Más de 569 mil hectáreas afectadas, 2500 viviendas quemadas y 11 personas fallecidas fue el saldo que dejaron los 5.244 incendios ocurridos durante la temporada de verano 2016-2017 en nuestro país. La denominada “Tormenta de Fuego” fue catastrófica, por lo cual este año ya se inició una campaña que busca la cooperación público-privada para realizar limpiezas y un trabajo preventivo para evitar la ocurrencia de incendios, incluyendo nuestra región.
Es que la Región de Coquimbo perdió 3.100 hectáreas en la comuna de Los Vilos este año, a pesar que las lluvias fueron beneficiosas, generaron la proliferación de vegetación y pastizales altamente combustibles. A esto se suma las altas temperaturas producidas por el cambio climático en la temporada estival, con lo que ya se prevé la ocurrencia de incendios forestales, que son los mayores agentes degradadores de los ecosistemas.
TRABAJO CONJUNTO. La campaña de prevención de incendios fue lanzada en la localidad de Guanaqueros, que en febrero 2013 vio como las llamas se propagaron rápidamente por los pastizales desde los cerros hasta la playa, consumiendo más de 30 viviendas, automóviles y flora y fauna nativa.
Las autoridades conocieron las herramientas y formas de trabajo de los 110 brigadistas que posee la CONAF en la Región de Coquimbo e hicieron un llamado a la necesidad de trabajar en conjunto para evitar estos desastres.
El intendente Claudio Ibáñez señaló que emitirá un oficio a los 15 alcaldes de la región para realizar labores de limpieza y el corte de pastizales entre los meses de noviembre y diciembre. Además, llamó a dueños de terrenos y a la comunidad a tomar medidas preventivas.
“Este 2017 fue histórico en la afectación de los incendios a nivel nacional. El cambio climático nos traerá temperaturas muy altas el verano del 2018 y ya se ha advertido de episodios de incendio y estamos haciendo un llamado para poder adoptar medidas de carácter preventivo como no generar fogatas o asados en zonas cercana a vegetación o pasto seco y evitar los desechos como botellas de vidrio”.
108 incendios ocurrieron en la región la temporada pasada, afectando 3.600 hectáreas
TODA LA REGIÓN EN RIESGO. La directora regional de Conaf, Liliana Yáñez, explica que las sectores que comúnmente tienen más alto riesgo en la Región de Coquimbo son la comuna de La Serena en la Provincia de Elqui y Ovalle en la Provincia de Limarí, Sin embargo, agrega que “debido a las últimas precipitaciones ocurridas, tenemos en toda la región una situación crítica, dada la cantidad de vegetación que hay y mucho pasto seco en torno a caminos y viviendas”.
Preocupación que plantean también los vecinos de Guanqueros, que no quieren vivir nuevamente una situación similar a la del 2013. Así lo manifiesta Yerko Pleticosic, presidente del APR Los Trigales de Guanaqueros, quien señala que hace unas semanas se incendió una vivienda, lo que los mantienen en alerta y solicitando el apoyo para limpiar el lugar.
“Nosotros somos un área rural que nos tienen abandonados. Es por ello que pedimos al municipio que nos ayude a limpiar y trabajar juntos, porque pueden ver que nuestro entorno está lleno de pastizales altamente combustibles. En el año 2013 el fuego y el viento hizo que todo se consumiera rápidamente y traspasara carretera por debajo y no queremos que vuelva a suceder”
Para este año la CONAF aumentó las brigadas de la región de 5 a 7, un 40% de personal en comparación a la temporada pasada. Además, se han triplicado los recursos para prevenir y combatir los incendios. Además se ha hecho un trabajo de coordinación con la ONEMI, policía, Ministerio Público y bomberos tanto para el combate de los incendios como en el aspecto penal.
Esta coordinación la confirma el general de Carabineros de la IV Zona, Rolando Casanueva quien señala que durante la temporada pasada muchos de los incendios ocurridos en zonas urbanas, fueron intencionales y se logró la detención de un individuo en el Parque Coll que se encontraba con materiales iniciadores de fuego.
“Nuestros peritos de LABOCAR y OS5, que son la brigada forestal, se han ido especializando cada vez más en los trabajos investigativos para ver dónde nace un incendio intencional y, de esa manera, tener los elementos de prueba necesarios para poder ubicar a los autores y formalizarlos como corresponde”, agrega Casanueva, recordando que quienes son detenidos por el delito de incendio se arriesgan a una pena que va desde los 541 días a 20 años de cárcel.
De esta forma, las instituciones y autoridades inician un trabajo coordinado para prevenir los incendios forestales, haciendo un llamado al autocuidado y el apoyo de la comunidad en la limpieza de sectores de riesgo, para evitar que ocurra nuevamente una “Tormenta de Fuego”.5201i