Durante el 2015, el Ministerio de Obras Públicas llevó a cabo un estudio de demanda y evaluación social, cuyo objetivo era examinar la infraestructura aeroportuaria de la Región de Coquimbo.
El análisis apuntó fundamentalmente a tres cosas. La primera, saber la demanda que existiría para los próximos años en esta materia en la zona; la segunda, ver si el actual aeropuerto de La Florida sería capaz de absorber esa demanda o si era necesario construir un recinto de mayor envergadura y, finalmente, tomar una decisión en cuanto a si era necesario retomar el proyecto de un aeropuerto internacional en Tongoy.
Mirtha Meléndez, seremi de Obras Públicas, indica que, entre otras cosas, este estudio arrojó que la proyección para el 2022 supera el millón 200 mil pasajeros al año, es decir, la infraestructura de La Florida sería insuficiente. A eso se suma la necesidad de un aeropuerto alternativo a Santiago.
Pese a las críticas que han resurgido desde los defensores de La Florida, la autoridad enfatiza en que el aeropuerto en la comuna coquimbana es una decisión ya tomada por el Gobierno y que no hay pie atrás, “la zona requiere un aeropuerto regional”, recalca. Lo que sí asegura es que el aeródromo serenense no se cerrará.
-Sorprendió un poco este anuncio del subsecretario del MOP de que el diseño del aeropuerto de Tongoy va a estar listo el próximo año. ¿Ya es un hecho?
“Ese proyecto tiene dos objetivos importantísimos. Uno es que por las condiciones de carga actuales que tiene el aeródromo de La Florida se ha hecho pequeño y por todo el tema que se viene del corredor bioceánico y de la integración con el paso de Agua Negra, se hace necesario un aeropuerto internacional. Lo segundo es por todo lo que se ha dado en el último tiempo, respecto de las condiciones climáticas. Obviamente, nosotros tenemos una tremenda oportunidad de hacer un aeropuerto alternativo al de Santiago.
“Por esas razones se pidió un estudio de oferta y demanda y salió muy positivo. Igual se estudió la alternativa de aumentar o mejorar el aeródromo de La Serena, pero ahí se tuvo que tomar una determinación técnica y política, porque este recinto está en la ciudad y, aparte de esto, para su crecimiento se requiere abarcar muchos sectores que son catalogados como urbanos y eso sale carísimo. En cambio, nosotros en Tongoy contamos con un terreno extenso, que tiene las condiciones climáticas y que son muy ventajosas para el desarrollo de un aeropuerto internacional”.
- ¿Qué justifica el aeropuerto de Tongoy?, ¿Cuáles son las proyecciones de demanda?
“Se justifica por las características territoriales, dado que su nuevo emplazamiento habilita nuevos sectores de demanda. Según los estudios, la proyección al 2022 supera un millón doscientos mil pasajeros al año. Además, con la apertura del túnel Agua Negra y el corredor bioceánico, se transforma en un sistema de conectividad internacional con el que hoy no contamos y que es parte de un sistema de transporte integral para nuestra región, que estamos impulsando estratégicamente, proyectando el crecimiento de la población y la actividad comercial. Además está la necesidad de contar con un aeropuerto de características técnicas similares al aeropuerto de Santiago, como una alternativa que hoy no existe en Chile y Tongoy, que está a 30 minutos de vuelo de la capital, es la mejor alternativa a nivel país”.
-Pero ya surgieron las críticas, el frente de defensa de La Florida señala que se va a construir una terminal aérea en desmedro de otra…
“Nunca se ha pensado cerrar el aeródromo La Florida. Este movimiento de defensa siempre ha argumentado dos cosas, uno es que se va a cerrar y la otra, la distancia a la que queda Tongoy. En ambas podemos dar el ejemplo de lo que ocurrió en Copiapó, cuando se construyó el aeropuerto en Caldera, la distancia era el doble o más de lo que es la conurbación- Tongoy, a más de 60 kilómetros y funciona bien. Además, el aeropuerto de Copiapó no se cerró, sigue vigente y ahí están llegando aviones menores, es alternativo y además funcionan los clubes aéreos. En base a esto, no hay argumentos para cerrar La Florida y nunca tampoco se ha dicho eso”
-¿Pero los vuelos comerciales se trasladarían a Tongoy?
“Pero también pueden haber vuelos comerciales pequeños, entonces, eso va a ser un tema que va a regular el mercado. Hoy no estamos en condiciones de decir tales vuelos van a estar, pero vamos a tener un mercado para todo. Imagínate, abrir un corredor bioceánico que va a venir desde Brasil son palabras mayores”.
-Entonces, aclara que no se está pensando en cerrarlo…
“No, eso nunca ninguna autoridad lo ha dicho, por lo menos en este gobierno”.
-Pero sí el proyecto de Tongoy tiene el respaldo absoluto del Gobierno, es decir, es una decisión tomada…
“Esa decisión ya se tomó, si nosotros ya terminamos con ese estudio, el que dio la rentabilidad y ahora estamos con el segundo paso, que es la parte de ingeniería, de diseño, los terrenos además ya fueron expropiados el 2009 y están inscritos a favor del Fisco.
“Tiene capacidad de expansión hasta una pista de 3.200 metros y en la localidad genera menor impacto ambiental y menos afectación urbana. La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), en su oportunidad, calificó el terreno de Tongoy con condiciones geomorfológicas y meteorológicas óptimas para este proyecto”.
-Pero las críticas no apuntan sólo a la distancia, sino que además a la congestión que se genera en esta ruta.
“Esa crítica ya queda atrás, porque ya para esas alturas vamos a tener una conurbación expedita con todas las obras que se van a hacer, con una doble vía que incluso incorpora todo Limarí, donde tenemos un mayor desarrollo agrícola y exportaciones y para ellos también va a ser beneficioso. Entonces, las distancias se van a acortar, además tenemos un proyecto de tranvía que no se descarta que a futuro podamos mirarlo en una proyección hasta el aeropuerto de Tongoy”.
-También hay un proyecto para mejorar el tramo de la Ruta 5 entre la conurbación. ¿En qué está?
“Este año queremos tener todas las bases, los términos de referencia para licitar, porque también eso se va a hacer vía concesión, pero va a ser bien particular e innovadora, porque no se va a pagar peaje ni TAG. Estos 16 kilómetros que faltan se incorporan a la concesión que va a terminar en 4 años más, que es desde Los Vilos hasta Coquimbo y va a quedar como una sola concesión. Quien se la adjudique va a entrar y a realizar todas las obras”.
-¿Eso va a significar eliminar los semáforos y realizar otras obras?
“Ese es el objetivo nuestro, dejar una Ruta 5 con cero semáforos y toda la movilización interna se va a mover por la caletera, tanto la oriente como la poniente, por los bajos niveles o por los sobreniveles. Eso va a descongestionar mucho, se va a transformar en una vía directa, una especie de autopista urbana”.
-¿Cuándo se calcula que estaría operativo?
“Nosotros estimamos que en 4 años más, entonces va a coincidir con los tiempos justos en los que termina la concesión, por eso estamos apurados en licitar este año”.