En estas fechas los shows pirotécnicos resultan un tema obligado para aquellos que quieren festejar la llegada de un nuevo año con los fuegos artificiales que iluminan el cielo con llamativos colores. Sin embargo, para algunos, este festival de luces resulta un difícil momento, tal es el caso de las familias azules, padres de niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA).
El debate sobre el daño y la contaminación que provoca el uso de la pirotecnia está instalado hace varios años en el país. Agrupaciones ambientalistas y animalistas han trabajado para crear conciencia sobre su impacto.
Y es a esta lucha la que quiere sumarse AntuCorp, corporación sin fines de lucro, creada por un grupo de profesionales especialistas y padres, cuyo objetivo es la inserción de personas con TEA en el ámbito social y laboral.
“Yo sé que muchas personas no entenderán nuestra petición porque no lo viven y si no lo viven no lo sienten”, Nelson Carvajal, padre y miembro de AntuCorp
En una visita al programa “Tribuna Social” de radio Mistral (95.1), Nelson Carvajal, integrante de la agrupación y Loreto Ibarra, presidenta de AntuCorp, comentaron sobre el complejo escenario que viven los niños y sus familias en esta fecha.
"EL RUIDO SE HACE INTOLERABLE"
Nelson Carvajal comentó que el ruido de los fuegos artificiales puede hacer sufrir y generar angustia a los niños que tienen algún TEA.
Según el Minsal, los trastornos sensoriales son una de las características que presenta la mayoría de las personas con Trastornos del Espectro Autista, lo que se traduce en una hipersensibilidad a los sonidos.
Es decir, perciben con mayor intensidad, por lo que un mismo estímulo puede ser escuchado de manera diferente a como lo hacen los demás. Por ello, los ruidos sorpresivos y fuertes, como los que emite la pirotecnia, pueden resultar intolerables.
Al escuchar los estallidos, agregó el miembro de AntuCorp, “los niños terminan agrediéndose o lastimando a las personas que están a su lado. Y esto no significa que sean así, es una manera de autorregulación. Porque las personas con autismo escuchan 6 o 7 veces más que nosotros”, precisó Nelson Carvajal.
Es por esto que la agrupación, en representación de los niños y jóvenes, ha “alzado la voz” para solicitar a las autoridades comunales de la región de Coquimbo bajar el uso de los fuegos artificiales por el impacto sensorial que genera el estallido en las personas con TEA.
“Hay padres que no tiene la posibilidad de llevar a sus hijos a lugares más tranquilos en estas fechas y terminan con ellos descompensados en urgencias. Es lamentable que no haya empatía con estas familias”, aclaró el padre integrante de AntuCorp.
La idea, señalaron desde la agrupación, es bajar paulatinamente el uso de pirotecnia como una muestra de empatía hacia las familias y niños con TEA.
Loreto Ibarra señaló que buscarán las instancias para conversar con las distintas autoridades y plantear el tema, porque la celebración de un nuevo año debe ser una fiesta inclusiva y con respeto a los demás.
“Yo sé que muchas personas no entenderán nuestra petición porque no lo viven y si no lo viven no lo sienten. Como papá los invito a conversar porque es una experiencia muy potente para nosotros”, concluyó Carvajal.
Este año, por diversas razones varias comunas del país cancelaron sus tradicionales shows de pirotecnia, La Florida, La Cisterna, Puente Alto, Cerro Navia, Providencia, San Bernardo, Pucón, Calama y Taltal.
Recomendaciones para enfrentar los fuegos artificiales
Los integrantes de AntuCorp indicaron que la mejor opción es trasladarse a un lugar tranquilo en estas fechas y preparar a los niños con anticipación.
“Conversar con ellos y explicarles lo que sucederá, que habrá ruido y luces, también ayuda escuchar música relajante. Siempre es bueno adelantarse a los hechos”, confesó Nelson Carvajal de AntuCorp.