insistió que votó en conciencia  y que no fue presionado, no logró  convencer a quienes advertían en este  proyecto la solución a la alicaída economía  regional y sobre todo de La Higuera. 

REVÉS ELECTORAL 

A pesar que se sostiene que  los intendentes  gobiernan  para todos los sectores, la noche del 19 de  noviembre no faltó quien apuntó hacia la intendencia para buscar responsables del avance de la derecha  en materia parlamentaria y  con mayor  fuerza cuando el 18 de diciembre, por primera vez en los últimos años,  se imponía en la zona en materia presidencial. En todo  caso, antes de la primera vuelta,  Ibáñez  advirtió que sería  injusto responsabilizarlo de  un mal resultado. “Está descartado (críticas). Eso sería ciego y no darse cuenta que es fácil responsabilizar al otro al día siguiente”.

La jornada del 17  de diciembre  y tras conocerse los resultados de la dura derrota, el vocero  de Gobierno, Bernardo Salinas, evitó que el revés regional se personalizara en las autoridades locales y sobre todo en el intendente Ibáñez. “La gestión de los gobiernos pasa por las personas y no por la impronta que le puede colocar alguien en particular”.

El diputado Matías  Walker (DC) admitió  que se tuvo  poca capacidad como región de generar “incentivos a la inversión privada”, aunque descartó apuntar al intendente. “No, sería reduccionista apuntar al intendente exclusivamente.  Los trabajadores estaban mayoritariamente por Sebastián Piñera, porque decían que con él habrá más pega, empleo e inversión”. 

ABIERTA INTERVENCIÓN

No obstante, lo que provocó  la furia de la oposición fue la filtración de un audio con la voz del intendente cuando  en una reunión política arengó a los partidarios de la candidatura de Guillier a tomarse vacaciones o días administrativos si era necesario  para respaldar  al candidato. “Estas tres semanas son decisivas” fueron las palabras  de Ibáñez, las cuales se viralizaron en una grabación divulgada por los presidentes regionales de Chile Vamos, quienes acusaron abierto intervencionismo electoral.

Sin embargo, Ibáñez  se defendió. Aseguró que si bien asistió a una reunión del comando de Guillier lo hizo fuera de su horario laboral y en automóvil particular, destacando que se trata de una práctica permitida, según la Contraloría.

INTERVENCIÓN BRUTAL

El diputado UDI, Sergio Gahona,  al presentar los antecedentes en la Contraloría,  insistió  en que “han perdido totalmente el pudor y están haciendo el intervencionismo más brutal que se haya visto. El intervencionismo del intendente es evidente y esperamos que el contralor abra expediente. A este señor Ibáñez no le basta con destruir económicamente a nuestra región, sino que además daña la función pública”.

INICIATIVA A LA CARRERA

En el  cierre del año,  el intendente Ibáñez continuaba en la polémica. Esta vez por la controvertida apuesta de  crear un área Marina Costera de Múltiples Usos (AMCP-MU) en La Higuera  que se extendería entre Punta Zorro (límite norte) y Punta Poroto (límite sur)correspondiente a 1444. 440 hectáreas protegidas en el área marina y 3.195 hectáreas en la zona costera terrestre  como una forma de preservar  la biodiversidad. Sin embargo,  el diputado Sergio Gahona (UDI) recalcó que esperaba que esta iniciativa, “no puede transformarse en una obsesión por tratar de bloquear proyectos”. Una vez más se cuestionó a Ibáñez de querer bloquear el desarrollo minero y sobre todo el proyecto Dominga. 

Es por ello que el congresista gremialista dio razones políticas. Cree que cuando se adopta una decisión sin consultarle a nadie sería arbitrario, “discrecional y unilateral, más aún cuando es un gobierno y un intendente que ha sido derrotado ampliamente en estas últimas elecciones y que ya no tiene su voz validez democrática frente a la ciudadanía”, recalcó.

 

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