La figura de un orientador en las salas de espera está logrando buena acogida y evaluación por parte de los pacientes
Con la aspiración de entregar un servicio más cercano, en el hospital San Pablo de Coquimbo está dando buenos resultados la incorporación de un funcionario que cumple el rol de orientar a los pacientes que se encuentran en las salas de mayor concurrencia.
Así lo confirman las cartas de felicitaciones que ha recibido el recinto de salud durante los casi 5 meses que lleva trabajando el orientador Miguel Barraza.
Su rol es entregar información a familiares y acompañantes respecto de la situación de salud de un paciente que es atendido en la Unidad de Emergencia, así como la contención emocional de usuarios; orientación acerca de trámites administrativos al interior del recinto; atenciones preferenciales para personas con un alto grado de discapacidad o dificultades para desplazarse e intervenir en situaciones en que los usuarios manifiesten disconformidad con el servicio.
Además, es el encargado de velar por la buena presentación de las salas de espera y baños públicos, procurando que estos espacios de uso común se encuentren en las mejores condiciones para recibir a los usuarios.
La directora de hospital San Pablo, Ana Farías, destacó que la incorporación del orientador “nos permite identificar algunas situaciones que debemos corregir para entregar un mejor servicio y finalmente se transforma en el gestor de un cambio cultural, tanto en los usuarios como en la misma organización”.
El profesional atiente de lunes a viernes entre las 08:00 y las 17:00 horas en las ventanillas de informaciones o en emergencias. 4402
Contenido relacionado
No hay contenido relacionado