Matrimonio de Coquimbo busca aclarar el origen de misteriosa moneda

Un matrimonio de pensionados de Coquimbo paseaba tranquilamente al mediodía de un día cualquiera del mes de febrero del año 2015, cuando vieron un objeto brillaba en la arena, el que les llamó poderosamente la atención. 

Se trataba de una pequeña moneda -ellos lo llaman “una pequeña brújula” -que estaba adherida a una almeja que estaba petrificada. 

“Nosotros la llevamos a la casa, separamos al objeto de la almeja y la limpiamos”, cuenta el hombre.

Motivados por la curiosidad, el matrimonio empezó realizar una serie de pruebas a la moneda, a la cual le echaron ácidos para ver si tenía alguna reacción, pero nunca cambió de forma o brillo. 

“Yo creo que debe tener algún valor histórico porque para que una almeja esté petrificada deben pasar más de cien años”, dice él, ante lo cual su mujer comenta que “quisiéramos conocer a alguien que nos pudiera decir de qué se trata”.

Aunque parece una moneda, ellos creen que se trata de una especie de brújula utilizada en la navegación. “Parece tener un origen inca” dice el hombre, quien junto a su esposa optan por mantenerse en el anonimato hasta conocer el real origen del objeto.

“Quisiéramos que alguien nos ayude a aclarar qué es este objeto y si nosotros podemos obtener alguna recompensa económica por él”, comenta la pareja.

La moneda o brújula tiene tres centímetros de diámetro y seis milímetros de grueso, y la mantienen celosamente guardada en su casa y sólo se lo han mostrado a algunos o familiares, y ninguno ha logrado saber su origen.