Rosa Lizana hace más de 18 años que se dedica a la elaboración de pan amasado y cuenta que todos los años aprovecha de estar en La Pampilla para que la gente pueda comprar sus productos. Rosa admite que un pilar fundamental es su hija y que sin ella no podría estar presente todos los años en la fiesta coquimbana.
“Muchas veces se me hace imposible salir a vender a la calle, mis problemas de salud me lo impiden, mi hija me ayuda a vender, sin ella no podría venir a La Pampilla” afirmó Rosa
Elaborados en su casa, Rosa Lizana cuenta que durante el terremoto del 16 de septiembre, le fue imposible vender su pan amasado, se encontraba en la recova cuando ocurrió el movimiento telúrico, la oportunidad de estar presente en la pampilla es de gran importancia para ella ya que así puede sustentarse, sobrellevar sus ingresos y poder seguir con la elaboración de sus panes.
Dentro de las distintas historias que podemos encontrar bajo los rostros de estas mujeres esforzadas está la historia de la “Señora Estrella”, vendedora de bebidas, quien relata que todos los años se hace presente en los festejos dieciochenos de la Pampilla. Vive en el sector de el Llano en Coquimbo y es madre de cinco hijas, una de ellas discapacitada, nos cuenta que es difícil sustentarse y salir a delante.
“Me muevo constantemente, cuando no hay pampilla salgo a vender distintos tipos de cosas y me muevo para poder hacerme las monedas” expresó Estrella
En ese sentido asegura que la municipalidad de Coquimbo le ha brindado bastante ayuda, dándole trabajo y ayudando con autorizaciones para poder trabajar tranquilamente.