El director del Instituto de Políticas Públicas de la UCN, Luis Moncayo, conversó con El Día sobre el agitado escenario político que vive el país a propósito del estallido social y lo que ha significado la llegada del Covid 19 al territorio nacional.
Moncayo también abordó el acuerdo al que llegaron los partidos políticos de todos los sectores el pasado jueves, donde se planteó la necesidad de recalendarizar las votaciones que estaban programadas para este año.
-El escenario sanitario ha obligado al espectro político a repensar el calendario electoral ¿Qué implica mover las fechas y recalendarizarlas para el 2021 muy cerca de las elecciones presidenciales?
“Decir que este cambio es inédito. El 2020 ya se habían programado distintos eventos electorales comenzando con el Plebiscito Nacional, además de las elecciones municipales y de gobernadores regionales. Este año ya estaba recargado desde el punto de vista electoral y ahora con el escenario de salud pública que vivimos se complejiza mucho más ese desafío, porque el próximo año tenemos elecciones presidenciales y parlamentarias”.
“Nada se compara con la salud de los chilenos, lo demás se verá en su momento”
-¿Cree que ese principio de acuerdo va en la línea correcta?
“El principio de acuerdo se tomó entre todas las fuerzas políticas, incluso fue mucho más amplio que el del 15 de noviembre. La recalendarización implicará modificar todas las fechas de las votaciones que se nos vienen por delante, sin embargo me parece que es una medida absolutamente necesaria y razonable”.
-¿Por qué cree que al principio las fuerzas políticas dudaron de impulsar algún tipo de cambio”
“Hoy vemos que se están cumpliendo las estadísticas entregadas por la autoridad sanitaria. Si a la ciudadanía se le hubiera preguntado hace 15 días atrás si quería o no, o si era recomendable cambiar las fechas, habría dicho que no. Pero la gravedad del problema de salud pública y el aumento de los casos de Covid-19 en el país cambió todo el panorama, aquí hay que entender que no está en juego el plebiscito u otra elección sino la salud de miles de chilenos. Por eso es absolutamente necesario todos estos cambios”.
Escenario cambiante
-El acuerdo ahora tiene que materializarse en el Congreso Nacional ¿Cree que la nueva fecha se pueda ir ajustando en la medida que se tenga claridad sobre el escenario sanitario del país?
“Cualquier cambio que se defina en el Parlamento hay que asumirlo como algo que podría cambiarse en el futuro, no es el momento para determinar fechas porque el problema que está viviendo el país es mucho más importante, los problemas electorales se podrían resolver con mucha facilidad”.
-Entonces el escenario sanitario será clave para las proyecciones políticas
“Se tendrá que considerar la evolución del Covid-19, ver la situación de contagios y las consecuencias de la enfermedad. Nada se compara con la salud de los chilenos, lo demás se verá en su momento”.
-Algunas voces han dicho que no es momento para hablar de política pero habían plazos establecidos que se tenían que cumplir, de hecho si todo sigue igual, este viernes debería comenzar la franja televisiva del plebiscito, consulta que podría realizarse en otra fecha…
“Por eso pienso que es bueno que se haya logrado este principio de acuerdo, una vez discutido en el Parlamento se podrá tener más certeza y habrán discusiones sobre los temas procedimentales de implicancia legal, como los plazos que tendrán los partidos políticos para tomar decisiones o declarar candidaturas. Lo que se discuta de ahora en adelante podría establecer un horizonte más claro, pero que perfectamente puede cambiar en el mediano plazo si las situaciones sanitarias así lo ameritan. Las fechas que se recomienden o se acuerden podrían ser revisados de nuevo, no sabemos si en dos meses más volveremos a tratar este tema”.
“La recalendarización implicará modificar todas las fechas de las votaciones que se nos vienen por delante, sin embargo me parece que es una medida absolutamente necesaria y razonable”
¿Segunda oportunidad?
-¿Qué pasarán con las candidaturas proclamadas por los partidos políticos?
“Podrían darse dos escenarios. Primero si ya hay candidaturas proclamadas lo lógico es que si se modifica todo el calendario, esas proclamaciones tengan que ser ratificadas ante el Servicio Electoral mediante un procedimiento simple dentro de los nuevos plazos que se establezcan. En el segundo caso, podría darse que el legislador diga que se declaran nulas porque habría un nuevo cronograma para todo ese procedimiento de acuerdo a la normativa legal vigente. En política siempre hay soluciones”.
-La ley establece que aquellas personas que ejercen funciones públicas y deseen ser candidatos tienen que renunciar un año antes ¿Sería una segunda oportunidad para aquellas autoridades que no alcanzaron a hacerlo y tengan pensado levantar una carrera por algún cargo de elección popular?
“Todo eso dependerá del espíritu del legislador al momento de establecer un determinado plazo para que se inscriban candidaturas para cualquier acto electoral. En el caso de aquellas personas que ejercen funciones de carácter público y que implique participar en el sistema de toma de decisiones de la administración del Estado deben abandonarlas un año antes. Por norma general ese ha sido el plazo, pero al momento de revisar el nuevo cronograma en el Parlamento se puede dar que esos plazos también sufran cambios, dependerá del espíritu de los legisladores, pueden ser seis o nueve meses, todo dependerá de qué tanto se quiera modificar la normativa. Lo que quiero decir es que la ley que posibilitará modificar las fechas de las votaciones podrá contemplar artículos transitorios, por ejemplo, que establezcan plazos distintos a lo que ha sido hasta ahora, la cifra de un año en este caso no necesariamente tiene que ser absoluta”.