• Conducir un vehículo durante horas, o estar mucho tiempo sin hacer nada, sentado, por ejemplo, implica un mayor riesgo de padecer una enfermedad
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Los expertos dicen que la falta de actividades físicas y ejercicios, además de sus hábitos alimenticios desordenados, pueden ser causales de varios y serios problemas de salud. Sin embargo, a los conductores o a cualquier persona que pasa mucho tiempo sentado sin hacer nada, cabe la posibilidad de que le ocurra una alteración compleja.

Un accidente grave o descompensación puede ocurrir en cualquier instante, en cualquier esquina, en la casa, la escuela o la oficina. Hasta en el interior de un automóvil, como sucedió hace algunas semanas cuando el chofer que manejaba un furgón habría perdido el control a consecuencias de un infarto falleciendo más tarde en el hospital de La Serena, lo mismo que un transeúnte que perdió la vida tras ser arrollado.

Doce horas al día

Aníbal Galloso (34) llegó a La Serena hace dos años. Trabaja en un taxi, tal como lo hacía en la ciudad de Arica. Reconoce que ha escuchado hablar de los problemas que conlleva un trabajo donde el sedentarismo, el estrés y los transtornos alimenticios, son las principales causantes de la hipertensión arterial o de un paro cardíaco, tal como le ocurrió al conductor Robert Álvarez el pasado 27 de mayo.

“En lo personal, trabajo casi 12 horas al día, mientras que algunos compañeros lo hacen a veces más y otros menos, dependiendo de cómo vaya el día”, reveló y reconoció que el horario de almuerzo los alcanza en cualquier parte de su recorrido. “Como pasas mucho tiempo arriba del auto, lógicamente que no nos permite muchas veces comer comidas sanas y caseras, porque nos alimentamos en la calle y donde nos da el bajón, entonces comemos completos, empanadas, pan, bebidas”, describe mientras mira una pequeña virgen que cuelga de su retrovisor.

¿Qué enfermedad pudiera tener una persona que no hace gran esfuerzo físico? Le pregunto y responde. “Este jueves, por ejemplo, salí bien temprano y no comí nada en todo el día hasta llegar a la casa a eso de las 21.30 horas. No tomé desayuno y comí cuando llegué. El colesterol debo tenerlo por las nubes y tampoco me he realizado ningún tipo de chequeo, y por lo que tengo entendido, los colegas tampoco. No lo hablamos para nada, pues lo único que hacemos cuando nos da hambre es conversar qué es lo que vamos a comer”, evidenció.

Similar opinión entregó Manuel Correa, dirigente Asotacol (Asociación Gremial de Taxis Colectivos). El dirigente cuenta que probablemente ésta sea una actividad laboral que produce una amplia gama de enfermedades en mayor número por el tipo de trabajo y por la falta generalizada de prevención.

“En algunas líneas se hacen los planes de invierno para las gripes, pero sólo eso. De los Cesfam han ido para inyectar a las personas, pero un plan completo no hemos tenido ni tampoco hemos podido implementarlo con el Servicio de Salud. En mí línea 70 (Bosque San Carlos - La Serena) se hizo en una oportunidad, sino me equivoco hace unos dos años, donde se realizó un choqueo completo a los trabajadores, incluso les midieron el colesterol, que es una de las causantes de los paros cardíacos y luego la gente que tenía problemas fue citada nuevamente para que acudieran a los consultorios para hacerse un tratamiento. No obstante, creo que eso hay que masificarlo y que ojalá se haga habitualmente”, apunta.

Manuel Correa, presidente de ASOTACOL

Y agrega que “todos quedaron muy conformes con el chequeo, porque eran gratuito los exámenes y acudieron a nuestra línea todo el personal de salud para tomar las muestras. Con el tiempo llegaron los resultados y se los entregaron de manera privada a cada trabajador y con las indicaciones a cada uno. Esto fue una iniciativa de parte del ministerio de Salud y nosotros por supuesto que la acogimos de inmediato”.

“Hay hacer todo un tratamiento, hasta con nutrición, porque la actividad nuestra es muy sedentaria y se tiene malos hábitos en las comidas, entonces hay que saber educar a los conductores. Es que muchas horas en el auto implica que uno coma poco y que lo haga rápido, lo que es no nada bueno para la salud”, Manuel Correa, dirigente de Asotacol.

Sin duda, conducir un vehículo durante horas implica un mayor riesgo de padecer una enfermedad, por lo mismo, advierte el dirigente que “para que estos chequeos se hagan con más frecuencia, falta un canal de comunicación entre nosotros y el Servicio de Salud para que existan menos riesgos, especialmente en el tema de nosotros, que andan manejando y les puede ocurrir un paro cardíaco, lo que sería muy complicado. Sería interesante volver a implementarlo. Estos días vamos a tener una reunión con Asotacol y vamos a plantearlo a ver si podemos generar estas instancias”.

No sólo en los conductores

Los expertos dicen que la falta de actividades físicas y ejercicios, además de sus hábitos alimenticios desordenados, pueden ser causales de varios y serios problemas de salud, como lo explica el doctor Javier Aguirre, Subdirector (s) de gestión asistencial del Servicio de Salud Coquimbo y jefe del Samu regional, quien reconoce que no sólo en los conductores de la locomoción colectiva pueden ocurrir este tipo de eventos –paros cardíacos-, sino que en toda la población que está conduciendo y que son pacientes que pueden tener algún tipo de hipoglicemia, un bajo nivel de azúcar en la sangre y que afecta, por ejemplo, a pacientes diabéticos.

“Generalmente lo que está asociado al paro son varios elementos que se mezclan y que se llaman los factores de riesgo cardio vascular, donde se encuentra la obesidad, el sedentarismo, fumar mucho y los problemas de enfermedades familiares. ¿Cómo? Si tengo familiares hipertensos o familiares diabéticos o que hayan sufrido una muerte prematura, son factores de riesgo cardiovascular. Entonces, a los conductores o a cualquier persona que en realidad pasa mucho tiempo sentado sin hacer nada, cabe la posibilidad de que le ocurran estas enfermedades circulatorias. Y si uno lo asocia al estrés, claramente que aumenta el riesgo. Pero el paro cardiorrespiratorio o la muerte súbita no es algo que sea exclusivo de esa línea de trabajo, sino que le puede pasar a cualquier persona que tenga esos factores de riesgo”.

“Lo otro que puede provocar una desgracia en el tema de accidente de tránsito, por ejemplo, asociado a alguna enfermedad, es lo que se llama accidente cerebro vascular, donde se produce una obstrucción o sangramiento intercerebral que puede provocar compromiso de conciencia”, dijo el médico Javier Aguirre.

Un estudio realizado por expertos en salud a nivel regional dice que del primero de enero al 31 de mayo fueron 50 los paros cardíacos que el Samu atendió y que es una cifra que está dentro de los parámetros nacionales. Además, explica que en las enfermedades del aparato circulatorio la mortalidad se ha mantenido estable en los últimos años, aunque existe una cierta variación en el tipo de enfermedad. Por ejemplo, en infarto se ha ido bajando como tasa en la región y en el país, pero a nivel de accidentes cerebro vascular ha ido en aumento, básicamente al incremento de la edad de la población, porque sólo el 26% de los infartos en esta región se producen en personas menores de 50 años.

De hecho, revela el médico que los problemas que se están intentando realizar a nivel ministerial son tratar de reducir los infartos, que es la primera causa de muerte súbita en población, sobre todo en la masculina, que es la que más sufre este tipo de enfermedad. Luego, sobre los 60 años se encuentra la población femenina, que comienza a formar parte de este grupo de riesgo. Ahora, cuántos son los hombres que se infartan o tienen este tipo de muerte súbita en relación a las mujeres, casi el 75% afectados en comparación con las mujeres que tienen este mismo cuadro.

RECUADRO...

Primeros auxilios

Ahora, lo importante es saber cómo prevenir este tipo de complicaciones. Por ejemplo, el doctor Aguirre sostiene que hay que “tratar de caminar a lo menos 30 minutos al día, no fumar, mantener siempre en el peso, y si es diabético, hay que controlarse, lo mismo que con los hipertensos. También, y que sería lo ideal, mantener una actividad que te permita relajarte, ya que uno de los grandes problemas es el estrés, donde aumenta la presión a nivel arterial”.

Aunque suene exagerado, a veces la vida o la muerte del afectado podrían jugarse en algo tan básico e importante como los primeros auxilios que éste reciba mientras llegan los servicios de emergencia.

“Un elemento importante cuando ocurra el evento de muerte súbita o algún compromiso de conciencia, es que se pueda reconocer fácilmente. Acá estamos al debe, ya que si un paciente tiene una muerte súbita y si uno no le hace nada en los primeros diez a doce minutos, la posibilidad de sobrevivir es muy baja. Con pacientes que se reconocen hay que llamar al 131, informar que es un paro cardiorespiratorio y mientras se activa la ambulancia, uno hace las compresiones cardiacas y la reanimación cardiopulmonar. De hacerlo, tienes un 60% de posibilidad de sobrevivir”

Desde el Servicio de Salud cuentan que se han instalado algunas políticas, como por ejemplo enseñarles a las instituciones. También hay un programa para Carabineros y Bomberos y este año esperan iniciar una campaña para los colegios, donde los alumnos de segundo a cuartos medios sepan cómo reanimar, ya que eso puede salvar una vida.

 

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