Desde la década de los 60, numerosas instituciones internacionales pusieron sus ojos en Chile por la calidad óptima de sus cielos para el desarrollo de la astronomía. Esto derivó en la construcción de observatorios en el norte de nuestro país, y la instalación de telescopios de avanzada tecnología que por años han permitido develar los misterios de nuestro universo.
La calidad astronómica de los cielos de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo constituyen un valioso patrimonio ambiental reconocido a nivel internacional, pero desde hace ya unos años el aumento de la población y el crecimiento de las ciudades han degradado la calidad del cielo producto de la contaminación lumínica.
Los efectos nocivos de ciertas emisiones lumínicas van más allá de la astronomía, teniendo un impacto negativo también en la fauna y en humanos.
3 son las regiones de que deberán disminuir sus emisiones lumínicas a partir de mayo del 2019, éstas son Coquimbo, Atacama y Antofagasta.
Como una forma de remediar esta situación, y gracias al impulso dado por los observatorios astronómicos internacionales que operan en Chile, el Ministerio de Medio Ambiente estableció el Decreto Supremo 43, que comienza a regir en mayo de 2019 y regula las emisiones de los alumbrados de exteriores para disminuir la contaminación lumínica en las regiones de Coquimbo, Atacama y Antofagasta.
A diferencia de otros daños medioambientales, la contaminación lumínica es completamente reversible, por lo que medidas como esta son de vital importancia para recuperar la oscuridad de nuestros cielos.
Dentro de las condiciones que exige la norma está la correcta dirección de la iluminación, la intensidad de las luminarias, y el color de la luz emitida por estas. Una luminaria que cumple la norma ilumina solo hacia el hemisferio inferior, tiene un espectro cálido de no más de 2000 K y una intensidad máxima de 20% por sobre los valores mínimos establecidos en la normativa nacional para alumbrado funcional, ambiental, ornamental e industrial.
La norma no pretende dejar de iluminar las ciudades, sino iluminar de mejor manera. Esto es lo que el Observatorio Las Campanas ha querido demostrar con la instalación de nuevas luminarias en sus oficinas de Colina El Pino, en La Serena. El tipo de luminaria utilizada es óptima para iluminación en carreteras, minas y poblaciones cercanas a observatorios, como son La Serena, Vicuña, Domeyko o Vallenar. 5801
Características
Las luces instaladas son de dos tipos distintos de tecnología. Ambas tienen la ventaja de producir luz de color ámbar, amigable con la astronomía, y no impacta de manera adversa la salud humana ni las actividades nocturnas de animales, aves e insectos.
El primer tipo se conoce como PC-amber LED, cuya tecnología convierte la luz azul a color ámbar, revistiendo el LED con nitruro de fósforo, que tiene su máximo de emisión en 590 nm. Estas lámparas son producidas en Chile por la compañía Aladdin Lighting.
El segundo tipo combina un LED blanco con un filtro amarillo, el cual se encarga de eliminar la luz azul que emite el LED. El espectro resultante es muy similar al que produce la tecnología PC-amber. Estas lámparas LED filtradas son manufacturadas por Salvi Lighting Barcelona.