La historia del emprendedor que pasó de vivir en la calle a crear un negocio de reciclaje

En el 2013, Víctor Velastino tenía un negocio de mantención de equipos computacionales en Rancagua, cuando una estafa de un socio provocó que perdiese todo su capital económico y un terreno. Así, de un día para otro, quedó literalmente en la calle.

Durmiendo en el banco de la plaza de la ciudad, conoció a los recolectores de cartones y papel y se dijo que podía reinventarse con un negocio que aprovechara todos los insumos que los trabajadores  de la calle obtenían con tanto esfuerzo.  

“Tenía un servicio técnico en la región de O’higgins, con el cual le reparaba todos los computadores de las instituciones públicas en Rancagua, pero me estafaron y perdí todo, incluso un terreno que me había comprado”, detalla.

Fue estando sin hogar que conoció la realidad de las personas en situación de calle y a los recicladores base. Así, “cuando llegó el momento de reemprender, de volver a salir adelante, asumí el compromiso de crear un emprendimiento con ellos”.

Así en el 2015, nace “Aymapu” empresa que se dedica a la fabricación de papel cien por ciento reciclado y con el cual se confecciona material gráfico publicitario, como tarjetas de presentación, credenciales, entre otros. Una de las variedades del papel tiene semilla en el interior, es decir, es germinable.

“Principalmente la materia prima la proveen los recicladores, a quienes como retribución se les paga cuatro veces el precio mercado por el kilo de papel”, afirma.

Un reciclador recibe entre 50 y 100 pesos por kilo de papel, y “Aymapu” cancela 400 pesos y así, asegura, “muchos de ellos obtienen mejores ingresos, e incluso algunos hoy están terminando sus estudios”.

“Aymapu”, una exclamación de dolor de la tierra, comenzó la fabricación de forma muy artesanal hasta que Víctor Velastino construyó pequeñas máquinas que automatizan el proceso. 

Además del material gráfico, “Aymapu” tiene una línea de cuadernos llamada “Wenu mapu” que significa “amigos de la tierra”, donde se desarrolló una serie de personajes que están vinculados a la semilla que contienen en su interior. 

“Por ejemplo, tumacho limachu es el cuaderno que tiene semillas del tomate limachino, que es tomate más grande; y el merquenao, que tiene semillas de ají cacho de cabra”, explica.

El emprendimiento que favoreció ampliamente a los recicladores y que significa la reutilización de miles de toneladas de papel que, de otra forma, se irían a la basura, recibió el premio Latinoamérica Verde, que se entrega en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, en el 2017. 

“A través de una publicación de Facebook me entere de los premios y postule. Es otorgado por el Programa de Naciones Unidas  para el Desarrollo, PNUD y el Banco Interamericano para el Desarrollo”, acota. “El premio es muy importante porque entrega acceso a redes y a una plataforma que pertenece al PNUD, además de un certificado que asegura que el proyecto fue avalado por el jurado”.

De las diez categorías en competencia, “Aymapu” se alzó con el triunfo en la categoría “Desarrollo humano, reducción de la desigualdad e innovación social””

La empresa no sólo ganó en el 2017, sino que también el 2019 obtuvo el galardón en la misma categoría, convirtiéndose en el único emprendimiento que ha ganado dos veces el mismo reconocimiento. 

Negocio

Consultado acerca de cómo comercializan sus productos, Víctor Velastino explica que “principalmente a través de Chile Compra vendemos a instituciones públicas, pero desde hace un par de meses estamos vendiendo a consumidores finales y nos pueden encontrar en las redes sociales, en instagram, principalmente como aymapu.cl”.

“Hemos tenido una recepción súper positiva, a la fecha hemos comercializado una gran cantidad de cuadernos y llevamos casi 25 toneladas de papel reciclado mensuales, después que ganamos el premio Latinoamérica Verde tuvimos una vitrina súper grande”, agrega. En la actualidad, la empresa tiene sede en Rancagua y muy pronto abrirán una sucursal en Iquique y en Guayaquil, Ecuador.