• Durante años, Huachalalume ha sido identificado por su cercanía con su recinto penitenciario. Para muchos, representa luces y sombras, pues ha traído progreso pero también un estado de alerta permanente
  • Margarita Cortés, tesorera de la Junta de Vecinos del sector, reconoce que la cárcel ha generado mayor atención y apoyo de las autoridades, pero aún hay temas pendientes.
  • Las plazas y áreas verdes son un avance, pero de todas maneras urge que sea mantenida en buenas condiciones.
  • “Nadie quiere tener cárcel o vivir cerca de una zona donde se encuentre el relleno sanitario. Pero cuando se viene un crecimiento demográfico y hay mayor plusvalía, naturalmente es el Estado el que debe hacerse responsable”. Claudio Ibáñez, intendente regional
  • “Creo que el principal problema es que muchas veces llegan acá los privados de libertad, los trasladan y simplemente los dejan. No saben dónde deben ir”. Juana Leyton, vecina del lugar
  • “Pienso que es muy valioso lo sucedido en términos generales, ya que este sector ha ganado en plusvalía”. Mario Salas, presidente de la Junta de Vecinos
  • “Creo que los avances no son por la cárcel, sino porque los vecinos se mueven y organizan”. Miguel Juica, expresidente de la Junta de Vecinos
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
Si bien la cárcel ha entregado, según algunos vecinos, variadas oportunidades para el avance de esta comunidad no es menos cierto que hay aspectos que deben ser revisados. Las recientes obras del alcantarillado han dejado una favorable sensación entre quienes podrán contar con este recurso, pero hay percepciones de inseguridad que se han despejado del todo, en un sector marcado por el cruce de las comunas de La Serena y Coquimbo

El viernes 29 de septiembre pasado en Huachalalume, donde se emplaza su calle más tradicional, se realizó una ceremonia altamente significativa para parte de sus habitantes, ya que se inauguraron las obras de alcantarillado que posibilita contar con soluciones sanitarias dignas y eficientes.

La historia es larga, ya que en el año 2003, sobre todo impulsados por la junta de vecinos, empujaron por obtener una solución que fue comprometida por las autoridades para de alguna forma compensar lo que significó la instalación del centro penitenciario que reubicó en el mapa a este tradicional sector caracterizado por sus parcelas.

En el sector del cruce del pueblo, se realizó una manifestación por parte de vecinos. Hubo gran cantidad de personas que fueron detenidas. Sin embargo, la lucha prosiguió. En 2007 nuevamente hubo tratativas, pero sin resultados alentadores. En 2010 se volvió a desarrollar un proyecto, pero quedó en pausas.

Sin embargo, se consiguió que fueran aprobados recursos por más de $1.600 millones por parte del FNDR, para que por fin 53 familias tuviesen la posibilidad de terminar con los denominados “pozos negros”.

Pero esto es sin duda una parte en la larga historia de avances y contradicciones en el sector de Huachalalume, pues hay iniciativas que han avanzado y otras que siguen estando incompletas.

Hay mejorías en cuanto a áreas verdes y casi nula delincuencia, quizás derivado de la evidente presencia de personal de Gendarmería en la zona, pero también hay aspectos que algunos vecinos creen deben ser mejorados, sobre todo si autoridades señalan que en el futuro próximo Huachalalume puede convertirse en polo de desarrollo relevante. Siempre, con la cárcel como parte de la vida diaria.

OBRAS Y DIVISIONES

Con respecto a la promesa de contar con mejores instalaciones y un desarrollo sustentable en el sector, la señora Gladys Marambio asegura que “hay dos plazas, una de las cuales es más nueva y se está hermoseando. Creo que ha habido un desarrollo bueno”, agregó esta vecina y dueña de un negocio.

El presidente de la Junta de Vecinos de este sector, Mario Salas, aseguró que desde que tomó el liderazgo en esta organización se ha avanzado, pero no como realmente quisieran. “Muchas veces nos ganamos los proyectos, pero lo que se más se demora es la llegada de esos dineros. Pero pienso que es muy valioso lo sucedido en términos generales, ya que este sector ha ganado en plusvalía, y esperamos que muy pronto contemos con una plaza realmente muy bonita”.

La delegada municipal de La Pampa, Rudy Rivera, recalcó que, por ejemplo, a partir de las obras de alcantarillado, se podrá construir un nuevo loteo de viviendas. Así, se empieza a urbanizar y a fortalecer la comunidad. Creo que hay un tema que es más bien positivo y se están cumpliendo las promesas”.  

En tanto, Margarita Cortés, tesorera de la Junta de Vecinos de Huachalalume, sostiene que han se ha avanzado en alumbrado público y pavimentación y en instalación de panderetas. “Creo que si no fuera por la cárcel, no nos habrían tomado en cuenta. Estábamos apartados y abandonados, pero creo que lo más complicado es que estamos divididos, porque algunos sienten que son de La Serena y otros de Coquimbo. Se ha producido divisiones, e incluso se ha escuchado fuerte el rumor de que quieren formar otras juntas de vecinos, lo que no me parece. Lo que espero es que haya una solución concreta para que esas fracciones no sigan ocurriendo”.

Eso sí, la dirigente reconoció que cuando ocurrieron los temporales de mayo pasado, había mucha preocupación de las autoridades y no existió un distingo si las personas vivían en el sector correspondiente a La Serena o Coquimbo.

Soledad Gómez, que trabaja en el jardín infantil Valle de la Luna de este sector, y que es nacida y criada en Huachalalume, aseguró que el desarrollo no ha venido necesariamente debido a la instalación de la cárcel propiamente tal. “Son los vecinos los que se organizan y presentan proyectos participativos. No creo que la cárcel sea el factor que nos ha traído el progreso”.

LA SEGURIDAD

Margarita Cortés sostiene que existe una sensación de inseguridad, la que comparten otros vecinos “porque no sabemos qué tipo de internos salen y con qué intenciones andan. Muchos no saben qué hacer y se quedan por ahí. En una de las plazas, donde hay mucho monte, a veces uno sospecha que ahí pasaron la noche porque uno inmediatamente sabe que no son de acá esas personas”.

Gladys Marambio es una antigua vecina del sector y dueña de uno de un negocio. Para ella en realidad no es un problema que la cárcel esté tan cerca, pero uno de los inconvenientes importantes es que cuando algunos internos abandonan el recinto penitenciario pasan a las casas a preguntar dónde se puede tomar locomoción o donde queda Coquimbo y La Serena, pues en varias ocasiones ocurre que no son de la zona. “Muchas veces también nos vienen a pedir algo para comer, a recargar o a llamar por teléfono. Lo cierto es que se ve harto movimiento de carabineros y también de investigaciones. Al menos, yo podría decir que no hemos tenido problemas y con mi negocio no he tenido problemas. Siempre están recorriendo el sector”, aseguró.

Una temática sin duda importante es la seguridad, y la delegada Rudy Rivera reconoce que esas percepciones  tienen directa relación con la cárcel. “Creo que no hay temor a la delincuencia, sino que a las personas que muchas veces vienen a ver a sus familiares, cuando los internos salen con permiso, ya que no contamos con buena locomoción ni tampoco existen facilidades para que salgan del sector”, aseguró.

Juana Leyton y Patricia Juica son vecinas que mostraban su satisfacción por la instalación del alcantarillado. Sin embargo, sostienen que sienten que hay veces que no se sienten escuchadas. Juana sostiene que “Huachalalume son sus pobladores y no la cárcel. Creo que el principal problema es que muchas veces llegan acá los privados de libertad, los trasladan y simplemente los dejan. No saben dónde deben ir. Y cuando salen tarde por las noches, salen sin un peso y duermen incluso en las plazas”.

Patricia, en tanto, indicó que “muchas veces no tienen como irse y a veces llaman a nuestras puertas a eso de las 12 de la noche. Muchas veces hemos pedido que los dejen en La Serena o al cruce, pero creo que no hemos sido escuchados. Hay muchas casas solas en ciertas horas del día”, indicó.

LO QUE OCURRÍA AÑOS ANTES

Miguel Juica, antiguo presidente de la Junta de Vecinos del sector, tiene una mirada más amplia del problema. Sus recuerdos son amplios. Y también reconoce que se ha encontrado con la incomodidad de tener que recibir llamados nocturnos de personas que muy tarde salen del recinto penitenciario.

Tiene la percepción real de que ha existido progreso en forma paulatina. “Primero tuvimos la luz, luego el agua y ahora el alcantarillado. Creo que los avances no son por la cárcel, sino porque los vecinos se mueven y organizan. Existe una división, es verdad, porque hay gente que se siente más cercana a La Serena y otros a Coquimbo. En mi caso, cuando me corresponde ir a hacer un trámite, voy a Coquimbo”.

SENSACIÓN DE INSEGURIDAD.

El intendente de la Región de Coquimbo, Claudio Ibáñez, recalcó que las sensaciones de inseguridad son percepciones que deben manejarse en su justa medida. “Los datos objetivos, por los cuales nos tenemos que regir las autoridades, tienen que ver con las tasas de denuncias efectivas y los hechos efectivos. En ese contexto, no podemos realizar reforzamientos si no tenemos la certeza que es necesario, pero siempre actuando bajo criterios objetivos”.

La autoridad indicó que “esas sensación puede estar determinada por varios factores, como la alarma pública que pueden generar los medios de comunicación.”, agregó el jefe regional, quien reconoció que ninguna localidad de Chile, obviamente “nadie quiere tener cárcel o vivir cerca de una zona donde se encuentre el relleno sanitario. Pero cuando se viene un crecimiento demográfico y hay mayor plusvalía, naturalmente es el Estado el que debe hacerse responsable”.

El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, compartió en parte este sentir. “Yo creo que nadie quiere tener una cárcel al  lado.  Pero creo que tiene otros beneficios, porque se supone que les ofrecieron más trabajo, fue más fácil conectarse al agua potable por el hecho que Aguas del Valle tiene conexión con la cárcel. Sin embargo, comprendo que exista una sensación de inseguridad cuando hay personas que salen con libertad condicional o con el beneficio dominical. Pero pienso que lo más relevante es seguir luchando por el progreso del pueblo”, sostuvo. 

 

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