• Ana María Valdés y su nieta disfrutan de un hogar remodelado en Combarbalá
  • Guilda Jorquera de la comuna de Canela, recibió un subsidio de construcción en sitio propio
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Las mujeres recibieron subsidios a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) para mejorar sus casas y hacerlas más seguras

En esta época de celebraciones y agasajos a las madres, es acertado sacar a la luz aquellas historias de esfuerzo que surgen luego de momentos difíciles.

Tal es el caso de las mujeres que por la antigüedad de la edificación o por catástrofes ocurridas en la región no pudieron volver a sus viviendas familiares, ya que se vieron afectadas con daños no reparables.

Con ocasión de estas fechas especiales, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) destaca los testimonios de cuatro madres que recibieron subsidios para reconstruir sus hogares en sitio propio, y así volver a disfrutar del espacio familiar que tanto cuidan.

María Estela Castillo, quien vive en la localidad de Barraza, comuna de Ovalle, fue beneficiada con una reconstrucción patrimonial

“Estoy muy agradecida. A mí no se me pasó ni por la mente que se podía arreglar la casa, verla así como está, todo bonito, ordenado y bien pintado. Es otra cosa, es muy distinto. Me gustó mucho que el baño quedara dentro de la casa, más comodidad, igual la cocina, porque antes aquí las casas tenían pozo. Me siento orgullosa y así mis hijos y familia también están más tranquilos”, manifestó.

María Estela Castillo vive en la localidad de Barraza, Ovalle 

 

Por su parte Guilda Jorquera, beneficiaria de un subsidio de construcción en sitio propio por daño no reparable en la comuna de Canela, precisó que su casa la hicieron de nuevo, ya que la anterior estaba por caerse y “por eso la demolieron”.

“El subsidio fue un regalo muy lindo que yo jamás me imaginé. Voy a vivir aquí con mi hijo y mi nuera. Quedé feliz con la casa, a veces me siento a pensar que la casa me llegó del cielo”, expresó.

Igualmente piensa Ana María Valdés, beneficiaria de un subsidio para construcción en sitio propio por daño no reparable en la localidad de Combarbalá.

“A nosotros nos tuvieron que demoler la casa, la nueva quedó muy bonita. Bienvenido el subsidio porque nuestra casa nunca iba a volver a ser lo mismo, si hubiese quedado tal cual estaba, hubiera venido otro terremoto y la hubiera botado. Ahora mi hija y sus hijos van a vivir tranquilos sin temor, más seguros”.

Por último Noelfa Castillo, quien recibió un subsidio de reparación a vivienda por daño mayor en Punitaqui, aseguró que las paredes de su hogar quedaron firmes y se encuentra conforme con el trabajo.

“Me dejaron todo pintado por fuera y por dentro. Yo no tenía pensado arreglar mi casa, no tenía los recursos, mi casa iba a quedar así no más”, comentó. 6101

Noelfa Castillo junto con su familia en Punitaqui

 

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