"No tiene sentido un plan especial de transporte para estudiantes"

El subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez Covarrubias, en su paso por la Región de Coquimbo declaró que se está trabajando para dotar de buses eléctricos a todo el país, pero recordó que con el paso del tiempo las soluciones de transporte pueden variar mucho, ejemplificando que en la actualidad el mundo ya experimenta con autos sin conductor. También se dio un tiempo para conversar de temáticas contingentes desde la óptica de su cartera, como la estrategia para un retorno seguro a las aulas.

-¿Se ha mencionado un plan de transporte para estudiantes, esa medida podría extenderse a regiones?

“Siempre existe un retorno a clases en marzo y este año en particular, producto de la pandemia, se está discutiendo la fecha, pero esperemos que sea lo antes posible. Evidentemente que hay que tener las mejores condiciones para que esto suceda. El transporte ha sido siempre un lugar de mucho contacto de las personas y por eso es que nosotros hemos tomado medidas que buscan proteger a  los usuarios. En ese contexto, tanto los buses urbanos como los buses interurbanos, hemos llegado a acuerdo con todas las empresas y  les exigimos que se hagan sanitizaciones permanentes, esto significa sanitizaciones diarias, como el amonio cuaternario, de tal forma de asegurar condiciones básicas. Lo otro, es que hacemos un llamado siempre y es que el autocuidado es vital; el uso de la mascarilla, sobre todo en el transporte público, es esencial. De hecho, los estudios internacionales dicen que el transporte público no ha sido fuente de contagios, porque las personas, en general, siempre usan la mascarilla y son cuidadosos de no contagiarse”.

-¿Pero no se ha pensado en un plan especial de transporte exclusivo para estudiantes, considerando el retorno a clases?

“No tiene ningún sentido, porque el transporte público ha sido el elemento que siempre ha resultado ser útil y, además, entendemos que lo importante son las medidas de autocuidado y  eso en la práctica es lo que queremos ejecutar”.

-¿Cuál es la situación del transporte público en el país, según su visión?

“En general el transporte público varía de región a región. En la Región de Coquimbo hay básicamente tres operadores entre La Serena y Coquimbo, los que tienen alrededor de treinta servicios más o menos. Son servicios regulares y fiscalizados por nuestro ministerio. Por cierto, hay algunos mejores que otros, pero, en definitiva, es un estándar que nosotros exigimos para que den el adecuado servicio a los usuarios”.

-Me refiero a nivel nacional, ¿cuál es la visión que tiene usted del transporte público?

“En el transporte público lo que se hace a nivel nacional es diferenciar dependiendo de si tiene lo que nosotros denominamos condiciones de operación para algunas ciudades. Hay libertad de pedir operaciones en algunos servicios y en algunos casos nosotros exigimos que se hagan servicios en particular. Depende mucho de qué ciudad estemos hablando. En el caso de La Serena y Coquimbo, hay libertad de servicios, cualquier operador lo puede pedir y, en general, nosotros lo otorgamos en la medida que cumplan ciertas condiciones”.

-¿No cree que este sector está en deuda con la comunidad en el servicio que prestan?

“Siempre, no hay duda, que se puede mejorar la calidad del servicio. Insisto, nosotros fiscalizamos que se cumplan las condiciones técnicas, de horarios que han establecido y que cumplan las prestaciones que se ofrecieron. Aquí hay operadores que son regulares, hay operadores buenos y hay operadores que no son tan buenos. Entonces, nosotros tenemos la obligación de estar fiscalizando de tal forma de prever que esto no ocurra”.

-¿Cree que los choferes deberían profesionalizarse en el país?

“Le recuerdo que los choferes tienen una licencia especial, clase A. Es una licencia que no es fácil obtener, para tener una licencia profesional que es la que se exige, se requiere tener primero licencia clase B los primeros dos años y después de un curso intensivo que dura aproximadamente un mes, se otorga una licencia clase A. Entonces, existe y es la que nosotros también fiscalizamos”.

-Eso es para obtener la licencia, pero también hay un comportamiento ciudadano, una atención de servicio, todo lo que significa estar arriba de un bus y poder tratar con tanta gente que sube.

“Sin duda que no es fácil tratar con un servicio, estar muchas horas arriba del bus no es sencillo, tratar con muchas personas tiene su complejidad y nosotros estamos en esa labor, creo que es importante resaltarlo. Es un servicio bien esencial, lo valoramos, pero también le exigimos”.

-¿El transporte en buses y autos eléctricos será el futuro del transporte público en el país o eso es una utopía por el momento?

“Tenemos una emergencia ambiental que no es particular de nuestro país, sino que es mundial, una emergencia de efecto invernadero. El transporte es bien responsable de esos gases, el 25% de los gases del efecto invernadero vienen del transporte y lo que se ha determinado como producto que podría paliar estos gases, justamente son los buses eléctricos. Nosotros hemos partido con la ciudad de Santiago, incorporando buses eléctricos. No es sencillo porque tienen costos bastante mayores que el bus diesel, pero queremos incorporarlos a lo largo de todo el país. Queremos que esta región también se beneficie a la brevedad de buses eléctricos y estamos buscando los mecanismos para poder  incorporarlos porque entendemos que es el transporte del futuro y entendemos que puede resolver un problema bien relevante como es la contaminación”.

-Usted fue presidente del Metro Regional de Valparaíso, ¿hay posibilidades de un proyecto similar para La Serena y Coquimbo en el futuro?

“Si usted lo mira con un  horizonte amplio puede ser perfectamente, pero las soluciones de transporte van cambiando de acuerdo a los tiempos. Hoy día un transporte tipo metro es una muy buena solución para conglomerados  relevantes de gente, como es el caso de Valparaíso, Santiago o como puede ser el caso de Coquimbo y La Serena, pero la verdad es que siempre el futuro nos ha dado sorpresas y después estemos hablando de otras soluciones que sean distintas, me estoy refiriendo a algo que ya se está probando en el mundo, que se refiere al auto sin conductor, el vehículo autónomo, que va a ser bien revolucionario, ya que aparte de no tener conductor no va a tener ningún incentivo para las personas tener un auto privado, porque si tengo un vehículo que me traslada hasta donde yo quiero sin perdida de tiempo, se va a perder la necesidad de que las personas tengan un auto privado. Si uno mira con un horizonte de 50 años, pueden pasar muchas cosas”.