Un estudio realizado por la Agrupación de Salas Cunas y Jardines Infantiles Particulares a nivel nacional evidenció una triste realidad que viven cientos de estos establecimientos producto de la crisis sanitaria.
El informe reveló que entre julio y agosto un 40% de los recintos tuvo que cerrar sus puertas y la proyección es que entre septiembre y octubre lo haga un 48% más, por lo que se estima que para el mes de octubre un 88% de los establecimientos dejaría de funcionar.
Marcela Cortés forma parte de ese 40% que cerró de manera definitiva, su recinto sala cuna Relmu, que tenía desde hace seis años en Coquimbo, debió bajar sus cortinas. “Fue una decisión compleja” admitió, pero la mejor que tomó, ya que la situación actual no le permitía continuar. Desde marzo gran parte de los convenios que tenía con empresas dejaron de pagarse, cortando todos sus ingresos, razón por la que en abril sus trabajadoras se acogieron a la Ley de Protección del Empleo y ya para junio dejó de funcionar.
“Nuestra preocupación es lo que va a pasar cuando cierren los jardines, ¿dónde van a ir nuestros niños? porque no hay capacidad en los jardines Junji, Integra, VTF”, Rossana Pomarolli, vocera agrupación jardines infantiles y sala cunas particulares
Quien espera no tener que llegar a esta medida es Patricia García, directora del jardín infantil y sala cuna Parvus de Ovalle, el que opera con la modalidad mixta de particular subvencionado, siendo privada la sala cuna y de subvención los niveles medios y kínder. El problema se le generó en la sala cuna, las empresas dejaron de pagar los convenios y solo un 3% de los apoderados continuó pagando mensualmente.
“Hasta julio pagamos remuneraciones y el 30 de ese mes tuvimos que desvincular al 50% del personal” confesó García, quien agregó que actualmente se encuentra trabajando de manera remota con los apoderados y los menores y preparando los protocolos para cuando sea posible una reapertura, aunque espera no tener que cerrar antes de eso, ya que no cree poder sostenerse más allá de dos meses en este escenario.
Un complejo momento que llevó a que las sostenedoras de jardines infantiles y sala cunas de La Serena, Coquimbo y Ovalle se agruparan para aunar esfuerzos, conformando una directiva, la que se encuentra levantando proyectos e impulsando apoyo para el gremio.
La agrupación “Emprendedoras Positivas” actualmente está conformada por 34 sostenedoras de las tres comunas. Su vocera, Rossana Pomarolli, contó que se encuentran en proceso de convocar más establecimientos que cumplan con las exigencias de la Subsecretaría de Educación Parvularia, con el propósito de tener mayor representatividad.
“Hemos tenido una disminución del 76% de la matrícula de marzo a agosto. Ese 76% de retiro de alumnos nos ha significado un daño tremendo, algunos jardines ya han cerrado sus puertas de manera definitiva, otros de manera transitoria y un grupo reducido seguimos funcionando a distancia” explicó la vocera, quien además es dueña del jardín Pucará.
Pomarolli agregó que de las 338 funcionarias contratadas en marzo un 51% se había acogido a la Ley de Protección del Empleo a agosto de este año, quedando el 49% restante con reducción de horas de contrato y por ende de sus ingresos.
Durante estos meses agrupadas han logrado avances importantes reconoció Pomarolli, por ejemplo, lograron que la aprobación del primer crédito FOGAPE a una de sus miembros gracias a gestiones realizadas con Banco Estado, “nuestra gente a pesar de estar bancarizadas cuando quería pedir un crédito FOGAPE las puertas se nos cerraban”.
Un grupo, en su mayoría de mujeres, que en estos meses no se ha detenido en pro de salir de esta crisis, ha realizado llamados a las diversas autoridades con quienes han trabajado en el protocolo de retorno seguro para cuando puedan reabrir, entre otras temáticas relacionadas con la reactivación.
76% Se redujo la matrícula, en promedio, en los 34 jardines infantiles y sala cunas producto de la crisis sanitaria.
“Nuestra complicación es que esto ha superado los tiempos esperados y nosotros hoy día no solo necesitamos apoyo legal y en conocimientos, sino que necesitamos recursos y con urgencia porque hay muchos jardines que van a tener que cerrar”.
Actualmente está en conocimiento de al menos cuatro establecimientos que ya cerraron e hicieron una encuesta entre sus miembros para calcular el tiempo que podrían mantenerse los jardines en funcionamiento de continuar la situación actual.
“La gran mayoría dijo que si no retomábamos parte de la normalidad a mediados de octubre muchos van a tener que cerrar. Entre octubre y noviembre sentimos que es nuestra fecha límite para retornar, si no lo hacemos lo más probable es que un gran número cierre” confesó.
Una preocupación no solo para la fuente laboral de cientos de profesionales y técnicos, sino por los menores que asisten a los jardines y sala cunas, es por eso que piden apoyo económico y esperan que el proyecto de ley del subsidio provisorio para el rubro pueda materializarse en el corto plazo.