• Las mujeres que integran el centro se mostraron agradecidas tras compartir con las autoridades.
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Foto: Lautaro Carmona
En el Centro Madre Paulina se conocieron las historias y las acciones que la institucionalidad lleva a cabo para respaldar a quienes buscan una segunda oportunidad tras vivir el abuso de sustancias

Era una jornada diferente para las mujeres que día a día se esfuerzan para darle una dura pelea a las drogas y al alcohol. Es lo se vivió este viernes en el Centro Madre Paulina, situado en el sector de Las Compañías, donde mujeres recibieron un saludo especial en el marco del Día de la Madre, que se celebra en forma oficial el 10 de mayo y que vivirá su instancia más comercial este domingo.

Pero no se trataba de cualquier saludo, sino un verdadero empuje para quienes presentan un consumo problemático de bebidas alcohólicas y otras sustancias, cada una en su respectiva etapa de recuperación. Pero claro, un estímulo siempre viene bien.

Madre Paulina atiende de manera exclusiva a mujeres mayores de 18 años y es administrado por la Fundación Casa de la Esperanza y cuenta en el presente con 13 plazas y otras siete para quienes son infractoras de la ley y que son derivados de los Centros de Referencia de Salud (CRS). Quien financia este centro y otros de esta naturaleza en la región y en el país es el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda).

42 Trabajadores contratados tiene la Fundación La Casa de la Esperanza

En la ocasión, además de compartir los variados testimonios de las mujeres que en forma valiente han asumido que existe un problema, ellas recibieron los regalos y los saludos de la autoridad, que conoció del trabajo de a esta entidad y de los esfuerzos que deben sobrellevar.

Quien ha conocido de lo beneficioso de llegar a este lugar de acogida y renacer es Jessica Bravo, que lleva cinco meses en este centro de rehabilitación. “Mi consumo problemático era el alcohol y llegué a la fundación muy mal, con una depresión muy grande tras el rechazo familiar y social, perdí mi trabajo y cuando llegué tuve muy buena acogida y me sacaron del suelo, porque toqué fondo”, recordó esta mujer, que llegó a niveles de consumo excesivos y a diario, pero afortunadamente encontró la salida.

TRABAJO RESPONSABLE

Jaime Pizarro, director ejecutivo de la Fundación Casa de la Esperanza, en conversación con diario El Día, comentó que “se trata de un programa con enfoque de género. No hay otro en la región que trabaje las patologías propias de la mujer en su composición biológica. La fundación le entrega gratuidad a todos sus usuarios, ya que tenemos convenios con el Estado y son ellos quien nos financian. Nosotros, con una administración responsable, trabajamos para que los recursos nos alcancen para todas las personas”, subrayó.

En efecto, en la actualidad La Casa de La Esperanza cuenta con 42 trabajadores contratados, todos del área de la salud mental como siquiatras, sicólogos, trabajadores sociales, terapeutas ocupaciones y técnicos en drogodependientes.

"La fundación le entrega gratuidad a todos sus usuarios, ya que tenemos convenios con el Estado y son ellos quien nos financian". Jaime Pizarro, director ejecutivo de la Fundación Casa de la Esperanza

Bajo ese punto de vista, la directora regional de Senda, Fernanda Alvarado, comentó que “la institución cuenta con un despliegue territorial importante en relación a la coordinación intersectorial para abordar de manera integral el tema del tratamiento y la rehabilitación. Hoy estas mujeres nos relataron testimonios de vida potentes, de cuando tocaron fondo y como encontraron ayuda”, argumentó.

Al respecto, señaló que “tenemos 29 programas en colaboración con instituciones públicas y privadas para poder atender temas de rehabilitación. Cuando nosotros hablamos de distintas modalidades en esta materia nos referimos a niños, adolescentes y adultos. Y uno de nuestros focos está en las madres que tienen consumo problemático de sustancias y que están en un proceso de rehabilitación y de reinserción social”, concluyó. 3801i

UNA POLÍTICA MACRO

Desde el Gobierno también entregaron su respaldo a esta acción y de paso alentaron, una vez más, a las mujeres del Centro Madre Paulina. El seremi de Gobierno, Ignacio Pinto, comentó que “ha sido una jornada emocionante, donde hemos conocido testimonios de mujeres que son madres, pero que han encontrado un apoyo en esta fundación y en Senda para poder salir adelante. Esto depende también de las familias y de los distintos servicios de salud que van colaborando para que estas personas vayan paulatinamente mejorando y puedan encontrar una solución. La rehabilitación es posible”, recalcó.

La seremi de Justicia, Alejandra Valdovinos, destacó que “para incorporar a las mujeres que requieren de la ayuda de estos centros, se trabaja con equipos multidisciplinarios y así determinar el tiempo que requieren para poder rehabilitarse. Lo bueno de este programa es que permite a mujeres que están en un nivel de dependencia bajo puedan estar seis meses, un año o dos años, según el caso, para que salgan totalmente rehabilitadas. En el caso de las mujeres que tienen hijos, vienen los cinco días de la semana, y sin nos encontramos con casos más severos, existen centros donde deben estar las 24 horas”, recalcó. 3801i

 

 

 

    

 

 

 

 

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