En distintos sitios de Coquimbo, los microbasurales o vertederos clandestinos se han expandido generando molestias en quienes habitan cerca de ellos. Malos olores, perros muertos y ratones son las principales incomodidades para los vecinos. En el municipio enfatizan que, pese a que realizan operativos de limpieza en cada microbasural, la tarea de frenar la contaminación es difícil. Y es que aseguran que pocos días después de efectuado el aseo, en un abrir y cerrar de ojos, nuevamente aparecen más desechos.
Santiago Burlé, director de Aseo y Ornato del municipio de Coquimbo, explica cómo enfrentan la problemática ambiental. “Tenemos perfectamente identificados la mayoría de los microbasurales”, dice señalando que son siete grandes sitios donde se generan las mayores trabas para erradicarlos, dado que es reiterativa la acumulación de basura. Entre ellos menciona el campamento El Triángulo, La Rinconada El Sauce, la Pampilla, ladera colindante a calle Portugal en San Juan (cerca del parque El Culebrón), sector San Ramón en Tierras Blancas, en la quebrada Las Rosas y otro en Tongoy.
“Las políticas permanentes que tenemos es limpiar constantemente estos lugares. En ese sentido hacemos un llamado a la comunidad a que cuide el trabajo que hace el municipio”, expresa.
Burlé agrega que una de las medidas que usan para prevenir el aumento de estos focos son los operativos denominados “Retiro de Cachureos” que funcionan con previa programación con las juntas de vecinos. Esto consiste en definir un par de días para que los residentes de un barrio boten en una plaza los desperdicios que difícilmente se lleva el camión de la basura como colchones, electrométricos en desuso, muebles viejos, escombros, etc., para que posteriormente un camión con contenedores los retire. Sin embargo, afirma que esta acción a veces se convierte en un arma de doble filo. “Lamentablemente una vez terminado ese retiro de cachureos, viene gente de otros lugares, se aprovechan, y vuelven a botar basura generando un problema al no respetar los días que establecemos para sacar esos residuos”, afirma.
COMPROMISOS. Burlé enfatiza que la política de la Dirección de Aseo y Ornato es que los camiones recolectores de basuras “deberían llevarse” los desechos de mayor tamaño y que justamente son aquellos que más abundan en los microbasurales. “La empresa que actualmente tiene la licitación (Tasui) y la nueva empresa que se ganó la licitación para hacer los recorridos que hacían los camiones municipales (Servicios Tasui y que iniciará a operar el 18 de junio) tienen la obligación de llevarse todo. Nosotros vamos a hacer una fiscalización más detallada y persistente para que lo hagan”, compromete.
El problema, dice, es que la gente deja este tipo de basura en días que no hay recorrido de los camiones. Añade que una vez que los camiones municipales queden desocupados, un 80% de ellos se destinará para erradicar los microbasurales.
Destaca que, con fondos gubernamentales, próximamente contarán con un camión con 23 contenedores que permite transportar 18 toneladas, más otro camión para la zona rural.
ROL DE LOS VECINOS. Para frenar a los microbasurales, en el municipio señalan que es clave que los vecinos denuncien en el Departamento de Inspección Municipal cuando detecten personas botando desperdicios en zonas no autorizadas. Para ello deben entregar pruebas como fotografías o la patente de un auto. El municipio agrega que en la segunda etapa de certificación ambiental iniciarán campañas educativas en los colegios. Además, destacan que pronto en San Juan, comenzará a funcionar el “Punto Verde” una central de acopio de material reciclable donde la gente podrá llevar su basura clasificada.
Basura en cifras
Valenzuela informó que en el 2011 se retiraron en Coquimbo 71 millones de kilos de residuos domiciliarios y otros voluminosos. De enero a mayo de 2012 se han sacado 33 millones de kilos. Cada basural lo limpian 3 veces al año y a diario se retiran en promedio de 15 colchones y 8 perros muertos. Las personas que requieran eliminar basura de sus casas pueden llevarla al relleno sanitario de El Panul. El costo es de 11,5 pesos por kilo. Fono de contacto: 323323.