• El suplementero con alcalde de La Serena, Roberto Jacob.
  • Con champán, "Don Manuel" inauguró su quiosco en la Avenida del Mar de La Serena.
  • En una foto familiar, aparece leyendo el diario.
Crédito fotografía: 
Guillermo Alday
Desde los 5 años se acostumbró a la tarea de reparto de diarios, labor que heredó de su padre. Prácticamente todos los días del año estaba a las 5 de la madrugada en las agencias para adquirir los ejemplares que luego vendía a sus cientos de “caseros”.

Comenzó como “canillita” voceando los diarios por las calles, luego siguió en el reparto con una bicicleta y en los últimos años a bordo de un pequeño automóvil. Fueron más de 45 los años los cuales José Manuel Marín Contreras ejerció la labor de suplementero en la ciudad de La Serena, teniendo una decena de “caseros” en distintas poblaciones de la Compañía Baja. Falleció a la edad de 59 por un repentino derrame cerebral en la tarde del miércoles 3 de abril.

Estaba casado con Edith Barrera y tenía dos hijos Yerko (34) y José Ignacio (28). Se crió desde pequeño en el sector de Las Compañías, primero en la casa de sus padres en el pasaje Juan José Latorre hasta que se adquirió la propia en el pasaje Quintero, casi esquina Viña del Mar. Allí fue velado el jueves y durante la mañana de este viernes.

Edith Barrera cuenta que a su esposo “le gustaba el trabajo de suplementero, pero en los últimos años ya se sentía algo cansado por tener que levantarse muy temprano todos los días. El empezó con su papá cuando tenía sólo cinco años. No era una deshonra ser suplementero, era un orgullo, pero él siempre les inculcó a sus hijos que estudiaran y que fuesen profesionales”.

El despertador de “Don Manuel” sonaba a las 4 de la madrugada, cuando se levantaba para dirigirse a la agencia en el centro de la ciudad de La Serena. A las 6.30, con los diarios ya en la mano se instalaba a un costado de la panadería Los Griegos, de avenida Francisco de Aguirre, donde llegaban sus clientes. Más tarde, repartía ejemplares a “caseros” de la Compañía Baja, la mayoría de los cuales “heredó” de su padre.

“A él le gustaba su trabajo, compartir con sus caseros, con su gente. Era muy cariñoso, toda la gente lo quería, era  muy chacotero y alegre”, cuenta Edith Barrera, quien agrega que “le gustaba que hubiese noticias policiales porque vendía más diarios”.

Su hijo Yerko Marín recuerda que con la labor de suplementero fue el pilar económico del hogar. “Siempre con las ganancias que le reportaban los diarios fue mejorando. Primero repartía en una bicicleta, con el correr de tiempo se compró una moto, después un autito, un Fiat 600, y ahora último tenía un hyundai blanco del año 2010”, indica. 

“Todo su recorrido lo hacía en la Compañía Baja y también tenía algunos clientes en la Compañía Alta”, explicó. “Todo el legado de clientes que dejó mi abuelo -también suplementero- se lo dejó a él: era una tradición”, añade. 

“Mi papá trabajaba todos los días, de lunes a lunes, y los únicos descansos que tenía el Año Nuevo y el Día del Trabajador, cuando no aparecían los diarios. Él nunca dejó de vender sus diarios”, dice Yerko.

“A él le gustaba su trabajo, compartir con sus caseros, con su gente. Era muy cariñoso, toda la gente lo quería, era  muy chacotero y alegre”, Edith Barrera.

El poder de la costumbre

Nelson Leiva fue amigo por más de 30 años de “Don Manuel”. Todos los días, desde hace décadas se llamaban por teléfono o en los últimos años se enviaban mensajes por whatsapp para despertarse. “No nos podíamos quedar dormidos, era una fatalidad”, dice. Como viven cerca, Nelson Leiva iba todos los días a la casa de “Don Manuel” quien lo llevaba en vehículo hasta el centro. En la madrugada del jueves y a pesar de que sabía que ya su amigo estaba fallecido, se levantó, se vistió y fue a la casa de “Don Manuel”. “Me había olvidado de su muerte y tenía tan impregnada la costumbre de venir a buscarlo que aparecí en el velorio como a las 4 de la madrugada”. Lo he llorado todo el día”, expresa.

Por su parte, el presidente del sindicato de suplementeros de La Serena, Héctor Rojas, comentó que “era uno de los socios más antiguos que habían en la institución” y que era “muy respetado en el gremio”.

Funerales

Su familia informó que la misa por su eterno descanso se realizará a las 15.30 horas de hoy viernes 5 de abril en la capilla El Carmen, de calle Colombia 2.210. Posteriormente, sus restos mortales serán sepultados en el cementerio de Las Compañías.

 

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