“Para alcanzar un buen puntaje, lo principal es tener la motivación y esfuerzo”

El Ovallino 

Lo primero que dijo Virginia Álvarez López al contestar el llamado de El Ovallino fue aclarar que ella no es la primera mujer que ingresa a Ingeniería con el puntaje más alto en la historia de la U. de Chile, tal como otros medios de comunicación titularon este viernes.

“Luego me comentaron desde la universidad que ya habían dos mujeres que lo habían hecho antes que yo”, dice la estudiante de 18 años, demostrando su humildad ante el logro que acaba de obtener.

Fue el ministerio de Educación quien la llamó para avisarle que se convirtió en puntaje nacional de la Prueba de Transición Universitaria (PTU) en Matemáticas con 850 puntos y desde que se inició el llamado hasta tres horas después pensó que era una broma.

“Me llamaron del Mineduc y pensé que me estaban haciendo una broma, porque supuestamente ya no llamaban a los puntajes nacionales. Entonces, cada vez que respondía a las preguntas lo hacía de forma incrédula hasta que después de tres horas me enviaron un correo y allí me lo creí. Fue felicidad, porque podía optar a la carrera que siempre quise estudiar”, recuerda.

Para obtener tal puntaje, Virginia comenta a El Ovallino que sus padres fueron promotores de la lectura y del estudio, pero que lo hiciera por gusto. “Y que no me sintera obligada a hacerlo, siempre me apoyaron en todo, pero no al punto de decir que fuera obligación. Me gustaba hacerlo, me gusta leer”.

Virginia comenzó su educación preescolar en el Jardín Laboral, “El Tren de los Niños”, que pertenece a los trabajadores de la Feria Modelo, donde su madre hace años trabajaba en un puesto de gastronomía. Luego pasó al Colegio San Viator donde comenzó a forjarse como una alumna destacada. Fue en ese recinto que sus profesores la incentivaban a participar de talleres y cursos sobre física, matemáticas y astronomía, sus pasiones. Incluso participó de varias instancias de aprendizaje en la misma U. de Chile.

“No recuerdo un momento concreto en que me gustara la física y la astronomía. En séptimo y octavo básico me llamó la atención, comencé a leer sobre divulgación científica. No recuerdo bien, pero es muy probable que haya sido por las clases de física y ciencias en el colegio. Los profesores me motivaban en participar en olimpiadas de ciencias y ese tipo de cosas”, afirma.

POCAS MUJERES EN LA INGENIERÍA UNIVERSITARIA

Según la propia casa de estudios a la que ingresará Virginia, del total de sus convocados mediante la Prueba de Transición, 53% fueron mujeres. Sin embargo, entre los postulantes a ingeniería, las mujeres representan un 28%, cifra que es incluso menor a la del año pasado.

Y con el hecho de que Virginia conforme el selecto grupo de mujeres en la carrera, la satisfacción y alegría familiar es enorme.

“Se siente bien, porque ser parte de ese pequeño grupo de mujeres que han sido referentes, en una carrera que supuestamente ‘es de hombres’, que yo igualmente tengo las capacidades para estar allí”, reconoce.

CLAVES PARA LLEGAR A LOS 850 PUNTOS

Durante 14 años estudió en el Colegio San Viator, colegio subvencionado de la comuna que destaca en oportunidades con estudiantes que han alcanzado inscribirse en carreras con puntajes destacados. Esta fue la oportunidad de Virginia, quien señala que una de las claves para poder alcanzar los 850 puntos es la constancia, esfuerzo y motivación por querer conseguirlo.

“Lo principal es motivación y esfuerzo. Porque a la larga si uno tiene la meta clara de lograrlo, ponerle empeño y dedica cierto tiempo del día para estudiar para la prueba, va a poder ingresar a la carrera que quiera. Hay que ser constantes en eso”.

En las próximas semanas se incorporará al plantel de la U. de Chile, donde espera convertirse en una mujer de ciencias para Ovalle, el país y el mundo.