Con el inicio de la propaganda electoral los comandos del Apruebo y el Rechazo comenzaron a desplegar sus estrategias de cara al Plebiscito Nacional, si bien en ambas opciones son los partidos políticos los que sobresalen, las organizaciones sociales y religiosas también han querido dar a conocer sus posturas y argumentos.
Ayer la Comisión Nacional Evangélica por la Familia (CONFAMILIA) realizó un punto de prensa en el frontis de la Intendencia Regional y dio el vamos a la campaña informativa enfocada en el Rechazo a una nueva Constitución, la que harán efectiva en distintas iglesias y en el trabajo territorial diario.
La coordinadora regional de la agrupación cristiana –que integra a varias iglesias- Winnie Godoy, comentó que tras la experiencia en poblaciones conocen de primera fuente las problemáticas que aquejan a la ciudadanía y, que por lo tanto, comparten las demandas sociales, sin embargo, indicó que una nueva Carta Magna que “comenzará desde cero” no es el camino.
“Nosotros como cristianos estamos a favor de las demandas que ha levantado la ciudadanía, pero creemos que una nueva Constitución no resolverá las problemáticas y es por eso que nuestra postura es apoyar el Rechazo en el plebiscito de abril”, indicó.
Cambio injustificado
Godoy también argumentó que la solución real es por la vía de las reformas y las modificaciones a los artículos que involucran las demandas.
“Hay que saber que nuestra Constitución tiene 143 artículos y los puntos que pide la ciudadanía, ya sea pensiones, mejoras en la salud o en la educación no sobrepasan los cinco artículos, entonces modificar una Constitución por cinco puntos no tiene mucha lógica”, detalló.
Por otro lado, la representante dijo que no se pueden utilizar las demandas “legítimas” de la personas para fines políticos y que la desinformación relacionada al proceso constituyente va en aumento.
“Nosotros vemos que falta información porque este proceso durará cerca de 2 años y lo que exigimos son soluciones concretas y ahora ya”, reflexionó.
El matiz del apruebo
Con la intención de conocer las posturas y miradas de otros cristianos, El Día se contactó con el concejal independiente de La Serena, Camilo Araya, quien pertenece a una iglesia protestante y está apoyando la opción del Apruebo.
En primer lugar, Araya dejó claro que los argumentos entregados son personales y que en ningún caso representan el pensamiento del mundo cristiano ya que aseguró que es versátil y que conviven distintas ideologías políticas.
“Yo estoy por defender la familia y la infancia, pero entiendo que no puedo quedarme solo con eso porque para que esa familia se desarrolle como corresponda es necesario que tenga derechos fundamentales garantizados, como mejor salud, educación y para eso el Estado tiene que ser garante, por eso apoyo una nueva Constitución”, detalló.
El concejal puntualizó que la actual Carta Magna “no protege los valores cristianos” muy por el contrario, deja de manifiesto las “profundas desigualdades” en aquellos que más sufren.
Campañas fundadas en errores
Respecto al origen de su postura, el concejal serenense contó que ante las discusiones que las opciones han suscitado, investigó y se dio cuenta que hay “argumentos que carecen de sustento jurídico" sobre todo cuando utilizan el concepto de “hoja en blanco” para persuadir que se eliminará la libertad de culto.
“Algunas campañas del Rechazo están fundadas en errores, especialmente de la extremo derecha, porque la derecha más moderada de Mario Desbordes (RN), Manuel José Ossandón (RN) y Joaquín Lavín (UDI) o incluso en el alcalde Felipe Alessandri (RN) está por el apruebo. Veo un afán ideologizado de esa derecha sesgada de infundir el temor diciendo que en una nueva Constitución se terminará con la libertad de culto y, eso es una falacia, porque una nueva Carta no puede estar por sobre los tratados internacionales”, puntualizó.
Instrumento político
Consultado si los partidos que están por el Rechazo han utilizado al mundo cristiano, el concejal fue categórico.
“No se puede negar que en algunos casos ha existido manipulación por parte de sectores de extrema derecha y han querido llevar agua para su molino y eso no puede pasar”.
Araya insistió que los cristianos son diversos y hay matices y fue crítico de aquellos que han buscado argumentos “falsos” para conquistarlos.
“Decirle a la gente o al mundo cristiano que vamos a caer en anarquía absoluta me parece muy malo. O cuando dicen que habrán dos años donde no va a existir nada…ahí no se está entregando la información completa, porque si nosotros vemos el proceso completo, primero tendremos un plebiscito, si gana el apruebo vendrá la elección de los convencionales y mientras trabajen, que serán cerca de dos años, seguiremos regidos por la actual Carta”, cerró.
¿Nueva fuerza política?
Desde CONFAMILIA hicieron hincapié que la vocería manifestada es solo una postura, la que puede expresar cualquier otro ciudadano y que no hay ideales políticos detrás.
Lo cierto es que más allá de las declaraciones, en el último tiempo y en distintas latitudes del continente han funcionado como importantes fuerzas políticas que han logrado consolidar su influencia en distintas elecciones, recordar, por ejemplo, que un grupo importante de evangélicos apoyó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Chile no queda al margen de esa situación. En las elecciones presidenciales de 2017, el independiente –en aquel entonces- José Antonio Kast fue proclamado como candidato presidencial por el partido político evangélico “Unidos por la Fe”. Hoy, siendo líder y fundador del Partido Republicano cuenta con un amplio apoyo del mundo cristiano.
Siguiendo con la lógica de los últimos dos censos, se espería que la población que se declara cristiana va en leve aumento. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el porcentaje de personas que se declararon evangélicos en el Censo de 2002 fue de 15, 14% mientras que en la consulta del 2012 aumentó a 16.62%.
Cabe recordar que en el Censo del 2017 las peguntas relacionadas con religión, discapacidad y diversidad sexual fueron excluidas y se integraron otras con vivienda, educación, inmigración y pueblos indígenas.
No obstante, hay algunas encuestas recientes que avalan esta teoría. Por ejemplo, en diciembre del 2018 el Centro de Estudio Públicos (CEP) publicó un estudio donde por primera vez se incluyeron preguntas sobre creencias espirituales y religiosas, los datos fueron medidos entre el 19 de octubre y el 25 de noviembre y revelaron la cantidad de personas que se consideraron evangélicas marcando un 16%, mientras que el año anterior registró un 17%.