Una vez que el Presidente Sebastián Piñera eligió a Hermes Soto Isla como el Nuevo director general de Carabineros en reemplazo de Bruno Villalobos, un sector de la Región de Coquimbo, pensó en el trabajo desplegado en la zona por el Coronel Raúl Soto Isla, quien el 2001 ejercía como Prefecto de la Región de Coquimbo.
Incluso, las primeras informaciones hablaban que habían liderado esta Prefectura. Sin embargo, en su perfil y biografía, se estableció que se trataría de su hermano.
EL CASO MONJAS
Soto Isla debió enfrentar el complejo momento que se vivió con el Caso Monjas y que tuvo revuelo nacional e internacional, luego que a mediados de octubre de 2001 en el colegio Oscar Aldunate de Las Compañías, desconocidos asesinaron a una religiosa peruana (Lita Castillo) y una uruguaya (Natalia Acosta) quedó gravemente herida. El horrible hecho policial intentó ser cubierto con un incendio que afectó a la religiosa peruana que al final le costó la vida.
En dos juicios orales (el primero fue anulado) se estableció que los autores fueron Carlos Vivanco y Armando Tapia. El primer de ellos está en la etapa final de su condena en el hospital siquiátrico de Putaendo y Tapia está en libertad y continúa viviendo en el sector Las Compañías.
PROTECCIÓN EN TELA DE JUICIO
Durante las primeras horas, el episodio colocó aprueba a las policías, sobre todo a Carabineros. De hecho, se conoció que antes del ataque se pidió protección policial a través de una ronda diaria, pero que no se habría cumplido por parte de la policía uniformada.
Fue en ese momento en que Soto Isla debió a enfrentar los cuestionamientos. “Es muy difícil especular sobre esa materia. Lo deseable es evitar todos esos delitos”, aseguró el uniformado.
Incluso, cuando se le consultó si un punto fijo hubiera sido la solución, respondió que a la luz de los hechos, “me quedo con las palabras de Monseñor Donoso (Manuel, ex arzobispo de La Serena de La Serena). No se trata de andar buscando culpables en este tipo de cosas. Aquí la fiscalía local tomó conocimiento de un hecho y delineó lo que estimo conveniente, disponer y Carabineros lo estaba cumpliendo rigurosamente. Esa vigilancia se mantenía y han dado testimonio las apropias afectadas”.
El oficial negó los cuestionamientos de una supuesta negligencia policial. “Hablar de eso es injusto. Aquí no ha existido negligencia policial. Ellas hacen su tarea”.
De la misma forma evitó emitir un juicio cuando se le consultó sobre el planteamiento de legisladores que indicaron que de corroborarse equivocaciones se debía sancionar a los responsables. “Comentarios de los señores políticos no haré ninguna reflexión”.
De la misma descartó que estuviese en tela de juicio la incipiente reforma. “También encuentro injusto achacar a la Reforma los males sociales. La delincuencia en un flagelo social. Con Reforma o sin ella han ocurrido delitos en el país y también en La Serena”.
Durante semanas el trabajo operativo de Carabineros estuvo en el centro de la discusión. Incluso, en medio de las primeras investigaciones el Coronel Soto Isla fue abrubtamente trasladado a la zona norte del país y en un principio trascendió que fue producto del poco avance en el Caso Monjas. Sin embargo, del alto mando se indicó que su liderazgo y capacidad lo llevaron a encabezar en Iquique el impactante caso del Sicópata del Alto Hospicio que había asesinado a una serie de mujeres.